Qué dice la psicología de las personas que siempre hacen favores a los demás

Ayudar a los demás es una cualidad muy valiosa, pero es importante saber equilibrar el estar disponible con el respeto por las propias necesidades y límites. Aunque estas acciones pueden surgir de un deseo de ayudar de manera altruista, también pueden estar influenciadas por necesidades internas o patrones de comportamiento específicos.

Una persona altruista es aquella que se preocupa por el bienestar de los demás, incluso a costa de sus propios intereses, tiempo, recursos o comodidad ya que es una actuación desinteresada que busca el beneficio ajeno sin esperar algo a cambio.

Pero hacer favores no siempre encierra un significado de altruismo. Veamos algunas posibles características de las personas que siempre están haciendo favores a los demás.

Características de las personas que siempre hacen favores a los demás

Algunas personas buscan constantemente la aceptación de los demás y temen ser rechazadas. Esto puede llevarlas a complacer a otros en exceso, incluso a costa de sus propias necesidades. Son actuaciones propios de personas con baja autoestima que no valoran adecuadamente su propia valía pueden intentar ganarse el aprecio ajeno mediante la realización de favores, esperando así sentirse valorados y aceptados.

La conducta altruista muchas veces encierra patrones heredados de los progenitores y, por tanto, aprendidos en las infacia. Se trata de aquellas pesonas que, desde edades temprana, asumieron roles de cuidadores o se les inculcó la importancia de agradar a los demás y han continuado con estos comportamientos en la etapa adulta. Esto se observa en el denominado "síndrome de Wendy", donde la persona siente una necesidad constante de cuidar y complacer a otros.

La incapacidad para decir "no" y establecer límites claros también está detrás de esta conducta la cual lleva a una sobrecarga de responsabilidades y de sentirse explotado por quienes se aprovechan de su disposición. Sin embargo, muchas personas que suelen hacer favores los hacen para evitar el conflicto, enfrentamientos y buscan mantener la armonía a toda costa, que es lo que les lleva a aceptar peticiones incluso cuando no desean hacerlo.

Consecuencias potenciales

La constante disposición a ayudar puede llevar al desgaste, afectando la salud mental y física. Al mismo tiempo que surge resentimiento y sentimos de frustración ya que se sienten explotados y poco valorados por parte de quienes se benefician de sus favores. Así que las personas tienen que aprender a decir "no" cuando sea necesario e intentar comunicar sus necesidades y limitaciones de manera asertiva.

Lo que sucede cuando se priorizan siempre las necesidades de los demás, es que se acaba perdiendo la propia identidad ya que han descuidado sus propios deseos y objetivos, llevando a una desconexión con su propia propia persona. En este sentido, es recomendable que reflexionemos sobre nuestras propias motivaciones que nos llevan a ayudar, así como también intentar reconocer si estas acciones nacen de un deseo genuino o de una necesidad de aprobación.

Si estos comportamientos generan malestar o afectan la calidad de vida, es recomendable acudir a un psicólogo para trabajar en la autoestima y habilidades de comunicación.