La esteatosis hepática, el legado tóxico de la dieta moderna que aumenta en los jóvenes
Ocho de cada diez jóvenes con sobrepeso ya padecen esta afección, el principal factor de riesgo en el desarrollo de la cirrosis y el cáncer de hígado
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"Prevenir enfermedades hepáticas significa prevenir cáncer de hígado"
La esteatosis hepática, esteatosis hepática, también conocida como hígado graso, hígado grasoes una afección crónica en la cual se produce una acumulación gradual y anormalmente elevada de grasa en el hígado para la que, actualmente, no existe una cura. En términos generales, más de diez millones de individuos en España padecen hígado graso. De ellos, aproximadamente dos millones presentan inflamación hepática, conocida como esteatohepatitis, y 400.000 ya han desarrollado cirrosis hepática. Este aumento alarmante es particularmente preocupante en adolescentes y jóvenes, ya que estudios recientes han indicado que hasta ocho de cada diez personas con sobrepeso en este grupo de edad tienen hígado graso, lo que los expone a un mayor riesgo de desarrollar cirrosis a una edad temprana.
En este sentido, normalmente, la esteatosis hepática solía ser considerada una enfermedad exclusiva de los adultos mayores y asociada principalmente con el consumo excesivo de alcohol. Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un aumento significativo de casos en jóvenes que no consumen alcohol en exceso. De hecho, de acuerdo con los hallazgos de una investigación reciente publicada en The Lancet Gastroenterology & Hepatology, se estima que aproximadamente el 20% de los jóvenes padecen enfermedad del hígado graso, también conocida como esteatosis, y que uno de cada 40 jóvenes ya ha desarrollado fibrosis hepática, es decir, cicatrices en el hígado. Pero, ¿Cuál es la causa detrás de esta preocupante tendencia? La respuesta parece estar en la dieta moderna y el aumento de la obesidad.
La dieta, una 'asesina' silenciosa
Por un lado está la enfermedad del hígado graso no alcohólico, que habitualmente la padecen personas con sobrepeso u obesidad, y, por otro, la enfermedad del hígado graso relacionada con el alcohol, que se asocia con niveles nocivos de consumo de esta sustancia. En muchas ocasiones, la esteatosis hepática se desarrolla de forma asintomática y pasa inadvertida, aunque en algunos pacientes, si no se aborda adecuadamente, puede evolucionar hacia una enfermedad más grave, como la cirrosis o el cáncer de hígado.
Así, entre los factores de riesgo que han contribuido a este notable aumento, la obesidad y el sobrepeso son, precisamente, junto la diabetes tipo 2, el colesterol y la presión arterial alta, los principales desencadenantes enfermedad hepática metabólica.
En todas estas enfermedades, la dieta actual y el aumento del sedentarismo, acentuado en la pandemia, ha tenido mucho que ver. Los patrones de alimentación entre los jóvenes, caracterizados por ser ricos en alimentos procesados, grasas saturadas grasas saturadasy azúcares añadidos, ha llevado a un cambio radical en las consultas de los especialistas. La proliferación de comidas rápidas, refrigerios altos en calorías y bebidas azucaradas se ha convertido en una constante en la vida diaria de muchos jóvenes. Estos alimentos, aunque deliciosos y convenientes, son pobres en nutrientes y ricos en grasas poco saludables.
En consecuencia, el hígado, órgano encargado de procesar y metabolizar los nutrientes, se ve sometido a una carga excesiva debido a esta dieta desequilibrada. Los altos niveles de grasas y azúcares en la alimentación provocan un desequilibrio en el metabolismo de lípidos y la acumulación de grasa en el hígado. Además, la obesidad y el sedentarismo, dos problemas comunes entre los jóvenes, también contribuyen al desarrollo de la esteatosis hepática.
El impacto de esta enfermedad en la salud de los jóvenes no debe ser subestimado. La esteatosis hepática no alcohólica, como se conoce específicamente en aquellos que no consumen alcohol en exceso, puede llevar a inflamación hepática, daño celular y, en casos más severos, a enfermedades más graves como la cirrosis y el cáncer de hígado. Además, la esteatosis hepática está estrechamente relacionada con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 e incluso trastornos metabólicos.
Triplica el riesgo de cáncer de hígado
Según los expertos de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), el número de casos de tumores hepáticos en pacientes con hígado graso se ha triplicado en España en la última década. Esta preocupante tendencia sugiere que el hígado graso se convertirá en una de las principales causas de cáncer de hígado en los próximos años.
De hecho, la enfermedad hepática metabólica ya ocupa el segundo lugar como causa de trasplante de hígado en países como Estados Unidos. En España y otros países europeos, los casos continúan aumentando año tras año. Por tanto, los especialistas de la AEEH instan a implementar un Plan Estratégico para la Enfermedad Hepática y a tomar medidas de Salud Pública más enérgicas para abordar los hábitos alimentarios y estilos de vida que contribuyen a la progresión de esta epidemia en la población más joven.
En primer lugar, es necesario promover una alimentación saludable y equilibrada desde temprana edad, fomentando el consumo de frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Además, la promoción de la actividad física regularactividad física regula es vital. Los jóvenes deben ser alentados a participar en actividades deportivas y a mantener un estilo de vida activo.
La combinación de una dieta saludable y ejercicio regular no solo ayuda a prevenir la esteatosis hepática, sino que también promueve la salud general. Por último, demandan un mayor énfasis en el cribado y diagnóstico temprano, así como una mayor inversión pública en investigación.
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