La enfermedad de Chagas: el parásito que causa graves problemas cardiovasculares y digestivos
Día Mundial Enfermedad de Chagas
España es el país europeo con mayor prevalencia de esta enfermedad
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Morir a causa de un 'corazón roto' parece algo que roza lo poético, una ensoñación lejos de cualquier realidad clínica. Pero lo cierto es que, más allá del amor, existe una enfermedad cuyas consecuencias físicas pueden provocar que el corazón se 'rompa'. Hoy, Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, y a 110 años de su descubrimiento, aún está incluida en la lista de los padecimientos tropicales desatendidos.Según la OMS, afecta a entre seis y siete millones de personas a nivel mundial. Hasta un 40% de estas personas desarrollará algún problema cardíaco causado por la infección, cuya consecuencia última es la muerte súbita por arritmias cardíacas o por una insuficiencia cardíaca progresiva. España, se ha convertido en el primer país Europeo con mayor prevalencia de esta enfermedad.
¿Qué es?
La enfermedad de Chagas, también conocida como tripanosomiasis americana, es una afección que puede causar problemas serios al corazón y estómago. Es una enfermedad parasitaria común en Latinoamérica, especialmente en áreas rurales y de escasos recursos. También se encuentra en los Estados Unidos, más a menudo en personas que se infectaron antes de llegar al país.
Endémica en 21 países de América, el mal de Chagas es causado por un parásito que porta la vinchuca, una especie de chinche autóctona que tiene infinidad de diferentes nombres según la región y que pica a sus víctimas para alimentarse de su sangre, aunque no las infecta directamente. Cuando el insecto pica a una persona para alimentarse con su sangre, defeca muy cerca de la picadura. En las heces que deposita sobre la piel se encuentra el parásito, que pasa a la sangre cuando la persona se rasca. Esta forma de transmisión se conoce como transmisión vectorial. En ocasiones las heces pueden pasar a través de las mucosas, si se han depositado cerca de las mismas (por ejemplo, a través de la mucosa ocular).
En España, el chagas se puede transmitir, fundamentalmente, a través de la donación de sangre, donación de órganos y de madres a hijos durante el embarazo. La detección y el tratamiento de niñas infectadas y mujeres infectadas en edad fértil es clave, además del cribado de los recién nacidos y otros hijos de madres infectadas que no hayan recibido antes tratamiento antiparasitario.
Síntomas
Su detección no es fácil pues, tras un golpe inicial de síntomas variados que pueden incluir fiebre, hinchazón, tos o lesiones cutáneas, se vuelve una afectación crónica en la que hasta el 70% de los casos puede evolucionar sin mayores signos clínicos. El 30% restante sufre alteraciones cardiacas, digestivas o neuronales irreversibles si no recibe tratamiento a tiempo.
En este sentido, una de las principales barreras para obtener atención pronta de la enfermedad de Chagas es que, en su fase aguda –cuando más parásitos circulan por la sangre- en la mayoría de los casos, los síntomas son imperceptibles y poco específicos. Lo más grave sucede en la fase crónica, cuando su lenta evolución de años lleva a los pacientes a desarrollar diversos trastornos cardiovasculares, en hasta 30% de estos, así como alteraciones digestivas, neurológicas o mixtas en 10% de ellos.
La infección aguda por T. cruzi en áreas endémicas suele ocurrir en la infancia y puede ser asintomática. Los pacientes con síntomas suelen comenzar a presentarlos entre 1 y 2 semanas después de la exposición. Cuando el sitio de inoculación es la conjuntiva, aparece un edema periocular y palpebral unilateral con conjuntivitis y adenopatías preauriculares, que se conoce como el signo de Romaña.
Las infecciones congénitas son en su mayoría asintomáticas, pero en el 10 al 40% de los casos aparecen manifestaciones inespecíficas, como prematurez, bajo peso al nacer, fiebre, hepatoesplenomegalia, anemia y trombocitopenia. Rara vez, la muerte puede ser el resultado de una enfermedad fulminante.
La enfermedad gastrointestinal causa síntomas semejantes a los de la acalasia o la enfermedad de Hirschsprung. El megaesófago chagásico se manifiesta con disfagia y puede producir infecciones pulmonares por aspiración o asociadas con la grave desnutrición. El megacolon puede determinar que el paciente experimente largos períodos de estreñimiento y vólvulo intestinal.
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