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Día Mundial de la hipertensión arterial
La sal salse ha utilizado para saborear y preservar los alimentos durante miles de años. Fue el primer condimento, ha tenido múltiples usos, se le han atribuido poderes mágicos y curativos y permite conservar los alimentos por mucho tiempo. Además, la disponibilidad de sodio y cloro, los minerales principales que la componen, y también potasio, permite que las células del organismo realicen funciones básicas de transmisión de impulsos eléctricos, contribuye a mantener el volumen sanguíneo y la presión arterial. Sin embargo, una ingesta excesiva de la misma, puede dañar el corazón y provocar problemas en la salud. Hoy, en el Día Mundial de la hipertensión arterial, te contamos cuántas 'cucharaditas' son necesarias para desencadenar riesgos en nuestro organismo.
La hipertensión es un problema de salud pública. La Organización Mundial de la Salud ha reportado que la hipertensión afecta a mil millones de personas en el mundo y es causa de 9 millones de muertes anualmente; estas muertes representan el 55% de los 17 millones de fallecimientos atribuibles a enfermedades cardiovasculares. Por su parte, estas cifras indican la importancia que tiene que tener la reducción de sal en nuestras dietas; en otras palabras, la reducción en la ingesta de sal tiene efectos positivos para disminuir la presión arterial, tanto en las personas que la tienen normal como en hipertensos. Sin duda, es la medida más eficaz para reducir enfermedades del corazón y accidentes. cerebrovasculares hemorrágicos.
Se desconocen los requisitos mínimos diarios exactos de sal, pero se estima que está cerca de 1,25 g – 2,5 g (0,5 – 1 g de sodio) al día. (Dado que la sal se encuentra en una gran variedad de alimentos, el riesgo de deficiencia es bajo. )La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la OMS, han declarado que una ingesta de sal de 5 g al día (equivalente a 2 g de sodio) es suficiente para satisfacer nuestros requisitos tanto de sodio como de cloruro, así como reducir nuestro riesgo de alta presión arterial y cardiopatía. Esto equivale a cerca de 1 cucharadita de sal por día de todas las fuentes.
Otro estudio de Harvard, concluyó que dos cucharaditas de sal al día dañan el corazón. Según el informe, publicado en el Journal of the American College of Cardiolog, una ingesta de sodio superior a 3,7 g/día se asocia con la disfunción cardíaca.
El estudio se llevó a cabo con 2.996 personas con una edad promedio de 49 años, de las cuales el 54% padece hipertensión. Los resultados demuestran que superar la cifra de 3,7 g/día contribuye a un remodelamiento cardíaco adverso, a una peor tensión arterial sistólica y a una mayor velocidad diastólica.
Eso sí, según dicen los investigadores esto también está relacionado con los hábitos de vida d hábitos de vidae estas personas. Si el organismo está sano y los parámetros de alimentación son buenos, normalmente el organismo es capaz de combatir un aumento en la ingesta de sal. Mientras, otros individuos con malos hábitos alimenticios en general, las posibilidades serán mayores y habrá que reducir la ingesta de sal.
Si hay un detonante por excelencia que debilite estos mecanismos, es el paso del tiempo. ''Con la edad se produce un endurecimiento fisiológico de las arterias (arteriosclerosis) que hace que la tensión arterial suba (fundamentalmente la tensión arterial sistólica) y que nos fuerza a restringir la sal para normalizar la tensión arterial''.
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