¿Cómo reducir el abdomen bajo, una de las partes del cuerpo que más nos acomplejan?
Investigación y Tecnología
El sueño desempeña un papel crucial en la regulación del peso corporal y la distribución de la grasa
La infusión que fomenta la relajación muscular para tomar después de un día actividad física intensa

La altura, las arrugas, las canas o la gordura. Todos tenemos una parte de nuestro cuerpo que nos gusta menos, pero que curiosamente es en la que más nos fijamos y a la que mayor atención le prestamos. Es conocido como complejo y se refiere a ese malestar emocional y psicológico que nos lleva a sacar juicios negativos sobre nuestra apariencia física. Hay muchas razones para tener esa visión distorsionada y subjetiva de lo que creemos que es la realidad, lo cual puede convertirse en un problema ya que puede limitarnos en nuestra vida, sobre todo si rozamos la obsesión por querer eliminar o cambiar esa zona concreta de nuestro cuerpo que no nos gusta.
Una de esas partes que más llegan a acomplejarnos es la zona baja del abdomen, donde muchas veces se almacena la grasa y que, por mucho que nos cuidemos, no conseguimos eliminar. Sin embargo, debemos tener en cuenta que cada cuerpo es único y va cambiando según la etapa de nuestra vida en la que nos encontremos. Por eso, no hay una única razón que justifique esa grasa localizada, ni podemos asociarlo a una sola causa, así como tampoco se puede establecer una "solución mágica". Lo que nos dicen los expertos es que una de las maneras más efectivas de ir eliminándola, poco a poco, es con el ejercicio.
El problema de la grasa del abdomen bajo
La acumulación de grasa en el abdomen bajo es motivo de complejo para muchas personas, pero es un "problema" que tiene solución, si integramos en nuestra vida diaria la combinación de ejercicios adecuados para conseguirlo. Hacemos referencia, en este caso, a intercalar la práctica de ejercicios cardiovasculares con los de resistencia, ya que con los primeros aumentamos nuestra frecuencia cardíaca, promoviendo un mayor gasto calórico, mientras que los ejercicios de resistencia fortalecen nuestra musculatura, incrementando el metabolismo basal. Veamos algunos ejemplos:
- Ejercicios cardiovasculares: Actividades como correr, nadar y montar en bicicleta a una intensidad moderada a vigorosa son efectivas para la pérdida de grasa. Estas actividades elevan la frecuencia cardíaca y mejoran la capacidad aeróbica, facilitando la quema de calorías.
- Entrenamientos de intervalos de alta intensidad (HIIT): Este tipo de entrenamiento combina períodos cortos de ejercicio intenso con descansos breves, lo que ha demostrado ser eficaz en la reducción de grasa abdominal. Por ejemplo, realizar sprints de 30 segundos seguidos de 30 segundos de descanso, repetidos durante 15-20 minutos, puede ser altamente beneficioso.
- Ejercicios de resistencia: El entrenamiento de fuerza, como levantamiento de pesas o ejercicios con el propio peso corporal (por ejemplo, sentadillas, flexiones), ayuda a aumentar la masa muscular. Una mayor masa muscular se traduce en un metabolismo más activo, lo que contribuye a la quema de grasa incluso en reposo.
La zona abdominal se compone de varios grupos musculares. Esta es la razón que explicaría por qué cuando llevamos un tiempo trabajando los abdominales conseguimos tener la parte de arriba más tonificada y plana que la de abajo, la cual sigue teniendo esa pequeña curvatura que parece que se resiste a los entrenamientos. Lo que sucede es que muchas veces no es cuestión de actividad, sino de observar otros factores que están impidiendo que también se ponga plana.
Hábitos de sueño saludables
El sueño desempeña un papel crucial en la regulación del peso corporal y la distribución de la grasa. Esto quiere decir que si tenemos falta de sueño se alteran también las hormonas que controlan el apetito, aumentando la grelina (hormona que estimula el hambre) y disminuyendo la leptina (hormona que induce la saciedad). Esto se traduce en una mayor ingesta calórica y acumulación de grasa en la zona abdominal.
Para mejorar la calidad del sueño y, por tanto, poder reducir el abdomen bajo, se recomiendan las siguientes prácticas:
- Establecer un horario de sueño regular: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico y mejora la calidad del sueño.
- Crear una rutina de relajación antes de dormir: Actividades como leer, tomar un baño tibio o practicar técnicas de relajación pueden facilitar la transición al sueño.
- Limitar la exposición a dispositivos electrónicos: Evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse, ya que la luz azul que emiten puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Cenar temprano y de forma ligera: Para favorecer una mejor digestión y calidad del sueño, lo que va a contribuir a que controlemos mejor nuestro peso.
La combinación de ejercicios cardiovasculares y de resistencia, junto con la adopción de hábitos de sueño saludables, es fundamental para la reducción de la grasa abdominal, por lo que con el tiempo vamos a notar una mejora en nuestra composición corporal y en nuestra salud en general.
Y si quieres ponerte ya "manos a la obra" con la rutina de ejercicios para reducir el abdomen bajo, la entrenadora e influencer, Patri Jordán, nos muestra una rutina de ejercicios para trabjar esta zona del cuerpo en el siguiente vídeo publicado en su canal de Youtube.
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