¿Estamos cerca del fin del cáncer de útero?

El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. No obstante, existen algunos tipos de cáncer para los que existen tratamientos eficaces, como el de mama, colon, recto, testículos u ovarios. Incluso algunos pueden erradicarse. Como el de cervix o cuello uterino, que, a diferencia de otros tipos de cáncer cuya causa se desconoce, es provocado principalmente por el denominado virus del papiloma humano (VPH), lo que lo vuelve. según los expertos, "potencialmente erradicable".

El cáncer de cuello uterino es el cuarto cáncer más frecuente entre las mujeres. Más de 300.000 personas mueren al año en todo el mundo, aunque no incide de igual forma en todos los lugares. Es más, estamos ante un tipo de cáncer que termina afectando muchísimo más en aquellas zonas del mundo en las que no existen tantos recursos económicos. En España, por ejemplo, 'únicamente' se contabilizan alrededor de 700 fallecidos al año.

Desde hace casi dos décadas existen vacunas que previenen el VPH, pero es ahora cuando los expertos consideran que puede darse un avance definitivo para erradicarlo a corto-medio plazo ¿Estamos cerca del fin del cáncer de útero? Aquí os lo explicamos.

La vacuna definitiva contra el VPH

La gran diferencia respecto a los métodos de prevención que se llevaban a cabo hasta el momento está en que diferentes estudios que se están llevando a cabo en todo el Mundo evidencian que las vacunas contra el VPH son eficaces con una única dosis, algo que conseguiría facilitar el acceso y la puesta de vacunas en rincones donde actualmente es inviable vacunar por falta de recursos. Actualmente los procesos de vacunación para prevenir este tipo de cáncer incluyen dos o tres vacunas y desde la OMS ya se plantean recomendar una única vacuna, algo que permitiría alcanzar el objetivo mundial de vacunar al 90% de las niñas menores de 15 años para 2030.

Estos estudios determinan que una única dosis de la vacuna contra el VPH tiene una eficacia del 98%. Bajo esta premisa los países de ingresos bajos, donde se dan el 90% de las muertes por cáncer de cuello de útero, podrían distribuirlas. El esfuerzo entonces está ahora en detectar a todas esas personas que padecen el cáncer y lograr ponerles las vacunas, sin necesidad de volver a contactar con ellas meses después, como ocurría en otras ocasiones, un proceso laborioso que no se valora en países donde ya es raro conocer casos en los que se dan este tipo de patologías.