¿Qué efectos tiene el ruido visual en el cerebro?

Investigación y Tecnología

El ruido visual es una fuente de distracción constante que puede agotar nuestros recursos cognitivos

Cuando estamos expuestos a una gran cantidad de información visual no relevante, nuestro cerebro tiene que luchar para separar lo importante de lo insignificante

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Mesa de trabajo desordenada.
Mesa de trabajo desordenada.

Vivimos en un mundo lleno de estímulos sensoriales, percibiendo muchos elementos visuales no deseados que perturban nuestra paz mental. Nos distraen, nos agotan mentalmente y dificultan la capacidad de concentración y enfoque. Y lo tenemos dentro de nuestra propia casa.

El cerebro humano tiene la capacidad de procesar información, pero también tiene sus límites y el exceso de estímulos visuales puede sobrecargarlo de manera significativa. El ruido visual es una fuente de distracción constante que puede agotar nuestros recursos cognitivos y reducir nuestra capacidad para llevar a cabo tareas importantes de manera eficiente.

Cómo influye el ruido visual en el cerebro

Uno de los efectos más notables del ruido visual en el cerebro es la dificultad para concentrarse. Cuando estamos expuestos a una gran cantidad de información visual no relevante, como anuncios publicitarios llamativos, notificaciones de dispositivos electrónicos o decoración excesiva en un entorno, nuestro cerebro tiene que luchar para separar lo importante de lo insignificante. Esto puede llevar a una disminución en la capacidad de concentración y enfoque en tareas que requieren atención y pensamiento profundo o simplemente cuando tratas de tener quietud mental y relajarte.

El ruido visual también genera estrés y ansiedad. Un estudio realizado por la Universidad de Minnesota encontró que las personas que trabajan en entornos con alta exposición al ruido visual experimentan niveles más altos de estrés y fatiga mental. Esto se debe a que el cerebro constantemente procesa información visual, incluso cuando no es relevante, lo que activa una respuesta de lucha o huida y aumenta, por tanto, los niveles de estrés.

Otro efecto del ruido visual en el cerebro es la disminución de la creatividad y la productividad. Cuando estamos rodeados de distracciones visuales, el cerebro tiene menos oportunidades para la reflexión profunda y la generación de ideas originales, por lo que un entorno laboral sobreestimulado visualmente repercute de manera negativa en el desarrollo de la cualidades del personal de la empresa o del autónomo, en caso de que el ambiente de trabajo sea una estancia de la casa. Además, sin que te des cuenta, te genera sensación de agotamiento y apatía.

La calidad del sueño también puede verse afectada por el ruido visual. La exposición a la luz artificial excesiva durante la noche, como la luz de pantallas de dispositivos electrónicos o luces de la calle, puede interferir con el ritmo circadiano ritmo circadianonatural del cuerpo y dificultar el sueño. Esto puede tener efectos negativos en la salud a largo plazo, ya que el sueño es crucial para la recuperación y el funcionamiento óptimo del cerebro.

Recomendaciones para evitar el ruido visual

Diseña entornos visuales más simples tanto en casa como en el trabajo en el que crees espacios más limpios y organizados. Para ello, se debe recurrir al minimalismo donde se eliminen los objetos decorativos para mantenerte libre de distracciones visuales.

Pausas conscientes con las que desconectar de la estimulación visual. Para ello, puedes incluir prácticas que te ayuden a apartar la vista por un rato de lo que te genera malestar. Simplemente con dar un paseo corto al aire libre conseguirás descansar la mente.

Opta por una decoración funcional y de la misma gama cromática en la que organices y agrupes los objetos según su función. Por ejemplo, en lugar de tener la cafetera, la tostadora y el exprimidor repartidos por la encimera, agrúpalos y crea un pequeño rincón de desayuno. De esta forma, también reduces la estimulación visual y parecerá que todo está más ordenado y en armonía. Al igual pasa con la gama cromática. Si organizas los objetos con sintonía de color, te dará más sensación de equilibrio.

Utiliza la regla del 60-30-10 en el que el 60% representará el color mayoritario, escoge un segundo color que representará el 30% y, por último, un tono para el 10% que queda. Esto evitará que te sobrecargues visualmente con un abanico cromático demasiado amplio.

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