"El riesgo cero no existe": así puedes consumir los alimentos de forma segura para evitar la listeria

Cuando salta una alerta sanitaria debido a que algunos alimentos pueden contener trazas de algún ingrediente que nos produce alergia, así como por riesgo de contagio de algunas enfermedades como la salmonella o la listeria, que han podido contaminarse después de su elaboración y antes de su envasado, una duda nos salta en la cabeza: "¿son seguros los alimentos que tomamos?".

La verdad es que nadie está exento de riesgos porque "el riesgo cero no existe". Uno de los últimos avisos que nos ha lanzado la AESAN ha sido el de la presencia de listeria en los productos cárnicos de la marca El Capellán, una empresa de la localidad sevillana de Constantina.

Se trata de un lote de productos que han sido retirados del mercado por posible presencia de esta bacteria y en el que están implicados el chorizo ibérico, chorizo ibérico picante, chorizo de venado, chorizo de venado picante, chorizo de jabalí, salchichón ibérico, salchichón de venado, chorizo ibérico de patata, morcilla ibérica, morcilla ibérica de patata, morcilla ibérica achorizada y morcilla ibérica de patata picante.

Teniendo en cuenta que algunos de estos son productos que suelen estar ya en nuestras despensas como consumo en vísperas de Navidad, nos hace sospechar y dudar de si los alimentos que ponemos sobre nuestra mesa son seguros para nuestro consumo.

La listeria es una enfermedad que conlleva riesgos sobre todo en embarazadas, en mayores de 65 años y aquellos pacientes inmunodeprimidos o con patologías previas. Como decimos, los riesgos siempre están ahí. Sin embargo, hay algunas medidas que nos pueden ayudar a reducir las probabilidades de contagio, siempre y cuando manipulemos los alimentos correctamente. Y en caso de contagio, la consejería de Salud de la Junta de Andalucía nos hace las siguientes recomendaciones a través de su cuenta de Instagram:

Cómo manipular los alimentos correctamente

La listeria puede aparecer, según la OCU, en productos como las salchichas cocidas, patés, pescados ahumados, lácteos (quesos de pasta blanda, leche cruda y helados elaborados con leche cruda), así como en ensaladas preparadas, verduras y frutas frescas los cuales han sido contaminados durante el procesado, la distribución y el almacenamiento de los mismos. Suele repetirse en alimentos que se conservan en frío ya que de esta forma se impide o, al menos, se frena el crecimiento de los posibles patógenos.

Sin embargo, en el caso de la listeria el riesgo sigue siendo alto porque puede sobrevivir y multiplicarse, aunque el producto esté en periodo de refrigeración. Por eso, los fabricantes indican en el etiquetado, tal y como recomienda la OMS, que los productos se conserven a temperaturas por debajo de los 5º C.

El problema es, según expertos como Ana Isabel Vitas Peman, profesora de Seguridad Alimentaria y Micribiología de Alimentos de la Universidad de Navarra, que "el riesgo 0 no existe porque no se puede analizar el 100% de los alimentos que consumimos", por lo que aquí es donde tenemos que apelar a nuestra consciencia y tomar las medidas de seguridad alimentarias oportunas. Todas ellas tienen que ver con la higiene a la hora de manipular los alimentos como la limpieza y desinfección de superficies y utensilios, almacenamiento de materias primas y alimentos elaborados a temperaturas seguras y prevención de las contaminaciones cruzadas.

En este sentido, la profesora de la Universidad de Navarra nos advierte de que "esto implica evitar el contacto entre alimentos crudos y cocinados y prestar especial atención al uso de bayetas y trapos que pueden ser una fuente de dispersión de microorganismos en nuestra cocina".

Otra medida preventiva que requiere un papel activo por nuestra parte es la de saber qué tipo de alimentos podrían ser más peligrosos por la potencial presencia de patógenos y/o por nuestra condición de población de riesgo. "Y toda la población en general", insisten desde la Universidad de Navarra, "debería conocer cuál es la balda más fría de su frigorífico para almacenar de forma segura estos grupos de alimentos hasta el momento del consumo".

¿Qué es la listeria?

La listeria, o más específicamente Listeria monocytogenes, es una bacteria que puede causar una enfermedad conocida como listeriosis que es un microorganismo patógeno que se encuentra en el medio ambiente, en el suelo, el agua y ciertos alimentos. Esta bacteria tiene la capacidad de sobrevivir y multiplicarse en condiciones de refrigeración, lo que la hace especialmente peligrosa en alimentos almacenados en frío.

Los síntomas varían desde cuadros leves similares a una gripe, con fiebre, dolores musculares y malestar general, hasta infecciones graves como meningitis, septicemia o complicaciones en el embarazo, que pueden resultar en abortos espontáneos o partos prematuros.

La bacteria se transmite principalmente a través del consumo de alimentos contaminados, como productos lácteos sin pasteurizar, carnes poco cocidas, pescados ahumados, embutidos y vegetales crudos. Por ello, es crucial seguir prácticas de higiene alimentaria rigurosas, como lavar y cocinar bien los alimentos, evitar productos de riesgo y mantener la cadena de frío para prevenir infecciones por listeria.