Queratitis actínica: ¿qué es y por qué estamos más expuestos a contraer esta enfermedad en verano?

Investigación y Tecnología

Para evitar la queratitis actínica debemos utilizar gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UV-A y UV-B

Los ojos de los niños son un 75% más sensibles que los de los adultos

Sanidad lanza esta advertencia: "La aplicación única de fotoprotector no es suficiente para la protección frente a la radiación solar"

Mujer tomando el sol con gafas / Freepik

La queratitis actínica es una inflamación de la córnea causada por la exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV). La OMS calcula que más de tres millones de personas cada año se quedan ciegas por un exceso de radiación solar

Esta patología produce una serie de daños a personas que, por las razones que sean, pasan mucho tiempo al aire libre sin la protección ocular adecuada.

Muchas veces ese tiempo de exposición se traslada a los más pequeños, sin pensar en las consecuencias que puede tener para ellos pasar demasiado tiempo al sol sin medidas preventivas, fundamentalmente gafas de sol. Los ojos de los niños son un 75% más sensibles que los de los adultos.

Síntomas de la queratitis actínica

Los síntomas de la queratitis actínica pueden aparecer varias horas después de la exposición a la radiación UV y producen sensación de ardor o escozor en los ojos.

El vocal de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso, y oftalmólogo en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega explica que "Esta patología se produce por exposiciones prolongadas al sol, una inflamación en la córnea que puede dar lugar a un ojo seco, así como visión borrosa, enrojecimiento, e incluso dolor", subraya este oftalmólogo.

Si no se trata adecuadamente, la queratitis actínica puede llevar a complicaciones más graves, como infecciones oculares debido al daño en la córnea, úlceras corneales y en casos más extremos, el daño a la córnea puede resultar en pérdida parcial o total de la visión.

Prevención de la queratitis actínica

La prevención es clave para evitar la queratitis actínica así que debemos utilizar gafas de sol que bloqueen el 100% de los rayos UV-A y UV-B, además de limitar el tiempo de exposición al sol, especialmente durante las partes del día de radiación UV más intensa (10 a.m. a 4 p.m.).

A la hora de prevenir la queratitis actínica hay que intentar que nos dé la menos cantidad de sol posible en la zona de la cara. Por eso, sería bueno complementar las gafas de sol con sombreros de ala ancha para que nos aporten sombra adiccional. Las medidas preventivas de la queratitis actínica deben tomarse durante todo el año. De ahí, la recomendación de gafas protectoras específicas para practicar actividades en la nieve con las que también se cubran los laterales de los ojos.

Por lo que respecta a los menores, el oftalmólogo recuerda que deben llevar gafas de sol desde que son recién nacidos ya que en el primer año de vida es conveniente evitar recibir los rayos de sol directamente en los ojos y en la piel.

"A partir de ahí es muy importante que empleen gafas de sol desde pequeños porque el cristalino no está totalmente desarrollado y filtra peor esa luz ultravioleta", aclara este oftalmólogo.

Cómo tienen que ser las gafas de sol

La principal medida protectora que podemos darle a nuestros ojos es el uso de gafas de sol, pero "no vale unas que sólo cubran la parte central del ojo". Hay que optar por las de categoría tres en adelante dado que filtran a partir del 90% de la radiación ultravioleta (UV), y además disminuyen el impacto de los rayos en las superficies blancas (arena, agua de mar y piscina y nieve).

 "Son buenas a partir de la categoría 3, que filtran entre 95 y 100% de la radiación ultravioleta. Esto no sólo hay que llevarlas en días de sol porque las nubes dejan pasar entre el 85 y el 90% de la luz ultravioleta. Entonces sihay resol también es recomendable llevar las gafas", concluye Luis Fernández-Vega.

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