¿Puede la falta de sueño restar eficacia a las vacunas?
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Dormir adecuadamente es esencial para el funcionamiento óptimo de todas las facetas del sistema inmunológico
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El sueño desempeña un papel fundamental en la eficacia de las vacunas, influyendo directamente en la respuesta inmunitaria del organismo. Diversos estudios han analizado cómo la duración y calidad del sueño en los días cercanos a la vacunación pueden afectar la producción de anticuerpos y, por ende, la protección conferida por las vacunas.
Un metaanálisis publicado en la revista Current Biology y en Science Daily en 2023 examinó la relación entre la duración del sueño y la respuesta de anticuerpos en adultos sanos. Este análisis incluyó estudios sobre las vacunas contra la hepatitis B y la gripe. Los resultados indicaron que dormir menos de seis horas por noche se asociaba con una disminución significativa en la respuesta inmunitaria humoral en individuos de entre 18 y 60 años. Además, se observó que este efecto era más pronunciado en hombres que en mujeres.
Los autores concluyeron que "estos resultados proporcionan evidencia de que la duración insuficiente del sueño disminuye sustancialmente la respuesta a la vacunación antiviral y sugiere que lograr una cantidad adecuada de sueño durante los días que rodean la vacunación puede mejorar y prolongar la respuesta humoral".
Por su parte, desde Science Daily aseguran que "los autores descubrieron que las personas que dormían menos de seis horas por noche producían significativamente menos anticuerpos que quienes dormían siete horas o más".
La importancia del sueño
La Asociación Española de Vacunología también ha destacado la importancia del sueño en la respuesta a las vacunas. En un artículo sobre el tema, se menciona que "unas insuficientes horas de sueño disminuyen sustancialmente la respuesta a las vacunas antivíricas y sugieren que el conseguir un número adecuado de horas de sueño alrededor del acto de la vacunación puede aumentar la respuesta inmune". Además, explican que "los mecanismos por los que el sueño y el momento del día en el que se recibe la vacuna afectan a la respuesta inmune podrían estar relacionados con la proliferación de los linfocitos T helper, con el aumento del interferón gamma y por el aumento de actividad de la citoquina proinflamatorias IL-12".
Además, se ha observado que el impacto del sueño insuficiente en la eficacia de las vacunas es comparable a la disminución de anticuerpos que ocurre dos meses después de la vacunación contra la COVID-19. Esto resalta la relevancia de mantener una buena higiene del sueño para potenciar la efectividad de las vacunas.
Es importante destacar que, aunque la privación de sueño puede afectar la producción de anticuerpos, el sistema inmunológico cuenta con otros mecanismos de defensa, como la respuesta celular mediada por linfocitos T. Sin embargo, dormir adecuadamente es esencial para el funcionamiento óptimo de todas las facetas del sistema inmunológico.
¿Cómo tener hábitos de sueño saludables?
Para tener hábitos de sueño saludables, es fundamental:
- Establecer una rutina regular. Intenta acostarte y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, para regular nuestro reloj biológico.
- Crear un ambiente propicio para el descanso como que la habitación esté completamente oscura y silenciosa, así como también a una temperatura cómoda.
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de irnos a dormir, ya que la luz azul puede interferir con la producción de melatonina.
- Reducir el consumo de cafeína y comidas pesadas antes de acostarte, ya que pueden dificultar el sueño.
- Realizar actividad física regularmente para tener un mejor descanso, pero evitando hacerlo intensamente justo antes de irnos a dormir.
- Si tienes dificultades para conciliar el sueño, prueba técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda.
En definitiva, el sueño adecuado es un factor crucial que puede influir en la eficacia de las vacunas. Dormir al menos siete horas por noche en los días previos y posteriores a la vacunación puede mejorar la respuesta inmunitaria y, por ende, la protección contra diversas enfermedades. Por lo tanto, es fundamental promover hábitos de sueño saludables como parte de las estrategias para optimizar la efectividad de las campañas de vacunación.
Referencias bibliográficas:
Asociación Española de Vacunología (2021, 15 de marzo). Una buena noche de sueño y la eficacia de las vacunas frente al SARS-CoV-2.
Sciencie Daily (2023, 13 de marzo). Dormir bien por la noche podría mejorar su respuesta a la vacunación
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