Una farmacéutica sobre el impacto de la luz azul de las pantallas: "La piel se ve afectada por las radiaciones electromagnéticas"

María Esther García de la Cruz / Farmacéutica

La luz azul emitida por estos dispositivos tiene un efecto directo sobre la salud de nuestra piel, particularmente en el mantenimiento y regulación de la melanina

Una psicóloga experta en nuevas tecnologías: "Las familias necesitan educación en el mundo digital tanto como los niños y adolescentes"

Impacto de luz de pantallas en la piel
Impacto de luz de pantallas en la piel / Freepik

La luz azul está presente en muchos de los dispositivos electrónicos que utilizamos a diario, como la pantalla del móvil, el ordenador, la tableta, el aparato WiFi e incluso el Bluetooth. Aunque este fenómeno suele asociarse más a los daños que producen en la vista, como la fatiga ocular, debemos tener en cuenta que nuestra piel también tiene un impacto negativo del que aún no somos conscientes.

Las radiaciones electromagnéticas, incluida la luz azul emitida por estos dispositivos, tienen un efecto directo sobre la salud de nuestra piel, particularmente en el mantenimiento y regulación de la melanina. Esto provoca una mayor sensibilidad en la piel, provocando alteraciones cutáneas, sequía y deshidratación.

"La niacinamida refuerza la barrera cutánea, reduce la inflamación y ayuda a combatir el daño causado por la luz azul"

Veamos qué impacto tiene en nuestra piel la luz azul de las pantallas frente a las que nos ponemos a diario y durante bastantes horas, así como las medidas preventivas que podemos adoptar gracias a las recomendaciones que nos hace María Esther García de la Cruz, farmacéutica y colaboradora de Marnys.

Impacto de la luz azul de las pantallas en la piel

La exposición prolongada a la luz azul también tiene consecuencias a largo plazo las cuales debemos tener cuenta. Así pues, entre los principales efectos negativos nos encontramos con un envejecimiento prematuro o fotoenvejecimiento de nuestra piel, derivado del estrés oxidativo que genera esta radiación.

"La piel se ve afectada por las radiaciones electromagnéticas y la luz azul que emiten estos dispositivos electrónicos, afectando al mantenimiento y regulación de la melanina", manifiesta la farmacéutica María Esther García de la Cruz.

"Reducir el tiempo de exposición a las pantallas es otra recomendación importante"

Este estrés daña las células de la piel y contribuye a la pérdida de firmeza, lo que favorece la aparición de líneas de expresión y arrugas. Además, pueden producirse cambios en la pigmentación de la piel, como manchas y ojeras.

Esto puede hacer que el rostro luzca apagado, sin luminosidad y con un tono desigual, algo que afecta especialmente a las personas que pasan largas horas frente a pantallas. "Las personas que se someten a largas horas frente al ordenador u otros dispositivos serán más propensas a notar la pérdida de luminosidad, el tono apagado y la aparición de manchas", manifiesta la farmacéutica.

Medidas preventivas

La buena noticia es que existen medidas preventivas y protectoras que podemos adoptar para contrarrestar los efectos perjudiciales de la luz azul en la piel. Lo primero que nos recomienda García de la Cruz es llevar un estilo de vida saludable, que incluya la práctica de ejercicio regular, una rutina de descanso adecuada y una dieta equilibrada. Este enfoque integral es la base para mantener la piel en buen estado, ya que fomenta una regeneración celular óptima y mejora las defensas naturales de la dermis.

"El glicógeno es otro ingrediente clave que protege frente a los rayos ultravioleta y la luz azul"

También debemos beber abundante líquido ya que nos va a ayudar a combatir la deshidratación y a mantener nuestra piel hidratada desde el interior.

Reducir el tiempo de exposición a las pantallas es otra recomendación importante. Aunque sabemos que en muchos casos no es fácil debido a las exigencias laborales o educativas, hacer pausas regulares y utilizar los dispositivos solo cuando sea necesario puede marcar una diferencia significativa. También es recomendable ajustar el brillo de las pantallas y activar los filtros de luz azul que incorporan muchos dispositivos modernos, ya que ayudan a minimizar la intensidad de esta radiación.

Rutina para el cuidado de la piel

Para proteger la piel de manera efectiva, es crucial incorporar una rutina de cuidado facial adecuada. Esto incluye una limpieza diaria con un jabón suave, tanto al levantarse como antes de acostarse, para eliminar impurezas y restos de contaminación acumulada durante el día.

Después de la limpieza, es fundamental hidratar la piel con productos que contengan ingredientes activos específicos con propiedades antienvejecimiento y antipolución. Por ejemplo, la niacinamida, también conocida como vitamina B3, es un compuesto altamente eficaz que refuerza la barrera cutánea, reduce la inflamación y ayuda a combatir el daño causado por la luz azul. Por su parte, el glicógeno es otro ingrediente clave, ya que protege frente a los rayos ultravioleta (UV) y la luz azul (HEV), reforzando la capacidad de la piel para regenerarse y mantenerse firme.

Además, el uso de protectores solares, incluso en interiores, es cada vez más recomendado por los dermatólogos. Muchos protectores solares modernos están formulados específicamente para proteger contra el espectro de la luz visible, incluida la luz azul. Su aplicación debe ser parte de la rutina diaria, especialmente si pasa mucho tiempo frente a las pantallas. Además, existen cosméticos y cremas hidratantes diseñados para combatir el impacto de la contaminación y las radiaciones electromagnéticas, que pueden ser aliados en el cuidado diario.

Aunque la luz azul forma parte inevitable de la vida moderna, es importante ser conscientes de sus efectos y adoptar medidas preventivas. Tan solo con introducir algunos pequeños cambios en nuestra rutina diaria, combinados con un enfoque integral de salud y bienestar, pueden ayudarnos a minimizar el impacto de la radiación de la luz azul de las pantallas en nuestra piel.

stats