¿Es siempre el comienzo de año el mejor momento para dejar de fumar?

Siempre es un buen momento para dejar de fumar, pero al requerir una mayor fuerza de voluntad, se necesita estar preparado, sobre todo, mentalmente. Aunque muchas personas lo niegan, el tabaco es una droga que, como cualquier otra, crea adicción ya que lleva nicotina que es una sustancia psicoactiva que afecta al sistema nervioso central y su consumo habitual crea dependencia.

El problema es que al ser una droga legal su consumo no se percibe como adictivo o más bien perjudicial para la salud. Pero lo es. Tanto que el tabaquismo mata al año alrededor de 7 millones de personas en todo el mundo. Y muchas veces una persona no puede acabar con el vicio del tabaco solamente teniendo fuerza de voluntad.

Hasta cinco intentos antes de llegar a conseguirlo

El catedrático de psicología clínica de la Universidad de Santiago de Compostela y director de la Unidad de Tabaquismo y Trastornos Adictivos en la propia USC, Elisardo Becoña, se basa en los datos para justificar que, antes de conseguir dejar el tabaco, la persona lo ha intentado hasta cinco veces. Y la verdad es que una vez que se tiene claro, hay que tomárselo en serio. Por eso, suele entrar en los planes de cara al nuevo año. No obstante, asegura Becoña que "las fechas en las que más gente deja de fumar son septiembre y diciembre".

"Parece que cuando empieza el año empieza todo, pero nuestro calendario realmente empieza en septiembre; es cuando acaba el verano, cuando empiezan los colegios, cuando cambiamos de estación y cuando hay que plantearse cosas nuevas (apuntarse al gimnasio, empezar las clases de inglés y, también, reducir el consumo de tabaco o dejarlo). En la práctica, esto facilita que los fumadores tengan varios días al año para plantearse dejar de fumar. Los que lo intentaron en diciembre y no les fue bien", prosigue el catedrático, "se lo plantean en enero. Y a los que no les va bien enero, lo dejan para el verano. Y si les falla el verano, pues en septiembre u otra vez en enero".

Cómo mejora tu salud con el abandono del tabaco

Dejar de fumar tiene efectos muy positivos que se notan a las pocas horas, pero que se van percibiendo conforme pasan las semanas o algunos meses de dejarlo. Según el psicólogo Antoni Baena y también profesor de los Estudios de Ciencias de Salud de la UOC e investigador de la Unidad de Control del Tabaco del Instituto Catalán de Oncología (ICO): "Se empieza a recuperar el olfato, la entrada de aire a los pulmones mejora, la sensación de cansancio se reduce y hay menos tos e infecciones respiratorias. Además", explica el profesor, "en un mes los receptores del cerebro que se han sensibilizado a la nicotina empiezan a volver a la normalidad, completando la adaptación a los tres meses. Esto ayuda a romper con el ciclo de la adicción a la nicotina".

Pero volver a la rutina, hay que volver y puede que vuelvas a subirte a la rueda de los actos repetitivos entre los que se encuentra el hábito de fumar. En este sentido, Baena recomienda planificar la vuelta y entre las cosas que puedes hacer es "anotar en un lugar visible de la casa todas las ventajas que se han recuperado o encontrado, principalmente las nuevas, y actuar como una persona diferente, con rutinas y gustos diferentes. Pero, sobre todo hay que estar muy alerta de no caer en el exceso de confianza, es decir, olvidar el tabaco conlleva un poco más de tiempo", concluye.