Qué es y para qué sirve la magnetoterapia

La magnetoterapia es un tratamiento que se realiza dentro del mundo de la fisioterapia en el que se emplean los campos magnéticos estáticos o permanentes sobre el cuerpo. Es especialmente efectivo en el tratamiento de dolor debido a una patología inflamatoria como la bursitis trocantérea, aunque es aplicable para otro gran número de enfermedades gracias a que, apenas tiene efectos secundarios.

Si bien es cierto que tiene muchos beneficios, hay grupos de la población para los que no está indicado aplicar este tratamiento como las personas con marcapasos, cáncer o embarazadas. Se puede aplicar con imanes de alta o baja frecuencia según el tipo de patología que se vaya a tratar. Estas pueden ir desde las relacionadas con músculo-esqueléticas, ya que se ha demostrado que tiene un poderoso efecto de regeneración gracias a los campos fisiológicos que provoca en el organismo.

También en descalcificación, espondilitis, artrosis, citalgia, tendinitis, contracturas, contusiones, lumbalgia, en patologías que causan inflamación y en la cicatrización de tejidos, respectivamente.

Cuántos tipos de tratamiento hay

Hay tres tipos de tratamientos:

• La magnetoterapia de baja frecuencia es la más común de todas y su procedimiento consiste en utilizar imanes conectados a corriente de baja intensidad los cuales trabajan a una media de cien Gauss, que es la unidad que se utilizar para medir el magnetismo.
• Los campos magnéticos pulsados de alta intensidad. Esta magnetoterapia es un sistema más novedoso para la que se utilizan máquinas mucho más potentes. Trabajan con niveles de 30.000 a 70.000 Gauss, por lo que abarca mucho más. Por otra parte, hay que señalar que aún no hay mucha evidencia respecto a las mejoras que aportan.
• Electricidad de alta frecuencia. Los aparatos eléctricos de alta frecuencia también generan un campo magnético. En esta caso, se ha comprobado que esta práctica resulta especialmente útil contra el dolor.

Beneficios de la magnetoterapia

La magnetoterapia es una tratamiento que produce sus efectos a medio o largo plazo, por lo que hay que ser constantes y pacientes porque, a pesar de que en un plazo de días después de empezar el tratamiento, se empiezan a notar los efectos, para obtener los resultados esperados, se debe desarrollar un ciclo de tratamiento, que suele durar entre 45 y 60 días y al que le dediques dos o tres horas diarias.

Hay que señalar que, si bien cierto que la aplicación de esta terapia produce un alivio en los pacientes, la evidencia científica sobre estos beneficios aún es limitada y se necesitan más estudios para confirmar la eficacia de la magnetoterapia en diversas condiciones. Aun así, con la práctica de este tratamiento recibes beneficios como:

1. Alivio del dolor: Es uno de los fines para los que más se utiliza la magnetoterapia ya que reduce el dolor crónico o el asociado a lesiones musculares y articulares.
2. Reducción de la inflamación: Se cree que la aplicación de campos magnéticos puede tener efectos antiinflamatorios, lo que podría ser beneficioso en casos de inflamación crónica.
3. Mejora de la circulación sanguínea: Algunos estudios indican que la magnetoterapia puede aumentar el flujo sanguíneo en la zona tratada, lo que podría favorecer la oxigenación de los tejidos y promover la curación.
4. Estimulación de la regeneración celular: Se ha comprobado que la magnetoterapia puede tener efectos positivos en la regeneración celular, contribuyendo a la recuperación de tejidos lesionados.