Que la primera ola de calor no te pille por sorpresa: recomendaciones del Ministerio de Sanidad sobre los factores de riesgo y plan de prevención contra las temperaturas extremas

Los servicios de información meteorológicas llevaban días anunciando que se avecinaba una ola de calor en la que se iban a alcanzar temperaturas bastante altas en el país pudiendo llegar a perjudicar a colectivos más vulnerables cuando llega esta situación.

Exponerse a temperaturas extremas conlleva unos riesgos para la salud como la deshidratación, calambres, insolación o golpes de calor que pueden incluir síntomas como inestabilidad en la marcha, convulsiones o incluso el coma.

Para protegerse ante estos riesgos, el Ministerio de Sanidad ha aprobado el Plan Nacional de actuaciones preventivas por las altas temperaturas con el fin de reducir el impacto sobre la salud del exceso de calor.

Plan Nacional de prevención de altas temperaturas

El plan fue activado el pasado 16 de mayo y una de las actuaciones prioritarias es alertar a las autoridades sanitarias y a la ciudadanía con la suficiente antelación sobre las posibles situaciones de riesgo.

Para ello, el Ministerio de Sanidad facilitará diariamente a las Comunidades Autónomas las predicciones de temperaturas máximas elaboradas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) así como los niveles de riesgo sanitario por altas temperaturas.

Esta información también está disponible en la página del Ministerio de Sanidad para todas las personas que deseen consultarlo. El Plan Nacional de prevención de altas temperaturas establece en cada zona territorial un umbral de temperatura que podría impactar en salud debido a que se ha observado una relación, por estadística, entre mortalidad y calor.

Consulta a tu profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora

Un aspecto importante de este Plan Nacional es la implicación con los servicios sociales, ya que las personas mayores son el colectivo más vulnerable frente a las altas temperaturas, por lo que se necesita la coordinación y colaboración de las administraciones tanto a nivel central como autonómico y local, de organizaciones sociales, además de la concienciación y el apoyo a los colectivos más sensibles.

Otro elemento que consideran importante desde el Ministerio es la información a la población fundamentalmente a los grupos de mayor riesgo y a los profesionales sanitarios y de los servicios sociales.

Principales factores de riesgo

Para tomar las medidas oportunas, hace falta saber quiénes son los grupos de riesgo y el Ministerio de Sanidad ha dividido los factores de riesgo en personales, ambientales, laborales o sociales y locales. En su página web, queda recogido de la siguiente manera:

Factores personales

• Personas mayores de 65 años.
• Lactantes y menores de 4 años.
• Mujeres gestantes.
• Enfermedades cardiovasculares, respiratorias y mentales (demencias, párkinson, alzhéimer…).
• Enfermedades crónicas (diabetes mellitus, obesidad mórbida…).
• Ciertos tratamientos médicos (diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes).
• Trastornos de la memoria, dificultades de compresión o de orientación o poca autonomía en la vida cotidiana.
• Dificultades en la adaptación al calor.
• Enfermedades agudas durante los episodios de temperaturas excesivas.
• Consumo de alcohol y otras drogas.

Factores ambientales, laborables o sociales

• Personas que viven solas.
• Personas sin hogar.
• Personas con condiciones económicas desfavorables.
• Habitar viviendas que alcanzan temperaturas interiores excesivas debido a una deficiente capacidad para regular las temperaturas por medios activos o pasivos.
• Exposición excesiva del calor por razones laborales (trabajo manual en el exigen un elevado contacto con ambientes calurosos), deportivas (deportes de gran intensidad física) o de ocio.
• Exposición excesiva al calor en los centros educativos.
• Contaminación ambiental.
• Ambiente muy urbanizado.
• Exposición continuada durante varios días a elevadas temperaturas que se mantienen por la noche.

Factores locales

• La demografía, que determina la composición de la pirámide de población, y por tanto, la importancia de los grupos susceptibles.
• La climatología, en la medida que los individuos se adaptan al clima local. Esto explica que el efecto de los extremos térmicos no dependa de valores absolutos, sino de que nos encontremos, o no, dentro del intervalo de normalidad de las temperaturas en un cierto lugar.

Los factores locales tienen un papel decisivo, ya que condicionan la temperatura de confort, las temperaturas umbrales que debemos tener en cuenta y la asociación temperatura-mortalidad, es decir, la magnitud del impacto.

Recomendaciones para hacer frente a la primera ola de calor

1. Bebe agua y líquidos con frecuencia, aun sin sentir sed
2. Las bebidas muy azucaradas, con alcohol o con cafeína favorecen la deshidratación, así que evítalas
3. Presta especial atención a bebés y menores, lactantes y mujeres gestantes, así como personas mayores o con enfermedades que puedan agravarse con el calor.
4. Permanece el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados y refréscate cada vez que lo necesites.
5. Procura reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas centrales del día.
6. Usa ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
7. Nunca dejes ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado, especialmente a menores de edad, mayores o con enfermedades crónicas.
8. Consulta a tu profesional sanitario ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las temperaturas elevadas.
9. Mantén tus medicinas en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar su composición y sus efectos.
10. Haz comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc).