¿Qué es la hepatitis A? La enfermedad que aumenta de casos en España
Investigación y Tecnología
Andalucía lidera en número de casos, con un total de 166 acumulados este año, casi el triple que en 2023
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La hepatitis A se propaga rápidamente en España, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad en los cuales se reflejan un registro de 894 casos. Esta cifra es muy superior a los casos de años anteriores ya que en 2002 se registraron 265 casos de hepatitis A y 336 en 2023, lo que quiere decir que el número de afectados por esta patología se ha cuadruplicado en comparación con hace dos años.
El informe del Ministerio indica que en el último año se han sumado 558 nuevos casos, por lo que si tomamose el 2022 como referencia, nos encontramos con un incremento de 629 contagios adicionales. Por comunidades autónomas, Andalucía lidera en número de casos, con un total de 166 acumulados este año, casi el triple que en 2023. Le siguen Madrid, con 161 casos, Cataluña, con 114 y la Comunidad Valenciana, con 107. Estas tres regiones han duplicado o incluso triplicado sus cifras de infecciones.
El informe del Ministerio no refleja las causas de este aumento masivo y cuyo estudio necesita más información para encontrar una explicación a esta subida desproporcionada de los contagios de la hepatitis A.
¿Qué es la hepatitis A?
La hepatitis A es una infección viral que afecta al hígado, causada por el virus de la hepatitis A (VHA). Esta enfermedad, aunque generalmente no es grave, puede causar inflamación y afectar temporalmente la función hepática. A diferencia de otras formas de hepatitis, como la B o la C, la hepatitis A no provoca una infección crónica.
"La infección puede ser asintomática"
La mayoría de las personas se recuperan por completo en unas pocas semanas o meses, aunque en casos excepcionales, especialmente en personas mayores o con problemas de salud preexistentes, puede ser más severa.
El virus de la hepatitis A se transmite principalmente por vía fecal-oral, lo que significa que una persona puede infectarse al consumir alimentos o agua contaminados con heces que contienen el virus. También puede transmitirse por contacto cercano con una persona infectada, ya sea a través del cuidado directo o de prácticas sexuales específicas.
Los brotes son más comunes en regiones con condiciones sanitarias deficientes, pero también pueden ocurrir en países desarrollados debido a la globalización y los viajes internacionales.
Los síntomas suelen aparecer entre dos y seis semanas después de la exposición al virus. Pueden incluir fatiga, fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal, ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos) y orina oscura. En algunos casos, especialmente en niños pequeños, la infección puede ser asintomática, lo que aumenta el riesgo de transmisión inadvertida.
¿Cómo podemos prevenir la hepatitis A?
La prevención de la hepatitis A es clave para evitar la propagación del virus y proteger la salud pública. Las medidas de prevención pueden dividirse en dos grandes categorías: la vacunación y la higiene.
1. Vacunación
La vacuna contra la hepatitis A es una de las formas más efectivas de prevenir la enfermedad. Está recomendado especialmente para personas que tienen un mayor riesgo de exposición al virus, como viajeros a zonas donde la hepatitis A es común, trabajadores en contacto con aguas residuales, personas con enfermedades hepáticas crónicas y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. La vacunación se administra en dos dosis, con un intervalo de seis meses entre ambas, proporcionando una protección prolongada.
2. Higiene
El mantenimiento de buenas prácticas de higiene es esencial para evitar el contagio del virus. Con estas nos referimos al lavado de manos con agua y jabón, especialmente después de usar el baño, cambiar pañales y antes de preparar o consumir alimentos.
La manipulación de alimentos es otra medida higiénica que debemos tener en cuenta, así como el consumo de agua, evitando la que no sea potable. Por lo que respecta a los alimentos, es preferible pelar la fruta y cocinar bien las verduras. Seguimos con un mantenimiento de la higiene, limpieza y desinfección de los espacio comunes, especialmente los baños y las cocinas. Además, en contextos específicos como guarderías, hospitales o albergues, es importante reforzar las medidas de control, ya que el virus puede propagarse rápidamente en estos entornos.
En conclusión, aunque la hepatitis A puede ser una enfermedad molesta e incluso grave en algunos casos, es altamente prevenible mediante la vacunación y la adopción de hábitos de higiene adecuados. Debemos concienciarnos y tomar medidas preventivas ya que no solo protege a nuestra salud, sino también la de quienes nos rodean.
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