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Desde que comenzó la vacunación contra la covid-19 en los últimos días del año 2020, los posibles efectos adversos de estas inyecciones fueron algo que preocupó al público general, por la velocidad a la que se desarrollaron y aprobaron, pero que, afortunadamente, no logró empañar el gran paso que estas vacunas supusieron en aquel primer momento.
El virus, por su parte, ha ido mutando y hemos enfrentado a diferentes variantes, que han provocado o amenazado con un aumento de los casos y nuevas olas de la enfermedad; pero de igual forma lo han hecho las vacunas. Sin embargo, pese a los cambios, hay un efecto adverso que se ha ido apareciendo incluso desde las primeras vacunas de Pfizer y Moderna: la linfadenopatía.
Linfadenopatía es el nombre médico que denomina a la inflamación de los ganglios linfáticos. Como explican desde el NIC (Instituto Nacional del Cáncer estadounidense), estos son unas pequeñas estructuras en forma de alubia que se encargan de la filtración de las sustancias transportadas por el líquido linfático. Se encuentran a lo largo del cuerpo (por ejemplo, en las axilas, el cuello, el abdomen y la ingle) y se conectan entre sí por los vasos linfáticos.
Los ganglios linfáticos son claves en el sistema inmunitario de las personas, puesto que al filtrar el líquido linfático, de haber bacterias o virus se ponen en contacto con los linfocitos y se da pie al desarrollo de una respuesta inmune en forma de anticuerpos.
La vacuna de la covid-19 puede provocar una reacción en estos ganglios que lleva a una inflamación de los mismos, aunque no es algo que le ocurra a todo el mundo que ha recibido las dosis de la vacuna. Y, de presentarse, seguramente se note dicha inflamación en los puntos del cuerpo con mayor concentración de los ganglios, como pueden ser las axilas, debajo de la barbilla o el cuello.
Por otra parte, los ganglios también pueden inflamarse respondiendo a una infección bacteriana o por culpa de un virus. En ese caso, se deberá identificar y tratar la causa subyacente de forma adecuada para que desaparezca la linfadenopatía.
La inflamación de los ganglios linfáticos no es el único de los efectos secundarios que puede provocar las vacunas de la covid-19. Hay algunos que comparte con otras inyecciones, como puede ser la hinchazón en la zona del pinchazo, pero también puede provocar fiebre, dolor de cabeza o fatiga. Y, algo que se comentó mucho en su momento (por la falta de información que se ofreció en un primer momento sobre este efecto adverso): puede provocar diversos cambios en la menstruación, como un ligero aumento en la duración del ciclo menstrual, algo que no es fijo, sino que posteriormente se resuelve.
Pese a esos efectos adversos la vacunación sigue siendo una de las mejores formas de seguir manteniendo la covid a raya y es especialmente recomendable para las personas que son más vulnerables contra el virus.
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