Motivos por los que es más importante practicar deporte que perder peso para vivir más años
Investigación
A mayor nivel de aptitud física cardio-respiratoria, menor será el riesgo de mortalidad, independientemente del IMC que se posea
El 'jet lag' alimentario del fin de semana te puede hacer ganar hasta cuatro kilos
Es una teoría muy extendida y popular entre la población aquella que asegura que la delgadez y la pérdida de peso es casi el secreto de la 'eterna' juventud y también del elixir de la vida. Sin embargo, pese a la creencia, cuando se trata de estar sano y reducir el riesgo de mortalidad, el aumento de la actividad física y la mejora de la forma física parecen ser superiores a la pérdida de peso, según una nueva investigación publicada en la revista 'iScience'.
Combinar ambos factores, el de una buena alimentación y el ejercicio físico, sería lo ideal para reducir el riesgo de sufrir enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Sin embargo, los investigadores aseguran en este trabajo que es más importante prestar atención a la forma física que a la pérdida de peso para las enfermedades relacionadas con la obesidad.
Incidencia en obesos
La prevalencia de la obesidad en el mundo se ha triplicado en los últimos 40 años y, junto con ese aumento, las dietas y los intentos de perder peso también se han disparado.
En este contexto, los autores sostienen que el empleo de un enfoque neutro en cuanto al peso para el tratamiento de las afecciones relacionadas con la obesidad también reduce los riesgos para la salud asociados a las dietas yo-yo.
"Nos gustaría que la gente supiera que los gordos pueden estar en forma, y que los cuerpos sanos y en forma tienen todas las formas y tamaños”, explica el coautor Glenn Gaesser, del College of Health Solutions de la Universidad Estatal de Arizona, en Estados Unidos.
''Somos conscientes de que, en una cultura obsesionada con el peso, puede resultar difícil que los programas que no se centran en la pérdida de peso tengan éxito. No estamos necesariamente en contra de la pérdida de peso; sólo creemos que no debería ser el criterio principal para juzgar el éxito de un programa de intervención sobre el estilo de vida", advierte, en declaraciones recogidas por Europa Press.
Otro de los coautores explica que "esto es especialmente importante si se tienen en cuenta las realidades fisiológicas de la obesidad. El peso corporal es un rasgo altamente heredable, y la pérdida de peso se asocia con alteraciones metabólicas sustanciales que, en última instancia, frustran el mantenimiento de la pérdida de peso".
Centrarse en la forma física
Los autores afirman que, al centrarse en la forma física en lugar de en la pérdida de peso, las personas pueden obtener los beneficios del ejercicio y evitar los riesgos asociados a los ciclos de peso.
En sus últimas directrices, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos acumulen entre 150 y 300 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada (la intensidad equivalente a caminar a ritmo casual o rápido) o actividades físicas de intensidad vigorosa entre 75 y 150 minutos semanales.
"Es importante tener en cuenta que los beneficios del ejercicio dependen de la dosis, y que los mayores beneficios se obtienen con sólo salir de la zona de la patata de sofá para hacer al menos alguna actividad de intensidad moderada También es importante destacar que la actividad física puede acumularse a lo largo del día. Por ejemplo, varios paseos cortos durante el día (incluso de dos a diez minutos cada uno) son tan beneficiosos como un paseo largo para la salud", aconseja Gaesser.
Hay un gran número de estudios realizados enfocados en encontrar la dosis "óptima" de ejercicio que asegure una reducción de la mortalidad. A día de hoy, sabemos que reducir la aptitud por 1 MET, incrementa la mortalidad por todas las causas un 13%.
El MET prevalece sobre el IMC en el riesgo de mortalidad
El MET es una unidad de medida del índice metabólico que nos indica la cantidad de calor emitido por una persona en posición de sentado por metro cuadrado de piel. Dicha cifra depende de la composición corporal y el estado de forma de cada persona. A mayor nivel de aptitud física cardio-respiratoria, menor será el riesgo de mortalidad, independientemente del IMC que se posea.
¿Qué quiere decir esto? que las personas que poseen sobrepeso u obesidad pero que practican actividad física diaria y tienen un mejor estado de forma, tienen menor riesgo de mortalidad que una persona con un IMC inferior que no realiza ninguna actividad.
Limitaciones del estudio
En la revisión, los autores citan investigaciones recientes centradas en la magnitud de la reducción del riesgo de mortalidad asociada a la pérdida de peso en comparación con la asociada a un aumento de la actividad física o la aptitud cardiorrespiratoria. Para llevarla a cabo, utilizaron meta-análisis de varios estudios realizados en distintos periodos de tiempo y en una amplia zona geográfica
Sin embargo, los investigadores reconocen las limitaciones del cuerpo de investigación existente, incluyendo el hecho de que este campo depende en gran medida de los estudios epidemiológicos que no establecen definitivamente la causa y el efecto.
Según recoge Europa Press, reconocen que solo los grandes ensayos clínicos aleatorios y controlados pueden examinar plenamente los resultados de utilizar un enfoque centrado en la aptitud física para optimizar el riesgo de mortalidad cardiometabólica en las personas que son obesas.
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