Ni el entorno laboral, ni las personas que te rodean: este es el verdadero ladrón de tiempo que hay en tu vida
Investigación y Tecnología
Los ladrones de tiempo son momentos en los que te dejas distraer y te quitan tiempo
Puedes ponerte un horario para consultar correos y redes sociales, así evitarás estar conectado más tiempo de la cuenta
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Cuando nos paramos a pensar en aquellas cosas o personas que nos hacen perder el tiempo, siempre pensamos en hechos concretos sin recapacitar en los detalles de todas las cosas que hacemos durante el día y para la que hemos invertido mucho tiempo, con pocos resultados satisfactorios.
Esto es así porque solemos relacionar a los ladrones de tiempo con algo físico y que tiene que ver con lo que interrumpe nuestra productividad laboral. Y en cierta manera es así porque interfieren en nuestras tareas diarias, pero no es algo tangible, sino que son momentos en los que te dejas distraer y te quitan tiempo.
"Somos nosotros mismos los propios boicoteadores del tiempo"
Al igual que tampoco existe un mismo ladrón de tiempo para todo el mundo, sino que varía según las personas. Veamos diferentes situaciones en las que descubrirás quién es el verdadero ladrón de tiempo de tu vida.
Somos nuestros propios ladrones de tiempo
Lo más preocupante a la hora de tratar de identificar a los ladrones de tiempo es que no solemos pensar en que somos nosotros mismos los propios boicoteadores de ese tiempo que afecta a nuestra productividad y a nuestros momentos que podríamos estar dedicando a la desconexión, a lo que nos gusta hacer y a lo que nos hace sentir bien.
"Lo que puedas hacer en tres horas, no las hagas en ocho"
Los profesionales como Patricia Ramírez (Patri Psicóloga) enfocan a los ladrones de tiempo en ejemplos como aquellos pensamientos tanto del pasado como es la nostalgia, del futuro intentando adivinarlo para anticiparnos y así tenerlo todo controlado, insertar una cantidad enorme de tareas en la agenda que sabes que no vas a cumplir y sin foco ninguno, cabrearte con tus hijos sin llegar a nada o rumiar pensamientos en bucle con los que tampoco vas a solucionar nada en el momento en el que estás.
La ventaja de ser el protagonista principal del robo de tu propio tiempo es que tienes la capacidad de actuar para corregir tu conducta y evitar que estas pérdidas de tiempo se repitan en el futuro.
Ladrones de tiempo
Ya hemos desvelado quién es el verdadero ladrón de tiempo de tu vida, ahora vamos a ver qué comportamientos te llevan a robarte tu propio tiempo.
- Falta de organización. Cuando no tienes una buena organización, el tiempo se escapa por todas partes: pierdes tiempo en decidir cuál es el siguiene paso, vas saltando de una tarea en otra sin terminar ninguna, olvidas fechas y plazos y se te acumulan las tareas con las que tienes que cumplir creándote una sensación de estrés y ansiedad, además de quitarles horas al sueño. Hay una frase muy buena para esto que dice que "lo que puedas hacer en tres horas, no las hagas en ocho".
- Comprobar continua y compulsivamente el correo electrónico y/o las redes sociales. Si por lo que sea no puedes estar disponible en el momento en el que te mandan un correo, si es importante, te localizarán con una llamada y por lo que respecta a las redes sociales, somos cada vez más del club del FOMO, es decir, queremos estar al día de todo y no perdernos nada. Debes tener en cuenta que muchas de esas noticias nos producen una emoción negativa, cuya reacción se va a convertir en un ladrón de tiempo más.
No se trata de que estés aislado del mundo, pero puedes ponerte un horario para consultar correos y redes sociales, así evitarás estar conectado más tiempo de la cuenta y que no te roben tiempo, por ejemplo, para el sueño o el descanso. Muchas veces solo entras a ver una cosa y cuando te das cuenta, estás haciendo scrolls, metiéndote en enlaces que te han llamado la atención y viendo vídeos de manera continuada.
- La queja. Otro ladrón de tiempo que no nos lleva a nada tanto si lo haces tú como si son los demás los que están todo el rato escuchando cómo te quejas. Generan malestar y normalmente es sobre algo que no está en nuestra mano solucionar en ese momento o ni siquiera se puede arreglar. Por ejemplo, la conducta o forma de ser de una persona que ha tenido un tono mal educado contigo en un momento puntual.
- El perfeccionismo es otro ladrón de nuestro tiempo ya que a veces empleamos demasiado tiempo en dejarlo "todo perfecto". El perfeccionismo nos hace pagar un precio demasiado elevado ya que nos genera ansiedad. Así que estamos cambiando hacer las cosas muy bien por nuestro bienestar, el tiempo invertido tampoco compensa el resultado obtenido y además todo interfiere en la calidad de tu productividad.
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