'Síndrome Maripili', la enfermedad de muchas profesionales que tienen miedo a no gustar y a ser rechazadas

Investigación y Tecnología

La presión por cumplir con las expectativas lleva a muchas mujeres a que sientan la necesidad de cumplir con múltiples responsabilidades a costa de su salud

Saber decir "no" es una habilidad fundamental para evitar el exceso de responsabilidades

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La Maripili es una mujer multitarea.
La Maripili es una mujer multitarea. / Freepik

No es una enfermedad como tal ni es oficial, pero recoge muy bien lo que viven muchas profesionales (generalmente prevalece el género femenino) con respecto al rechazo en el ámbito laboral.

Aunque no es un término médico recogido como tal, el 'síndrome Maripili' es una expresión coloquial que ha ganado notoriedad en las redes sociales y en conversaciones informales que se utiliza para describir el agotamiento crónico que experimentan muchas de ellas, especialmente en contextos donde el ritmo de vida es acelerado y las obligaciones son constantes y demandantes.

Es una actitud característica de la mujer, que encierra la contradicción de la sumisión y la acción, al mismo tiempo.

"Cada persona debe sentirse libre de liderar de acuerdo con sus propios valores, sin ajustarse a un molde impuesto, ya sea masculino o femenino" — Andrea Acha - Periodista y formadora digital de emprendedoras

A menudo, quienes padecen este síndrome sienten que, a pesar de sus esfuerzos por organizarse o descansar, no logran reponer su energía y se encuentran atrapados en un ciclo de cansancio constante proveniente de ese afán por gustar y agradar y evitar a toda costa ser rechazada, que es el mayor miedo de las mujeres que experimentan el síndrome Maripili.

Características del 'síndrome Maripili'

Se le ha puesto Maripili, pero podía haber sido otro nombre ya que hay muchas Maripilis en la sociedad actual. "Se trata de una mujer de cualquier edad que quiere agradar a todo el mundo, que lucha para ser buena en cada uno de los papeles que le ha tocado ejercer a lo largo de su vida". Esta última frase es parte de la sinopsis de un libro que se llama El síndrome de Maripili: el miedo de las mujeres a no ser queridas, una obra que explica cómo identificar el síndrome de Maripili para vencer las actitudes de autosabotaje.

"El liderazgo femenino no es una versión 'suavizada' del liderazgo tradicional, sino una expresión auténtica de cualidades que pueden incluir empatía, escucha activa y una mayor orientación hacia la colaboración. Para mí, no es que un estilo sea mejor que otro, sino que cada persona debe sentirse libre de liderar de acuerdo con sus propios valores, sin ajustarse a un molde impuesto, ya sea masculino o femenino", manifiesta en declaraciones al periódico 20minutos Andrea Acha, periodista y formadora digital de emprendedoras para aprender a comunicar y salir en prensa.

"El síndrome Maripili refleja una realidad social donde cada vez más personas se sienten abrumadas y sobrecargadas"

El miedo a ser rechazadas lleva a las Maripilis, entre otras cosas, a tener problemas para completar tareas sencillas, una disminución notable en la motivación y una sensación de agotamiento que no parece desaparecer, sin importar cuánto intenten relajarse o dormir. "Es clave porque cuando nos centramos en buscar la aceptación externa, nos alejamos de nuestra autenticidad, de lo que realmente somos y podemos aportar", expone Acha en 20minutos.

Otro factor relevante es esa presión por cumplir con las expectativas sociales, donde a menudo se considera que estar siempre ocupado es sinónimo de éxito o productividad, lo que lleva a que muchas personas sientan la necesidad de cumplir con múltiples responsabilidades a costa de su salud.

Cómo afrontar el 'síndrome Maripili'

Una forma de abordar este estado de agotamiento es intentar crear una rutina más equilibrada, estableciendo límites claros entre el tiempo de trabajo y el de descanso, así como priorizando el autocuidado. De hecho, es una de las cualidades que más destacan los expertos: el saber decir "no".

Muchas veces, el agotamiento viene de la sobrecarga de compromisos y de la presión por cumplir con todo. Aprender a decir "no" es una habilidad fundamental para evitar ese exceso de responsabilidades, por lo que ser selectivo con las actividades y compromisos, así como también aprender a priorizar aquellas tareas que realmente son necesarias o beneficiosas puede ayudarnos a liberar tiempo y espacio mental.

Uno de los factores que contribuye a esta fatiga constante es la falta de límites entre la vida laboral y la personal, especialmente si la Maripili trabaja desde casa. Así que es más que necesario fijar horarios específicos de inicio y fin de trabajo y, al terminar, desconectar completamente de dispositivos electrónicos de trabajo con el que poder crear un tiempo real de descanso. A este respecto, también es recomendable encontrar formas de desconectar la mente a través de la práctica de actividades de ocio, ejercicios de meditación o simplemente tomando pausas durante el día para respirar y reorganizar las prioridades.

Aunque el síndrome de Maripili no está reconocido como una condición médica formal, su popularidad refleja una realidad social donde cada vez más personas se sienten abrumadas y sobrecargadas. Esta situación puede llevar, en casos extremos, a consecuencias más graves para la salud, como el desarrollo de trastornos de ansiedad, depresión o incluso el síndrome de burnout, una condición oficialmente reconocida que describe el agotamiento extremo relacionado al ámbito laboral y que requiere de intervención profesional en muchos casos.

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