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Una psicóloga experta en nuevas tecnologías: "Las familias necesitan educación en el mundo digital tanto como los niños y adolescentes"

Investigación y Tecnología

Una exposición temprana al móvil puede dificultar la capacidad de atención, la autorregulación emocional y el desarrollo de habilidades sociales

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Niños y redes sociales / Freepik

El uso de las pantallas a edades tempranas es un tema que preocupa tanto al profesorado como a muchas familias de nuestra sociedad. El problema del uso de las nuevas tecnologías a edades tempranas es que el cerebro no dispone de la suficiente madurez emocional y cognitiva. Entonces, ¿cuándo se consideraría una edad temprana para el uso de las pantallas?

Si bien es cierto que no hay una edad estandarizada para empezar a usar el teléfono móvil, los expertos desaconsejan que sea antes de los 12 años o del inicio de la adolescencia debido a que durante la infancia el cerebro está en su fase esencial de desarrollo, por lo que "una exposición temprana al móvil, especialmente a aplicaciones de redes sociales o juegos adictivos, puede dificultar la capacidad de atención, la autorregulación emocional y el desarrollo de habilidades sociales", explica la psicóloga sanitaria en Ags psicólogos y experta en redes sociales, María Hurtado Sayas.

"La educación digital para las familias ayuda a tomar conciencia de estas"— María Hurtado Sayas - Psicóloga sanitaria

Además de evitar el uso de las pantallas, si el cerebro no ha completado su proceso de maduración, es tarea de las familias controlar el tiempo de uso de las nuevas tecnologías en el caso de que los menores ya tengan acceso a los móviles y tabletas. Muchas veces es difícil saber el límite entre el tiempo prudencial y excesivo que pasan frente a las pantallas. Sin embargo, podemos regirnos por unas señales que nos indican que el uso del teléfono móvil está interfiriendo en nuestra vida y en las de ellos. Podemos saberlo observando, entre otras cosas, si afecta a nuestras relaciones personales, si tenemos dificultades para desconectarnos o cuando usamos o le damos al menor el teléfono como regulador emocional.

El papel de las familias

En el uso de las nuevas tecnologías, el equilibrio es clave y lo es también para las familias las cuales, según la psicóloga, "necesitan educación en el mundo digital tanto como los niños y adolescentes. De hecho, la educación digital debe comenzar en casa porque los padres y cuidadores son quienes modelan, supervisan y guían el uso de la tecnología desde los primeros años".

Son las familias quienes deben predicar con el ejemplo y si tienen hábitos poco saludables como es, en este caso, un uso excesivo de los móviles, lo integran en las comidas en lugar de aprovechar ese momento para hablar con sus hijos, ellos van a repetir ese comportamiento. "La educación digital para las familias ayuda a tomar conciencia de estas", asegura la psicóloga Hurtado Sayas.

Esto es fundamental porque, de esta forma, las familias pueden conocer los riesgos que conlleva muchas veces el entorno digital como el ciberacoso, la exposición a contenido inapropiado, el derecho a la privacidad y seguridad y las adicciones digitales. En este sentido, se recomienda también la supervisión sin ser invasivos, es decir, que los progenitores pueden dejar que sus hijos usen el teléfono móvil de manera independiente, si es que está capacitado para ello, pero sin dejar de saber qué contenido están viendo.

"Existe una clara relación entre nuestro estado mental y la propensión al uso y abuso de las nuevas tecnologías"

La clave del uso de las nuevas tecnologías no está en prohibir, sino en educar digitalmente, en enseñar a usar las pantallas de una manera positiva y productiva ya que la tecnología es una herramienta con la que las nuevas generaciones están creciendo, pero hay que introducirlas en sus vidas de forma gradual y regular su uso.

Ahí es donde las instituciones y las familias tienen el papel fundamental, siendo estas últimas las encargadas de crear normas en la casa con respecto al tiempo de uso de pantallas, los horarios en los que hay que desconectarse (como durante las comidas o antes de dormir) y las zonas libres de tecnología dentro de la propia casa. "Esto requiere que todos los miembros comprendan por qué estas reglas son necesarias", asegura la psicóloga.

Personas más vulnerables al abuso de las nuevas tecnologías

Las personas que atraviesan situaciones de vulnerabilidad emocional son más susceptibles a pasar más tiempo usando las nuevas tecnologías y, por tanto, son más influenciables o, al menos, reúnen el perfil que se corresponde con las personas más propensas a pasar más tiempo en estas plataformas.

La psicóloga María Hurtado asegura que "existe una clara relación entre nuestro estado mental y la propensión al uso y abuso de las nuevas tecnologías, incluidas las redes sociales". Como todo, tiene su explicación y este argumento también tiene su base psicológica y neurológica las cuales manifiestan que la propensión al abuso de las nuevas tecnologías puede tener detrás razones como:

1. Uso como escape emocional

2. Baja autoestima y necesidad de validación externa

3. Susceptibilidad a la comparación social

4. Personalidades impulsivas o vulnerables al refuerzo

5. Soledad y aislamiento social

6. Ansiedad por miedo a perderse algo

7. Problemas de salud mental preexistentes

La educación digital para las familias", manifiesta la psicóloga, "no solo ayuda a proteger a los niños, sino que también fomenta un entorno saludable donde la tecnología sea una herramienta que enriquece la vida en lugar de dominio", concluye María Hurtado Sayas.

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