Estos son los peligros que puede causar la nube de polvo del Sáhara para la salud

Durante las últimas horas, las redes sociales y las portadas de los medios se han inundado con fotos y escenarios propios de estampa espacial debido al fenómeno causado por una 'extraña' nube de polvo procedente del Sáhara. Pero lejos de ser un simple evento que desafía la imaginación, se trata de un fino polvo en suspensión que tiene consecuencias nefastas para la salud y la calidad del aire. Según indican varios expertos a EFE, se trata de una situación ''excepcional'' que consiste en una lengua de polvo procedente del Sáhara impulsado de sur a norte por los vientos generados por la borrasca Celia.

Se trata de aire cálido o 'calima', con el que la madrugada de este martes se han superado los 20 grados en ciertos puntos del sureste peninsular, con 18 grados en puntos del Cantábrico oriental. Cada año, más de 100 millones de toneladas de polvo sahariano se levantan desde el desierto, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE.UU., y buena parte llega a Europa y América.

Eso sí, este episodio, inédito para las zonas geográficas de nuestro país en las que se está dejando ver, es, por el contrario, muy bien conocido en lugares como las Islas Canarias. Y es que rara vez ha cubierto un área tan grande o ha alcanzado tal magnitud. Además, desde AEMET advierten que en los próximos días con el aumento de precipitaciones se producirá lo que se conoce como ''lluvia de barro''. Pero, ¿cuáles pueden ser sus consecuencias para la salud?

CONSECUENCIAS PARA LA SALUD

El problema de esta situación está en la alta concentración de partículas PM10. Las PM10 se pueden definir como aquellas partículas sólidas o líquidas de polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen, dispersas en la atmósfera, y cuyo diámetro varía entre 2,5 y 10 µm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro).

Normalmente a partir de 40 µg/m³ se considera que la cantidad de polvo en suspensión empieza a condicionar negativamente la calidad del aire y, por tanto, es perjudicial para la salud. Así, se considera que hay una situación de riesgo para la salud cuando la densidad de estas partículas es superior al 110 %. Los mayores cuidados deben ser tomados por personas que tienen problemas del grupo EPOC, así como adultos mayores, mujeres embarazadas y niños, señala la OMS.

En cuanto a su efecto sobre la calidad del aire, la calima suele empeorarla, especialmente el índice PM10 -partículas dispersas en la atmósfera con diámetro inferior a 10 µm-, detalla eltiempo.es. En España, en algunos episodios ha llegado a superarse 40 veces el valor máximo recomendado.

En estas infografías, compartidas en un tweet por @jesusdelaosa, experto en EducaciónAmbiental, Comunicación Ambiental, Salud y Medioambiente, se resume su impacto:

Los problemas y síntomas que puede causar sobre la salud son:

• Afecciones respiratorias leves: Obstrucción nasal, picor en los ojos y tos.
• Afecciones respiratorias más graves: Las partículas pueden entrar por nariz y boca al momento de respirar y alojarse en la tráquea, en los bronquios o llegar incluso, en menor tamaño (2,5 micras), hasta los terminales, los bronquios y los alveolos en los pulmones. Además,suelen afectar a las personas que ya padecen enfermedades respiratorias crónicas, como el asma, el enfisema o la bronquitis crónica.
• Efectos proinflamatorios del sistema circulatorio: Pueden empeorar la sintomatología de enfermedades cardiovasculares crónicas y producir episodios como arritmias, infarto agudo de miocardio o accidente cerebrovascular.
• Efectos protombóticos: Debido a los efectos proinflamatorios del sistema circulatorio, se pueden desencadenar eventos oclusivos arteriales o venosos.
• Gripes persistentes: Según la OMS, muchas veces se refieren casos de gripes persistentes o alergias sin causa aparente que pueden haber sido provocadas por el contacto con partículas de origen biológico presentes en estas brumas.
• Daños a embarazadas: como hipertensión gestacional e hipoperfusión placentaria.