Tres razones por las que te quedas incapacitado delante del público

Llevas mucho tiempo preparándote para dar lo mejor de ti. Estas confiado en que todo saldrá bien, pero a medida que se va acercando el momento, te van entrando inseguridades. Aparece de nuevo en tu cabeza la autocrítica exigente que te pensar que habrá un juicio negativo desde el otro lado. La ansiedad viene a tu cabeza y te lo dicen tus manos sudorosas y tu corazón acelerado que nubla tu pensamiento haciéndote creer que no estás capacitado para sacar adelante ese momento, dejándote con muchas dificultades para hablar en público y produciéndote, entre otros, los siguientes efectos:

1. Pánico escénico extremo: El pánico escénico se manifiesta de manera intensa y lo hace dejándote dificultad para respirar, temblores, sudoración excesiva, taquicardia y una sensación abrumadora de ansiedad. Esta reacción puede ser tan paralizante que la persona es incapaz de hablar, moverse o realizar cualquier acción en el escenario.
2. Bloqueo mental: En ocasiones, el estrés y la presión del momento pueden provocar un bloqueo mental en el escenario. Esto significa que la persona se queda en blanco y es incapaz de recordar lo que tenía que decir, cantar o tocar en su actuación, por ejemplo.
3. Autoestima baja o miedo al fracaso: Las personas con baja autoestima o con un intenso miedo al fracaso tienen una barrera a la hora de salir al escenario y tiene que ver con la preocupación por ser juzgado o ridiculizado por el público, lo que puede llevar a una sensación de parálisis o incapacidad para actuar. La falta de confianza en uno mismo hace que entren dudas en la cabeza sobre las propias habilidades, lo que dificulta la capacidad de la persona para desarrollar de manera efectiva lo que tenía preparado. Si la persona se enfoca demasiado en sus defectos percibidos o en la posibilidad de cometer errores, puede dudar de su propia confianza y hacer que se sienta insegura sobre su capacidad para comunicarse efectivamente con el público.

Formas de calmarse antes de hablar en público

1. Práctica de respiración profunda: Antes de salir al escenario, tómate un momento para llevar a cabo la respiración profunda. Respira lenta y profundamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Concéntrate en llenar tu abdomen con aire y luego liberarlo lentamente. Esta técnica puede ayudar a reducir la ansiedad y calmar los nervios.
2. Visualización positiva: Dedica unos minutos a visualizar una experiencia exitosa en el escenario. Imagina que estás actuando con confianza y habilidad y que el público está respondiendo positivamente a tu presentación. Visualiza cada detalle, desde tu postura segura hasta la reacción entusiasta de la audiencia. De esta forma, fortalecerás tu confianza y el pánico escénico desaparecerá poco a poco.
3. Ejercicio de relajación muscular progresiva: Realiza un ejercicio de relajación muscular progresiva para liberar la tensión y el estrés acumulados en tu cuerpo. Comienza por tensar y luego relajar cada grupo muscular, comenzando por los pies y avanzando hacia arriba hasta la cabeza. Observa las sensaciones de relajación que experimentas según liberas la tensión muscular y comprobarás cómo va aliviando tu ansiedad, así como también te vas preparando mentalmente para enfrentar el escenario de una manera más calmada.