El efecto secundario inesperado que puede generar el ayuno intermitente
A lo largo de los últimos años, el ayuno intermitente ha pasado a considerarse como un método más para promover la pérdida de peso. Aunque lo practican millones de personas, esta tendencia no siempre va a acompañada de una prescripción correcta y, en ocasiones, las personas que lo adoptan no cuentan con toda la información necesaria. ¿Es recomendable realizar ayuno intermitente? Es importante recalcar que el ayuno no puede considerarse una dieta, puesto que esta pauta implica restringir alimentos durante un tiempo determinado, mientras que el concepto de dieta alude a la ingesta habitual de alimentos y bebidas. Y, en caso de decidirse a llevarlos a cabo existen una serie de consejos que debes seguir si vas a practicar ayuno intermitente.
Porque, si bien es cierto que determinados expertos en nutrición apuntan que el ayuno intermitente puede ayudar a perder peso, reduciendo el consumo calórico diario, tener un impacto positivo en enfermedades inflamatorias o retrasar el envejecimiento, no lo es menos que está demostrado que los períodos prolongados sin alimento causan desajustes hormonales, aumenta el cansancio y la dificultad para concentrarnos o eleva la probabilidad de caer en trastornos alimenticios, sobre todo en las personas más vulnerables. Ahora, a todo ello se suma un efecto secundario inesperado que puede generar el ayuno intermitente, revelado a raíz del estudio publicado en la revista Cell por científicos de la Universidad de Westlake, en China: El ayuno intermitente podría potenciar la pérdida de cabello.
El estrés y la pérdida de cabello
Así, esta estrategia nutricional en la que se limita la ingesta de alimentos a un número concreto de horas puede alterar el ciclo de crecimiento capilar. Al menos eso ha ocurrido en los primeros experimentos llevados a cabo con animales, motivo por el cual la teoría no se convierte aún en axioma. La explicación científica a este efecto producido en ratones es que la restricción calórica prolongada mantendría los folículos pilosos en una fase de reposo más prolongada, reduciendo su capacidad de regeneración. O lo que es lo mismo, el estrés generado por la falta de alimentos durante estos períodos extendidos sin alimentarnos afecta a las funciones corporales básicas.
En principio, aunque en el análisis de un ayuno intermitente no interfiere el qué comemos, sino cuándo los comemos, no entraría en liza el tipo de alimentos que tomamos, aunque bien es cierto que se trata, siempre, de comer lo más saludable posible dentro de la franja horaria establecida. Proteína de calidad, todo tipo de verduras, fruta, hidratos de carbono y grasas de calidad, como las que contienen los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra. Descansar bien y tomar el sol conformarían la cuadratura del círculo perfecta para poder adaptar esta rutina habitual cada vez más extendida. Sobre todo después de días en los que los excesos se apoderan de nuestro día como en navidades.
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