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¿Qué relación existe entre la carne roja y la demencia, según un estudio de Harvard?

Investigación y Tecnología

Los especialistas sugieren centrarse en incorporar más alimentos que beneficien a la salud cerebral

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Carne procesada / Freepik

El intestino está considerado como el segundo cerebro y una vez más la ciencia lo demuestra. Esta vez la fuente proviene de la Universidad de Harvad, donde un reciente estudio publicado en la revista Neurology de la Academia Estadounidense de Neurología, ha revelado la relación existente entre el consumo de carne roja, especialmente la procesada, y un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

La investigación, que ha sido realizada por el equipo del General de Massachusetts Brigham y liderada por el doctor Dong Wang, del Brigham and Women's Hospital en Boston, ha destacado el impacto negativo que tienen ciertos alimentos en nuestra salud cerebral y aseguran que "es una realidad que no debe ser ignorada".

El consumo excesivo de carnes rojas procesadas como tocino, salchichas y mortadela, según el estudio, se asocia directamente con un aumento en las probabilidades de padecer problemas cognitivos con el paso del tiempo. Recordemos que el deterioro cognitivo se refiere a una disminución en la capacidad que tiene una persona para pensar, razonar, recordar o realizar tareas mentales de manera eficiente.

Esto quiere decir que la persona se enfrentaría a una serie de problemas que afectan a las funciones congitivas que son las encargadas de la atención, el lenguaje, la percepción, la capacidad de resolver problemas y de la memoria. De ahí, la importancia de este hallazgo que, a su vez, apoya la relación establecida en otros estudios entre las dietas poco saludables, las enfermedades crónicas y los trastornos neurológicos en las etapas avanzadas de la vida.

El papel de las grasas saturadas en la salud cerebral

Uno de los principales factores que explican esta conexión es el alto contenido de grasas saturadas presente en la carne roja. Estas grasas, según investigaciones previas, están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, siendo esta última, según el Hospital QuirónSalud de Sevilla, cada vez más frecuente en sectores de la población cada vez más jóvenes, condiciones que también tienen un impacto significativo en la salud cerebral.

"Sabemos que el corazón y el cerebro están profundamente conectados. Las enfermedades que afectan al sistema cardiovascular también pueden comprometer el flujo sanguíneo al cerebro, incrementando el riesgo de deterioro cognitivo y demencia", señala el doctor Wang.

Además, se ha encontrado que la inflamación crónica que generalmente tiene su respuesta en una dieta rica en grasas saturadas y alimentos procesados, podría desempeñar un papel crucial en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas. Estos procesos inflamatorios pueden dañar las células cerebrales y acelerar el deterioro cognitivo con el tiempo.

Alternativas más saludables para reducir el riesgo

La buena noticia es que los resultados del estudio no solo apuntan al problema, sino también a posibles soluciones. El doctor Wang enfatiza que hacer cambios en la dieta puede marcar una diferencia significativa en la salud cognitiva a largo plazo.

"Reemplazar la carne roja procesada con opciones más saludables, como nueces, pescado y aves, puede reducir considerablemente el riesgo de deterioro cognitivo y demencia", afirma el especialista. Estos alimentos contienen nutrientes esenciales como ácidos grasos omega-3, antioxidantes y proteínas magras que promueven la salud del cerebro.

El pescado, por ejemplo, es una fuente rica en omega-3, un tipo de grasa saludable que ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias y neuroprotectoras. Por su parte, las nueces son una excelente fuente de antioxidantes y grasas insaturadas, que también ayudan a combatir el estrés oxidativo y a mantener la función cerebral.

Un llamado a la prevención

Los hallazgos de este estudio refuerzan la importancia de adoptar una dieta equilibrada como una herramienta clave para la prevención de enfermedades crónicas y cognitivas. Si bien el consumo ocasional de carne roja no representa un problema grave, los expertos recomiendan limitar su ingesta, especialmente cuando se trata de productos procesados.

En lugar de enfocarse únicamente en lo que se debe evitar, los especialistas sugieren centrarse en incorporar más alimentos que beneficien a la salud cerebral. Verduras, frutas, granos integrales y proteínas magras pueden formar la base de una dieta que no solo promueva la longevidad, sino también una buena calidad de vida en la vejez.

El doctor Wang concluye que, aunque factores como la genética y la edad también influyen en el desarrollo de la demencia, adoptar un estilo de vida saludable puede reducir significativamente el riesgo. "Cada pequeño cambio cuenta. Sustituir un desayuno con tocino por uno con nueces o añadir más pescado a las comidas puede ser un primer paso hacia una mejor salud cerebral".

Este cambio se asoció con un 19% menos de riesgo de demencia, 1,37 años menos de envejecimiento cerebral y un 21% menos de riesgo de problemas cognitivos graves.

Resultados del estudio sobre la carne roja y la salud cognitiva

El estudio incluyó un amplio grupo de participantes para analizar la relación entre el consumo de carne roja y el riesgo de demencia, deterioro cognitivo y otros problemas relacionados con el envejecimiento cerebral.

  1. Demencia: Se estudiaron 133.771 personas (65,4% mujeres) con una edad promedio de 48,9 años. Los resultados mostraron que quienes consumían más carne roja procesada (al menos 0,25 porciones al día) tenían un 13% más de probabilidades de desarrollar demencia, en comparación con quienes consumían menos de 0,10 porciones al día.
  2. Deterioro Cognitivo Subjetivo (SCD): En este análisis participaron 43.966 personas (77,1% mujeres) con una edad promedio de 77,9 años. El consumo de carne roja procesada aumentó el riesgo de experimentar deterioro cognitivo subjetivo en un 14%.
  3. Envejecimiento Cognitivo: En un grupo de 17.458 mujeres con una edad promedio de 74,3 años, se observó que consumir más carne roja procesada aceleraba el envejecimiento cerebral. Esto significó un envejecimiento de 1,61 años adicionales en la capacidad cognitiva global y de 1,69 años adicionales en la memoria verbal por cada porción adicional diaria de carne roja procesada.
  4. Carne roja no procesada: El consumo elevado (al menos 1 porción al día) también mostró un impacto negativo, aumentando en un 16% el riesgo de experimentar problemas cognitivos graves.

Fuentes referenciales:

https://www.infosalus.com/salud-investigacion/noticia-vinculo-carne-roja-envejecimiento-cerebral-alimentando-demencia-20250116081904.html#google_vignette

https://www.neurology.org/doi/10.1212/WNL.0000000000210286

https://cuidateplus.marca.com/alimentacion/nutricion/2025/01/16/adios-carne-roja-reduce-consumo-prevenir-enfermedad-182704.html

https://www.quironsalud.com/es/comunicacion/contenidos-salud/aumenta-prevalencia-factores-riesgo-cardiovascular-jovenes

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