"La culpa es como un tetrabrik de leche", así explica un psicólogo sevillano cómo dejar de sentirnos culpables por algo que ya no es un aprendizaje

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El entorno crea un sentimiento de culpa en la persona por haber priorizado el autocuidado y el propio bienestar por encima de placeres instantáneos

Claves para que el autocuidado sea un proceso de trabajo interno y no una meta

Autocuidado / Freepik

Llega el verano y se junta la época de salir más a menudo con la del descanso y, en este sentido, hay diferentes connotaciones. El tiempo pasa, estamos cansados y necesitamos desconectar, pero cada uno lo hace y lo entiende a su manera. Todo va a depender de lo que necesites en ese momento.

Para unas personas, desconectar es sinónimo de salir y hacer muchos planes. Para otras, simplemente quedarse en casa y sin hacer nada o, al menos, hacer algo que requiera más quietud, sobre todo, emocional.

Cuando se trata de maneras tan diferentes de pensar dentro de un mismo círculo de amistades, generalmente, el que decide "no seguir el rollo" a los demás suele ser objeto de burla por parte de los que siempre están dispuestos a poner el pie en la calle. ¿Te suenan las frases del tipo, "ya no eres lo que eras", "quién te ha visto y quién te ve" o "estás viejo"?

"Hay que parar de culpar a las personas por autocuidarse" — Javier García - Psicólogo

Estas frases, según cuenta el psicólogo sevillano, Javier García, son comentarios que recibimos con "cachondeito", aunque sin mala intención por parte de quien las suelta, pero "estos comentarios o bromitas, aunque a menudo sin maldad, pueden llegar a conseguir que una persona se sienta muy mal por hacer el esfuerzo de cuidarse, generarle ansiedad en eventos sociales, dañar su autoestima y dificultar que siga sus metas de autocuidado".

Acabando con el sentimiento de culpa

El psicólogo sevillano asegura que "hay que parar de culpar a las personas por autocuidarse" y que en lugar de avergonzar al que prioriza el autocuidado, deberían "aplaudir el coraje de cuidar sus cuerpos y sus mentes". Vivimos en una sociedad en la que nos justificamos constantemente, damos explicaciones y demostraciones de todo lo que hacemos y cuidarse, más que un gesto de amor propio, parece que sea egoísta.

En este sentido, desde la web De salud psicólogos, definen el sentimiento de culpa como "una alarma habitualmente inconsciente, que tiene como finalidad adaptar nuestros comportamientos a las normas del entorno familiar y social. Habitualmente produce angustia y ansiedad y, si es continuado en el tiempo, puede llegar a la depresión".

El entorno crea ese sentimiento de culpa por haber priorizado el autocuidado y el propio bienestar frente al placer inmediato

Todos hemos pasado por etapas de excesos pero llega un momento en el que, no a todos, el cuerpo pide parar y autocuidarse. Ya no te apetece beber tanto, ni salir tanto, ni hacerlo hasta las tantas.

Muchas veces cuando en tu entorno ven ese tipo de comportamientos, con los que te conviertes en la "oveja negra del grupo", empiezan a pensar que eres aburrido o que "estás viejo", creando un sentimiento de culpa en la persona que recibe esos comentarios por haber priorizado el autocuidado y el propio bienestar por encima de placeres instantáneos.

La culpa está bien cuando aprendemos de ella, pero cuando ya no podemos sacar ningún aprendizaje, debemos desecharla y dejar paso a otros sentimientos que nos aporten bienestar.

¿Y qué pasa si no puedo aprender ninguna lección de mi culpa? El psicólogo sevillano Javier García te lo explica en el siguiente vídeo haciendo una comparativa con un tetrabrik de leche.

Maneras de autocuidarse

El autocuidado puede basarse en muchas actividades gratuitas. Hay otras que requieren de un poco más de inversión que, desde el punto de vista de la psicóloga Patricia Ramírez, conocida en redes sociales como Patri Psicóloga, "no le estás robando tiempo a nadie. Es un tiempo para ti". Ella misma da algunas ideas, en la web de rtve, sobre cómo podemos autocuidarnos: