Este hábito es un enemigo de la salud peor que el tabaco
Investigación y Tecnología
La OMS asegura que una de cada cuatro personas, es decir unas 450 millones en el mundo, sufren de al menos un trastorno mental
Doctor Vidal: "Nos estamos acostumbrando a la normalización del estrés"
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Dejar de fumar es uno de los propósitos que suele estar en las listas de objetivos para el nuevo año. El tabaco mata al año a más de 8 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud. Son muchas ya las campañas y medidas restrictivas como fumar en los sitios públicos para eliminar su consumo excesivo.
Con el foco puesto en las campañas antitabaco y las patologías que derivan a causa de fumar, cabría la posibilidad de pensar que no hay nada peor que el tabaco. Pero sí lo hay y se llama estrés. La Organización Mundial de la Salud asegura que una de cada cuatro personas, es decir unas 450 millones en el mundo, sufren de al menos un trastorno mental.
Cuando se habla de salud, la preferencia por cuidarla es en el terreno físico y se olvida el mental que es igual o más importante. El doctor Víctor Vidal, médico especialista en medicina del trabajo, en una entrevista en Cadena Ser cuenta que: "Las personas que tienen cáncer, por estar estresados, tienen más probabilidades de tener metástasis", y advierte: "Nos estamos acostumbrando a la normalización del estrés".
El doctor asegura que el estrés es bueno en su justa medida. "El estrés no es malo, ya que se trata de que el cuerpo responde de esta manera como medida adaptativa y necesaria en ciertas circunstancias. Sin embargo, el impacto en la salud depende de la naturaleza, intensidad y duración del estrés, así como de la capacidad individual para hacerle frente".
Eustrés y distrés
El término estrés es la respuesta que tiene el organismo ante situaciones que demandan un ajuste o adaptación. Existen diferentes tipos de estrés entre los que destacan el eustrés y el distrés. El primero se refiere al estrés positivo o beneficioso. Es aquella respuesta del organismo ante situaciones que, aunque representen un desafío o demanda, son manejables y estimulantes. Este tipo de estrés puede motivar, aumentar el rendimiento y contribuir al crecimiento personal. Un ejemplo de eustrés podría ser la emoción y preparación para una competición deportiva.
Por el contrario, el distrés es el estrés negativo o perjudicial que se produce cuando la persona percibe una situación como amenazante, abrumadora o desbordante y no se siente capaz de hacerle frente de manera efectiva, por lo que puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental, afectando el bienestar general. Ejemplos de distrés pueden ser problemas laborales intensos, conflictos interpersonales graves o situaciones de pérdida.
Tengo estrés y además fumo
Hay muchas creencias y mitos acerca de que el tabaco calma el estrés, pero lo cierto es que el cigarrillo no lo alivia, sino que por el contrario, lo agrava, ya que precisamente es la dependencia al tabaco lo que genera nerviosismo que se alivia con lo que, a su vez, crea adicción. Por tanto, la creencia de que el hábito de fumar alivia el estrés es totalmente errónea.
De hecho, la combinación de estrés constante y el hábito de fumar crea una doble carga para la salud. Por un lado, el estrés crónico puede aumentar el riesgo de diversas condiciones, como enfermedades cardíacas, trastornos del sueño y problemas mentales. Por otro lado, el tabaco es reconocido como un factor de riesgo significativo para enfermedades respiratorias, cardiovasculares y varios tipos de cáncer.
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