Una nueva 'epidemia' de cáncer amenaza a los menores de 50 años, estas son las causas
Cáncer
Seis factores entre los que se encuentran el tabaco, el alcohol o la dieta, están aumentando gradualmente el número de casos de cáncer a edades más tempranas.
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El surgimiento de la pandemia ha marcado un cambio en la atención médica, centrándose en la atención de pacientes con complicaciones de COVID-19 y reduciendo o incluso eliminando la atención médica no esencial. El tratamiento de los pacientes se redujo a emergencias y se suspendieron la mayoría de las medidas preventivas de consultas de rutina. Sin embargo, aquel paréntesis en la vida de la población global, no frenó el avance de otras enfermedades como el cáncer. El informe 'Las cifras del cáncer en España', elaborado por la SEOM y la Red Española de Registros de Cáncer, prevé que en 2040 la incidencia llegue a los 340.000 casos, un aumento del 21,74% de las previstas para este año.
Pero lo más preocupante de los datos es que se estima que entre 2020 y 2040 se producirá un incremento de casi un 50% en los nuevos diagnósticos de cáncer en el mundo, y, de estos, un porcentaje significativo corresponderán a pacientes jóvenes. De hecho, los expertos advierten sobre una 'epidemia' que amenaza cada vez a más personas menores de 50 años de edad.
Así lo expone un nuevo trabajo publicado en Nature Reviews Clinical OncologyNature Reviews Clinical Oncology, revista del grupo Nature enfocada a las revisiones de estudios en el manejo del cáncer, en el que los investigadores realizaron un análisis exhaustivo de la literatura y los datos en línea. El estudio se centró en los efectos de 14 tipos de cáncer diagnosticados en adultos jóvenes entre 2000 y 2012. Los resultados no tuvieron en cuenta la incidencia provocada por el impacto de la pandemia.
En este sentido, al actual incremento estimado en el número de casos de cáncer hay que sumar el impacto negativo del coronavirus, donde cerca del 20% de los nuevos casos no se diagnosticaron durante la primera ola. De hecho, entre enero de 2020 y mayo de 2020, a pesar de la COVID-19, el cáncer siguió siendo la principal causa de muerte entre los hombres y la tercera causa de muerte entre las mujeres.
En nuestro país, entre 2000 y 2010 crecieron el número de tumores de mama (0,5%), próstata (7,5%), hígado (0,4% en mujeres, 5,5% en hombres) o tiroides (5,5% en mujeres, 6,3% en hombres). Además, en mujeres creció el número de mielomas (3,7%) y cánceres de esófago (2,1%). Por el contrario, disminuyeron de forma general los tumores colorrectales, de vesícula y conductos biliares y de estómago.
LAS CAUSAS
"Los datos que presenta este estudio no sorprenden", comenta Isabel Echavarría, oncóloga del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). "El incremento en la incidencia del cáncer es una realidad que conocemos desde hace tiempo, al igual que el incremento en población más joven".
La mayoría de los debates sobre las posibles causas de la enfermedad de inicio temprano se centran en diferentes factores relacionados entre sí. La buena noticia es que las tasas de supervivencia del cáncer se ha duplicado en los últimos 40 años y seis factores de riesgo evitables representan un tercio de las muertes por cáncer en Europa, algo que arroja esperanzas en materia de prevención.
Según la OMS, un tercio de las muertes por cáncer son debidas a estas variables: El aumento de la obesidad, con una incidencia de unos 450.000 casos de cáncer anuales; la dieta y el sedentarismo; el mayor consumo de alcohollcohol y refrescos azucarados; las infecciones y, sobre todo, la alta prevalencia del tabaquismo (aunque las tendencias hayan cambiado en los últimos, todavía persiste el efecto del humo inhalado en las décadas anteriores). Éste último, es responsable de hasta un 33% de los tumores a nivel global, y de hasta un 22% de las muertes por cáncer. En este sentido, se ha producido una variación entre géneros en lo referente a este factor ya que se ha reducido en hombres pero ha aumentado en mujeres. Ello ha provocado un claro descenso en el cáncer de pulmón y vejiga urinaria en varones, pero un aumento del cáncer de pulmón en mujeres, con una tasa de incidencia en 2022 que casi triplica la de 2001.
En las últimas décadas, en el caso de nuestro país, el número absoluto de cánceres diagnosticados en España se ha incrementado a causa del aumento poblacional, el envejecimiento, la exposición a factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la obesidad y el sedentarismo, entre otros– y en algunos tipos de cáncer como el colorrectal, y los de mama, cérvix o próstata, por el aumento de la detección precoz.
Asimismo, el alcohol, aunque no está suficientemente señalado como factor de riesgo, está implicado en el desarrollo de muchos cánceres, como los de cabeza y cuello, de la cavidad oral, de esófago, de hígado, colorrectal o de mama. En cuanto a la dieta, su participación en el desarrollo de algunos tipos de cáncer se debe a un mayor consumo de grasas saturadas, carne roja, alimentos procesados, junto a un bajo consumo de frutas vegetales, granos enteros y fibra.
Todas estas variantes se han reflejado en los datos ya que, según indican los autores "esta epidemia de cánceres de aparición temprana es probablemente atribuible a cambios en patrones de exposición en la juventud o la primera madurez.''
En relación a esto, durante el estudio se observó lo que denominaron 'efecto de cohorte de nacimiento', el cual muestra que cada grupo sucesivo de personas nacidas en un momento posterior tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer más adelante en la vida. Por ejemplo, las personas nacidas en 1960 experimentaron un mayor riesgo de cáncer antes de cumplir los 50 años que las personas nacidas en 1950. ''Predecimos que este nivel de riesgo seguirá aumentando en las generaciones sucesivas'', afirman.
Factores quizá menos conocidos pero que pueden haber jugado un papel fundamental son el aumento del consumo de fármacos como antibióticos y anticonceptivos orales, el efecto de la contaminación lumínica en la reducción de horas de sueño incluso aspectos como el adelantamiento de la primera menstruación y la reducción del número de hijos por mujer.
REVISAR LOS FACTORES EVITABLES Y MEJORAR EL CRIBADO
La revisión de más de 300 estudios previos sobre el tema no se limitó a identificar a los posibles culpables de esta ''epidemia''. Los cánceres en estadio temprano (que no deben confundirse con los tumores en niños y adolescentes, que no se incluyen aquí) tienen sus propias características. Las diferencias en las características clínicas y analíticas sugieren diferentes mecanismos oncogénicos en estas enfermedades.
Además, estos cánceres son más propensos a diagnosticarse en estadios avanzados y los supervivientes son más proclives a problemas a largo plazo de infertilidad, enfermedades cardiovasculares y cánceres secundarios. "Quedan muchas preguntas por resolver", apunta Echavarría, "como, por ejemplo, el impacto individual de cada factor de riesgo en cada situación, al igual que si existen más factores añadidos a los que ya conocemos que estén siendo responsables de este incremento en la incidencia del cáncer a edades jóvenes".
A ello se suma el efecto de los factores de riesgo del cáncer en otro tipo de enfermedades, como las cardiovasculares o las respiratorias. "Por ello es importante fomentar desde la infancia un estilo de vida saludable y concienciar sobre el papel reductor de riesgo que puede tener dicho estilo de vida".
A este respecto, las medidas también se van implantando poco a poco, "dada la creciente incidencia de varios tipos de cáncer de aparición temprana, necesitamos incrementar la concienciación de esta tendencia y, potencialmente, reevaluar las guías de cribado actuales o desarrollar aproximaciones personalizadas para el cribado de cáncer de aparición temprana".
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