"El estudio de la microbiota intestinal en la enfermedad de Crohn ha abierto la puerta a nuevos tratamientos"

Dolor abdominal, diarrea persistente, pérdida de peso, fatiga y, en algunos casos, fiebre son los principales síntomas que se manifiestan en la enfermedad de Crohn, una afección crónica que pertenece al grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII). Provoca la inflamación del tracto digestivo, principalmente, desde la boca hasta el ano, aunque suele localizarse en el intestino delgado y en el colon.

Yamile Zabana, es médico de aparato digestivo y coordinadora de la Unidad de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) del Hospital Universitari Mútua Terrassa (Barcelona) y hablado con Diario de Sevilla para acercarnos más a esta enfermedad para la que asegura, "se necesita un tratamiento integral en el que se aborde tanto el aspecto físico, como el psicológico".

Se estima que en España la enfermedad de Crohn afecta a más de 300.000 personas y cada año se diagnostican nuevos casos, unas tasas que han ido aumentando desde las últimas décadas, lo que, según Zabana, "refleja tanto un mayor conocimiento sobre la enfermedad como una mayor prevalencia".

"Está estrechamente relacionada con el funcionamiento de la microbiota intestinal"

La enfermedad de Crohn tiene un origen desconocido, aunque "se cree que puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y alteraciones en el sistema inmunológico". En esta línea quiere trabajar Yamile Zabana ahora que se encuentra al mando del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU).

Una de las acciones, entre muchas de las que tiene pensadas llevar a cabo en los próximos dos años de presidencia, es establecer jornadas de sensibilización y campañas de concienciación para difundir información precisa sobre la enfermedad de Crohn, su impacto y la importancia de la investigación, así como informar de las actualizaciones sobre terapias biológicas, manejo de complicaciones y enfoques multidisciplinarios en el tratamiento.

Cómo responde el organismo ante la enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn está estrechamente relacionada con el funcionamiento de la microbiota intestinal la cual interfiere significativamente en el desarrollo de la enfermedad y en la calidad de vida del paciente. Cuando una persona está sana, la microbiota intestinal se encarga de establecer un equilibrio entre las bacterias "buenas" y "malas", por lo que va a ayudar a mantener un ambiente intestinal estable.

Sin embargo, los pacientes con Crohn tienen este equilibrio alterado. Es lo que se conoce como disbiosis, la cual afecta a la microbiota intestinal disminuyendo la diversidad bacteriana. Según la doctora, "en pacientes con Crohn se ha observado que la diversidad de bacterias en el intestino es menor, es decir, las bacterias beneficiosas, como las del género Lactobacillus o Bifidobacterium, suelen estar en menor cantidad, mientras que hay un aumento de bacterias patógenas que pueden provocar inflamación".

"Al ser una enfermedad impredecible añade una carga emocional significativa"

A esto tenemos que añadirle un aumento de bacterias proinflamatorias, como algunas cepas de Escherichia coli, las cuales pueden invadir el revestimiento intestinal y contribuir a la respuesta inmunológica exagerada que caracteriza a la enfermedad de Crohn. Esto quiere decir, declara Yamile Zabana, que "en lugar de mantener la inflamación bajo control, las bacterias 'malas' provocan una inflamación en el organismo que empeora los síntomas, como la disbiosis, lo que hace, a su vez, que el cuerpo tenga dificultades para absorber bien los nutrientes".

El estudio de la microbiota intestinal en la enfermedad de Crohn ha abierto la puerta a nuevos tratamientos, como los probióticos, prebióticos y, en casos experimentales, el trasplante de microbiota fecal, con el objetivo de restaurar el equilibrio bacteriano y reducir la inflamación.

Impacto en el aspecto psicológico

La enfermedad de Crohn también tiene un impacto psicológico considerable ya que los síntomas que se manifiestan de manera física, como el dolor abdominal, la fatiga crónica y los problemas digestivos, afectan directamente al bienestar emocional de los pacientes. Además, al ser una enfermedad impredecible en la que los brotes pueden aparecer en cualquier momento, añade una carga emocional significativa. De esta forma, los pacientes pueden presentar:

1. Estrés y ansiedad a la incertidumbre por no saber cuándo será el próximo brote y cómo esto afectará en sus actividades diarias, lo que les crea la continua necesidad de estar cerca de un baño, además de una preocupación constante por pensar que los síntomas pueden aparecer de manera repentina en público.

2. Depresión. El dolor crónico, la fatiga, las limitaciones en la dieta y la vida social restringida pueden generar sentimientos de aislamiento y desesperanza, especialmente en los casos más graves.

"Los síntomas físicos y las complicaciones emocionales interfieren en la calidad de vida del paciente"

3. Impacto en la autoestima. La naturaleza de la enfermedad, que a menudo involucra problemas digestivos visibles o incómodos, puede afectar a la autoestima de los pacientes, haciendo que se sientan avergonzados o retraídos en situaciones sociales.

4. Repercusión en la calidad de vida. Los síntomas físicos y las complicaciones emocionales también pueden repercute en la vida laboral, académica y personal, generando frustración y una sensación de pérdida de control.

Por estas razones, el tratamiento integral de la enfermedad de Crohn debe abordar tanto el aspecto físico como el psicológico. El apoyo psicológico, como la terapia cognitivo-conductual y la terapia de manejo del estrés, ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes, así como también la ansiedad o depresión que conlleva vivir con una enfermedad crónica.