El ejercicio de piernas que puedes practicar desde cualquier lugar que mejora la movilidad y el equilibrio

Investigación y Tecnología

Ayudan a corregir desequilibrios musculares entre las extremidades, promoviendo una mayor simetría y reduciendo el riesgo de lesiones

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Zancadas
Zancadas / Freepik

El equilibrio es una habilidad fundamental que desempeña un papel crucial en nuestra vida diaria, aunque a menudo pasa desapercibida hasta que nos encontramos con problemas para mantenerlo. Desde actividades simples, como caminar o levantarnos de una silla, hasta tareas más complejas como practicar deportes o cargar objetos pesados, el equilibrio asegura que podamos movernos de manera eficiente, segura y con confianza.

De este modo, mejorar esta capacidad no solo es importante para prevenir caídas y lesiones, especialmente a medida que envejecemos, sino también para optimizar nuestro rendimiento físico, postura y estabilidad. Además, un buen equilibrio contribuye al bienestar mental, ya que promueve una mayor conexión entre el cuerpo y la mente, ayudándonos a responder con agilidad y control a los desafíos cotidianos, así que trabajar en el equilibrio no es solo una cuestión de rendimiento deportivo o rehabilitación, sino una inversión en nuestra salud.

Por lo que respecta a la parte física, hay ejercicios que podemos realizar que nos van a ayudar a mejorarlo y uno de ellos son las zancadas, un ejercicio fundamental en el entrenamiento de fuerza y acondicionamiento físico. Este movimiento consiste en dar un paso hacia adelante o hacia atrás, flexionando ambas rodillas hasta que la rodilla trasera casi toque el suelo, mientras se mantiene el torso erguido y el abdomen contraído.

Al involucrar múltiples grupos musculares, como los cuádriceps, glúteos, isquiotibiales y músculos del core, las zancadas mejoran la fuerza, el equilibrio y la coordinación. Además, su versatilidad permite tanto la adaptación a diferentes niveles de condición física y objetivos específicos, convirtiéndolas en un componente esencial en diversas rutinas de entrenamiento, como que se pueda practicar desde cualquier lugar. Pero estos no son los únicos beneficios que nos aportan las zancadas.

Beneficios de las zancadas

La práctica regular de zancadas contribuye al fortalecimiento de la musculatura de las piernas y los glúteos, lo que se traduce en una mejora de la estabilidad y la movilidad. Al ser un ejercicio unilateral, las zancadas ayudan a corregir desequilibrios musculares entre las extremidades, promoviendo una mayor simetría y reduciendo el riesgo de lesiones. Además, al involucrar el core durante su ejecución, se potencia la estabilidad central, esencial para una postura adecuada y la prevención de dolores lumbares.

La activación de grandes grupos musculares durante las zancadas también incrementa el gasto calórico, favoreciendo la pérdida de peso y la mejora de la composición corporal. Según el portal Tua Saúde, "las zancadas pueden ayudar a perder peso al incrementar la masa magra y reducir la grasa corporal, aumentando el metabolismo y la quema de calorías". Por otra parte, la inclusión de zancadas en una rutina de entrenamiento debe ajustarse a las necesidades y objetivos individuales, es decir, que debe ser un ejercicio instruido por un profesional.

Para principiantes, se recomienda realizar de 2 a 3 series de 10 a 15 repeticiones por pierna, dos veces por semana, permitiendo que el cuerpo se adapte al nuevo estímulo. A medida que se progresa, es posible aumentar la frecuencia a tres veces por semana e incorporar variaciones o resistencia adicional, como el uso de mancuernas, para intensificar el ejercicio. Es fundamental prestar atención a la técnica adecuada para maximizar los beneficios y prevenir lesiones, como es mantener la columna recta, el abdomen contraído y evitar que la rodilla delantera sobrepase la punta del pie. Además, es importante escuchar el cuerpo y permitir períodos de descanso adecuados para facilitar la recuperación muscular.

Contraindicaciones y precauciones

Aunque las zancadas son beneficiosas para la mayoría de las personas, existen situaciones en las que su práctica no es recomendable como por ejemplo aquellas personas con lesiones o dolor en las rodillas, caderas o tobillos deben evitar este ejercicio o buscar alternativas con las que consigan los mismos resultados sin poner en riesgo su salud. Las personas con problemas de equilibrio o movilidad limitada también deben tener precaución, ya que las zancadas requieren una buena estabilidad y control postural.

En estos casos, se hace más necesaria, incluso, la presencia de un profesional de la salud o un entrenador certificado para recibir orientación personalizada y adaptar el entrenamiento a las capacidades individuales. Además, es esencial no sobrecargar el cuerpo y progresar gradualmente en la intensidad y volumen del ejercicio para evitar el sobreentrenamiento y posibles lesiones. Por eso, es importante que antes de empezar con cualquier programa de ejercicios, especialmente si existen condiciones médicas preexistentes, se consulte con un profesional de la salud o un entrenador con titulación.

La supervisión profesional garantiza que el ejercicio se realice de manera segura y efectiva, adaptándose a las necesidades específicas de cada persona. Además, combinar las zancadas con otros ejercicios y mantener una rutina equilibrada contribuirá a una mejora integral de la salud y el bienestar.

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