Estas son las recomendaciones oficiales que debes seguir para evitar la picadura de una garrapata y cómo actuar en caso de contacto

Las garrapatas y las pulgas son algunas de las plagas más comunes en verano. Y, concretamente las primeras, pueden ser causantes de enfermedades como la fiebre hemorrágica Crimea-Congo. En este sentido, hace sólo un día, la Consejería de Salud y Consumo activó, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, el protocolo ante un posible caso.

Este mismo periódico informaba entonces de que, tras la valoración clínica y los análisis preliminares, se han enviado muestras al Centro Nacional de Microbiología para confirmar si, efectivamente, se trata de esta enfermedad. Así, es inevitable preguntarse qué podemos hacer los ciudadanos para prevenir situaciones similares.

Por ello, tanto la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) como la Junta de Andalucía han emitido una serie de recomendaciones, optando por la información como base para evitar un mal mayor.

Cómo evitar la picadura de garrapata

“Las garrapatas son antrópodos que actúan como parásitos alimentándose de la sangre de los animales, incluido el ser humano y viven en el suelo, normalmente ocultas entre la hierba o los arbustos”, informa la AEMPS. Del mismo modo, señala que “algunas garrapatas pueden estar infectadas con organismos patógenos (…). Por ello, pueden transmitir enfermedades como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, fiebre exantemática mediterránea o enfermedad de Lyme, entre otras”.

Para evitar la picadura de garrapata, la AEMPS recomienda los repelentes de uso humano como una medida eficaz para su prevención. Asimismo, “el repelente debe contar con una autorización para su comercialización, que figurará en el etiquetado” y deben seguirse siempre las instrucciones del fabricante. En este caso, el biocida no matará al insecto, pero si evitará que se acerque a las zonas de piel en las que se haya aplicado el repelente.

Sin embargo, y como añade la Junta de Andalucía, “ningún repelente protege al 100% de la picadura”. Por ello, es fundamental conocer el hábitat en el que viven las garrapatas y actuar en consecuencia. Ambas instituciones coinciden en que es conveniente, siempre que sea posible, mantenerse por el centro de amplios senderos y no caminar en medio de la hierba alta o la maleza, ni sentarse o tumbarse en el borde de caminos o en medio de la vegetación. Por consiguiente, es recomendable utilizar calzado cerrado y pantalones largos de colores claros.

Recomendaciones ante un posible contacto

En el caso de que exista la sospecha de haber mantenido un posible contacto con garrapatas, la AEMPS acerca a la población una serie de recomendaciones a seguir para hacer frente a la situación de la mejor manera posible:

• Revisar bien todo el cuerpo para detectar la presencia de alguna garrapata. Como recuerda la Junta de Andalucía, “sus picaduras no suelen generar dolor ni picor”, por lo que hay que estar bien atentos. En este punto, es aconsejable prestar especial atención a las axilas, ingles, cabello, ombligo, zona posterior de las orejas y alrededor de la cintura, ya que “son zonas de piel fina, con mayor flujo sanguíneo y humedad”, agrega la Junta.
• Lavar la ropa con agua caliente.
• Si hay una garrapata adherida al cuerpo, debe ser extraída lo antes posible, preferentemente por un profesional sanitario.
• Si en los días siguientes a la picadura se observan síntomas, hay que buscar atención médica indicando lo sucedido.

Cómo actuar en caso de tener perro

Los seres humanos no son, desde luego, las únicas víctimas de las garrapatas. Por ello, la Junta de Andalucía recuerda a los dueños de perro la importancia de contar siempre con un tratamiento antiparasitario adecuado. No sólo en verano, sino en toda época del año.

Por último, hay que evitar tocar a los animales silvestres o al ganado, durante las salidas campestres; ya que, en cualquier caso, podrían tener alguna garrapata adherida a su cuerpo que nos pudiese afectar.

A la hora de hacer actividades al aire libre, muy propias de este tiempo, como senderismo, camping, picnic o montar en bicicleta, es el momento en el que más cuidado hay que tener. Por ello, conviene usar repelentes y, al regresar a casa, revisar bien la ropa y a nosotros mismos para asegurarnos de que no hemos tenido ningún contacto con garrapatas.