Enigma resuelto: ¿cuál es la hormona que acaba de descubrir un estudio con la que se aumenta la densidad y fuerza de los huesos de las mujeres?

Investigadores de la Universidad de California en San Francisco y la Universidad de California en Davis (Estados Unidos) han descubierto recientemente, a través de un estudio, una hormona que mantiene fuertes los huesos de las mujeres en periodo de lactancia y que, a su vez, tiene propiedades para curar fracturas óseas, así como también para tratar la osteoporosis en la población en general ya que los desgastes de huesos pueden darse también por otras causas como el cáncer de mama o en deportistas muy entrenados.

Se trata de la hormona cerebral materna (CCN3), una proteína que pertenece a la familia de factores de comunicación celular CCN y que ayuda a aumentar la densidad y la fuerza de los huesos. Además, esta hormona tiene un papel muy importante en el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso.

Cómo beneficia a la osteoporosis y a las mujeres en periodo de lactancia

Han tardado unos años en descubrir cómo los huesos de las mujeres durante el periodo de lactancia se mantenían fuertes, una incógnita que ha quedado resuelta gracias a este estudio que se ha publicado en la revista Nature.

Ahora queda aclarar la razón por la cual es más efectivo en el género femenino que en el masculino. Hasta el momento, los planteamientos se han llevado a cabo en laboratorio con ratones hembra y han descubierto que, bloqueando un receptor de estrógeno en particular en una pequeña zona del cerebro, obtenían como respuesta un aumento de la masa ósea.

Según publica el portal Infosalus, los investigadores tenían la sospecha de que la responsable de que los huesos estuvieran fuertes se encontraba en la sangre y la certeza a esa hipótesis les ha llevado años de estudio, hasta ahora.

Así aumenta a la densidad ósea

Para poder comprobar la capacidad de CCN3 para ayudar a la curación de los huesos, los investigadores crearon un parche de hidrogel que se podía aplicar directamente en el lugar de una fractura ósea, donde liberaba lentamente CCN3 durante dos semanas.

Con este método, ensayado con ratones, comprobaron que en los de edad más avanzada, las fracturas se no curaban del todo. "Hay algunas situaciones en las que los huesos altamente mineralizados no son mejores; pueden ser más débiles y, de hecho, romperse con más facilidad", destaca el colaborador científico de Ingraham, Thomas Ambrosi de UC Davis.

Sin embargo, descubrieron justo lo contrario en otros más juveniles. "Pero cuando probamos estos huesos, resultaron ser mucho más fuertes de lo habitual". Lo que sucedió es que el parche de CCN3 estimuló la formación de hueso nuevo donde se había producido la fractura, logrando su recuperación absoluta.

Así que después de una examinación exhaustiva de las células madre dentro de los huesos que son responsables de generar hueso nuevo, Ambrosi descubrió que "cuando estas células estaban expuestas a CCN3, eran mucho más propensas a generar nuevas células óseas".

Otras formas de fortalecer los huesos

Una de las maneras más efectivas de contribuir al desarrollo saludable de CCN3 es centrarse en mantener un estilo de vida que favorezca, principalmente, a la salud cerebral.

Esto quiere decir que debemos llevar una alimentación equilibrada rica en nutrientes esenciales, como ácidos grasos omega-3, antioxidantes, vitaminas y minerales ya que todos son fundamentales para la salud del cerebro y que encontramos fácilmente en pescados grasos, nueces, semillas, frutas y verduras frescas.

Otro de los pilares sobre los que se sostiene un estilo de vida saludable es la práctica de ejercicio físico regular ya que la actividad física promueve la neurogénesis y aumenta los niveles de factores neurotróficos en el cerebro, que son proteínas que favorecen la supervivencia y el crecimiento de las neuronas.

El verano es una buena época para practicar ejercicio, sobre todo al aire libre, del tipo aeróbico como por ejemplo correr, bicicleta, nadar o cualquier otro que puedas practicar en el agua.

El sueño de calidad es otro factor esencial para el desarrollo de CCN3. Durante el sueño, el cerebro realiza funciones de mantenimiento y reparación, incluyendo la eliminación de toxinas acumuladas y la consolidación de la memoria.

Según la OMS, los adultos debemos dormir una media de entre siete y nueve horas diarias para estar saludables. No podemos olvidar que, dentro de lo que se considera un estilo de vida saludable, hay que cuidar también la parte cerebral, por lo que el manejo del estrés se convierte en un elemento indispensable.

El estrés crónico contribuye al aumento de la inflamación cerebral. Así que puedes intercalar la práctica de ejercicio intenso con disciplinas más suaves como son la meditación, el yoga, la respiración profunda y otras prácticas de mindfulness las cuales pueden ser muy efectivas para reducir los niveles de estrés y promover la salud cerebral.