¿Qué relación existe entre hurgarse la nariz y el desarrollo de alzhéimer?
Es uno de los gestos más incontrolables del ser humano. Casi todos lo hacemos pero pocos lo reconocen y todo apunta a que puede llegar a ser más peligroso de lo que pensábamos. Meterse el dedo en la nariz ha sido a lo largo de los años un gesto instintivo, asociado a los más pequeños, pero ejecutado por todos. Hace aproximadamente dos décadas varios estudios avisaron de que meterse el dedo en la nariz puede ayudar a las bacterias a expandirse. También que puede causar neumonía en los más pequeños, enfermedad que mata a aproximadamente 1,3 millones de bebés menores de cinco años cada año. Especial hincapié se ha hecho en la relación de nuestras manos con la nariz y la boca durante estos últimos años a raíz de la pandemia por covid, pues suponen puntos de entrada rápido para los virus que se pueden contener en las manos, pero pocos conocían que este simple gesto puede terminar desarrollando otras enfermedades como el alzhéimer. Sí, el alzhéimer ¿Qué relación existe entre hurgarse la nariz y el desarrollo de alzhéimer? Aquí os lo contamos.
Según un estudio realizado con ratones en Australia se ha comprobado la facilidad y rapidez con la que las bacterias pueden alcanzar el cerebro. Este análisis, que recoge la revista científica 'Scientific Reports', titulado 'Chlamydia pneumoniae', asegura introduciendo bacterias a través de la nariz podemos incentivar de manera tardía la aparición de enfermedades como el Alzheimer, ya que infectan el sistema nervioso central a través de los nervios olfatorio y trigémino. Todo ello después de examinar la capacidad de las bacterias para poder viajar a través de las fosas nasales hasta el cerebro.
Estudios con ratones
La Chlamydia pneumoniae es un patógeno del tracto respiratorio, pero también puede infectar el sistema nervioso central (SNC). Y la conexión entre una infección por este tipo de bacteria en el sistema nervioso central y el desarrollo de demencia de inicio tardío es cada vez más evidente.
Siguiendo los datos registrados en el estudio con ratones la infección del SNC ocurre semanas o meses después de la inoculación intranasal. Es entonces cuando empieza a desarrollarse el Alzheimer. Y ahora queda por determinar las consecuencias que ello deriva en el cerebro humano, determinando si las fosas nasales humanas son igual de fáciles, que la de los ratones, para las bacterias, explican desde el departamento de comunicación del Centro Clem Jones de Neurobiología e Investigación de Células Madre en la Universidad Griffith (Australia).
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