Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo: síntomas y por qué Sanidad ha activado el protocolo de actuación

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), muy extendida cuyo contagaio se debe a un virus (Nairovirus) de la familia Bunyaviridae que se contrae por la picadura de una garrapata.

La FHCC es endémica en África, los Balcanes, Oriente Medio y Asia en los países situados por debajo de los 50 grados de latitud norte, que es el límite geográfico donde la garrapata constituye su vector principal. Sin embargo, ya hemos tenido el primer caso en España. Se trata de un varón de 74 años de Madrid y en el año 2016, hubo otro caso en Ávila.

Sanidad activa el protocolo de actuación

El pasado domingo 21 de julio el Ministerio de Sanidad activó la alerta ante la posible sospecha de que un paciente que ingresó en el Hospital Universitario La Paz-Carlos III pudiera tener la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

Al paciente se le hicieron pruebas y después de analizar las muestras en el laboratorio, se confirmó que estaba infectado con este virus, por lo que, de inmediato, se activó el protocolo de actuación en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital Universitario La Paz-Carlos III.

El paciente se encuentra en una situación clínica estable y los profesionales siguen estudiando a las personas con las que ha estado en contacto para verificar que el virus no se ha trasmitido a nadie antes de saber que lo tenía.

Aunque para haberse contagiado, ha tenido que haber un contacto directo con la sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de la persona infectada con las que no lo estaban. 

Síntomas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) causa graves brotes de fiebre hemorrágica viral, con una tasa de letalidad del 10%-40%. Aunque la fiebre es el síntoma principal, no es el único a través del cual podemos reconocerla.

Los pacientes pueden presentar, de repente, dolor muscular en la parte baja de la espalda y las piernas, así como también en la cabeza y en el estómago, llegando a causar náuseas, vómitos y diarrea.

Esto, a su vez, deja al enfermo con una sensación de malestar general y agotamiento. La piel y los ojos presentan un color amarillento debido a la afectación hepática y también podemos encontrarnos con sangrado en la piel, encías, nariza, tracto gastrointestinal y vías urinarias.

Es crucial reconocer los síntomas y tener un diagnóstico definitivo cuanto antes ya que la enfermedad progresa muy rápidamente y puede causar la muerte, si no se trata adecuadamente.