El lado oscuro de las altas temperaturas: así afectan al incremento de la violencia machista

En los últimos meses, se han observado trágicos acontecimientos que reflejan la grave situación de la lucha contra la violencia de género en el año 2023. Durante la primera mitad del año, se han registrado un total de 26 feminicidios, siendo seis de ellos ocurridos en los últimos 10 días. Los datos recopilados por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género muestran una tendencia clara año tras año, especialmente durante la temporada de calor, donde se observa un aumento en los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas masculinas. Estos datos han alertado a los expertos y han tratado de encontrar una explicación detrás de estos trágicos sucesos.

Expertos de la Escuela Nacional de Salud Pública, el Instituto de Salud Carlos III y el Ciber de Epidemiología y Salud Pública han llevado a cabo investigaciones para cuantificar el incremento del riesgo de violencia durante las olas de calor y determinar los momentos críticos en esta relación. Sus estudios han proporcionado datos importantes sobre cómo las altas temperaturas pueden aumentar el riesgo de violencia de género. Los investigadores observaron que el riesgo de feminicidio aumentaba un 40% tres días después de la ola de calor. Pero, ¿Cuáles son las conclusiones al respecto?, ¿influyen las temperaturas en los comportamientos agresivos?

Desde los años 80 se ha registrado una relación entre la violencia en las parejas y las altas temperaturas, abarcando aspectos físicos, sexuales y emocionales. Sin embargo, hasta hace poco, los prejuicios machistas atribuían esta relación al argumento de que las mujeres llevan menos ropa en verano. Estudios más recientes y con evidencias empíricas han demostrado otras causas psicológicas detrás de esta relación.

Alertados por estos mismos datos, un estudio publicado en 2018 en la revista Science of the Total Environment, se examinó la influencia de los periodos de calor, caracterizados por temperaturas medias máximas de 34 grados Celsius o más, en los feminicidios, las denuncias a la policía y las llamadas al 016, el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género. Además, por cada grado por encima del umbral de 34 grados Celsius, el riesgo de muerte se incrementaba en un 28.8%.

Asimismo, durante el período comprendido entre 2008 y 2016, se registraron 23 feminicidios, 61.117 llamadas al 016 y 38.088 denuncias a la policía por violencia de género en la Comunidad de Madrid. En los 304 días en los que se registraron olas de calor, con una temperatura media máxima de 35.8 grados Celsius, se produjeron 5 feminicidios, se realizaron 13.998 llamadas al 016 y se presentaron 8.906 denuncias.

Motivos detrás de la relación entre violencia machista y altas temperaturas

Expertos explican que existe una relación entre el calor y el aumento de la violencia, ya que las altas temperaturas pueden potenciar la agresividad y la irascibilidad. Esta conexión no es nueva, ya que investigaciones realizadas en Japón han establecido desde hace tiempo un vínculo entre las altas temperaturas y el incremento de los suicidios, así como la depresión y la ansiedad. En España, un estudio llevado a cabo por la unidad a la que pertenece Julio, en colaboración con el Ministerio del Interior, también ha establecido una relación entre el calor y la violencia de género.

Según el experto, se ha constatado que después de un día de ola de calor, aumentan las llamadas al 016, el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género. Además, tres días después de la ola de calor, se incrementan las denuncias, y cinco días después, se producen los asesinatos.

Actualmente, prevalece la hipótesis de la agresión por calor, que se basa en el aumento de la producción de adrenalina debido a las altas temperaturas. Se sugiere que este incremento en la excitación fisiológica puede desencadenar una mayor agresividad en determinadas circunstancias. Además, el calor extremo también afecta las áreas del cerebro relacionadas con la regulación emocional y se ha vinculado con la ansiedad, el estrés y los trastornos de estrés postraumático.

Otros motivos indican que las altas temperaturas pueden generar malestar y aumentar la sensación de incomodidad, lo cual puede incrementar la tensión y la irritabilidad en las personas. Esto puede desencadenar o exacerbar conflictos y comportamientos violentos en las relaciones de pareja. Sumado a esto, durante las vacaciones de verano o los periodos de altas temperaturas, es frecuente que las personas pasen más tiempo en casa o en espacios cerrados. Esto puede incrementar la convivencia y la interacción entre parejas, lo cual, en casos de relaciones conflictivas o abusivas, puede aumentar el riesgo de violencia machista.

En esta convivencia, factores como la falta de aire acondicionado, dificultades para conciliar el sueño o problemas de salud relacionados con el calor. Esta acumulación de estrés y frustración puede aumentar la probabilidad de que se produzcan situaciones violentas en el ámbito doméstico.

Otros estudios

En esta misma línea, un reciente estudio publicado en JAMA Psychiatry examina la relación entre el aumento de la temperatura media anual y la violencia machista, más allá de los episodios de calor extremo. El estudio se centra en el sureste asiático, específicamente en India, Pakistán y Nepal, y abarca el período comprendido entre 2010 y 2018.

Los investigadores analizaron los datos de 194,871 mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 49 años. Llegaron a la conclusión de que por cada incremento de un grado en la temperatura media anual, la prevalencia de la violencia en la pareja aumentaba en un 4.49%. Este incremento fue aún mayor en los casos de violencia física (6.55%) y sexual (6.21%). En cuanto a la violencia emocional, el aumento fue algo menor, del 1.39%.

Basándose en esta evidencia, los investigadores, encabezados por Yixiang Zhu de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Fudan en Shanghai, han llegado a la conclusión de que el aumento de las temperaturas relacionado con el cambio climático podría resultar en un aumento del 21% en la prevalencia de la violencia de género para finales del siglo XXI. Se estima que este aumento será del 28,3% en casos de violencia física y del 26,1% en casos de violencia sexual.

Estos hallazgos respaldan la idea de que el cambio climático y el aumento de la temperatura tienen un impacto significativo en los niveles de violencia machista, incluso más allá de los episodios extremos de calor. Es necesario tener en cuenta estos resultados para abordar y prevenir la violencia de género en el contexto del cambio climático y adoptar medidas efectivas para proteger a las mujeres de la violencia en todas sus formas.