El parqué
Jaime Sicilia
Quinta sesión en verde
Investigación y Tecnología
Mover mucho las manos al hablar forma parte de los gestos que engloban a la comunicación no verbal. "Los humanos somos criaturas muy gestuales", declaró la doctora Gillian Forester, psicóloga evolutiva y del desarrollo de la escuela Birkbeck, de la Universidad de Londres, en un programa de la BBC. Hay muchas formas de hacerlo y cada una, según el contexto, tiene un significado.
En la época primitiva, las manos eran un instrumento para comer y, con el paso del tiempo, pasaron a ser una también una herramienta de comunicación entre los humanos. De hecho, "las partes del cerebro que controlan las manos y la boca están altamente superpuestas", añade Forester, por lo que de esta manera utilizamos los gestos con las manos para reforzar lo que estamos diciendo en un intento de aclarar el argumento de nuestro propio discurso.
La gesticulación de las manos cuando hablamos ayuda a que los demás comprendan mejor nuestro mensaje y por eso se convierte en una herramienta poderosa de comunicación ya que si al hablar, usamos las manos, va a favorecer el orden de las palabras en nuestra mente, dándole una estructura ordenada a ese pensamiento. Así que moviendo las manos no solo vamos conseguir que los demás nos entiendan, sino que nos ayudamos a nosotros mismos a entendernos en nuestra cabeza y explicar mejor lo que queremos decir.
Los movimientos de las manos también pueden reflejar nuestras emociones. Probablemente cuando estamos más animados, contentos o emocionados, moveremos mucho las manos al hablar o al compartir una noticia que nos hace muy feliz. De todas formas, no es un significado exclusivo, ni universal, sino más bien orientativo y con matices, ya que hay personas que son más expresivas que otras y tienden a gesticular más cuando hablan.
Como hemos visto, los gestos con las manos son una excelente herramienta para reforzar lo que estamos diciendo, también, cuando hablamos por teléfono, pero además es importante ser conscientes de ellos, ya que algunos movimientos pueden distraernos o transmitir un mensaje diferente al que pretendemos.
Si bien es cierto que las diferentes formas de mover las manos que vamos a explicar a continuación tienen cada una connotación diferente, según cada situación, tampoco conviene obsesionarse con los significados ya que muchas veces son movimientos sin más y sin ninguna otra pretensión que la de acompañar a las palabras. Veamos qué dice de nosotros algunos movimientos que hacemos con las manos cuando hablamos.
Este gesto tiene una fuerte connotación de apertura y sinceridad. Cuando una persona habla con las manos abiertas, especialmente con las palmas hacia arriba, está transmitiendo una señal de honestidad y transparencia. Es como si estuviera diciendo: "No tengo nada que esconder". En la psicología de la comunicación no verbal, este gesto es interpretado como una invitación a la confianza, a la cooperación y a la interacción y esto incluye la disposición para recibir una opinión, ayuda o una idea.
Los movimientos circulares suelen indicar un intento de organizar o integrar ideas, sobre todo, cuando la persona está tratando de explicar un concepto complejo. También puede reflejar un intento de mantener el flujo de la conversación, como si la persona quisiera "hacer girar" el discurso para que siga adelante sin interrupciones, así como también para que quede claro lo que se está diciendo.
Este gesto es muy utilizado para dar ritmo y estructura a nuestro discurso, por lo que utilizado de manera controlada, ayuda a enfatizar ciertos puntos clave de nuestro mensaje. Es una especie de "marcador visual" que le dice a los oyentes: "Presta atención a esto que es importante". También se puede usar para acompañar ideas contrapuestas, como cuando alguien dice: "Por un lado… y por otro lado…", moviendo las manos hacia arriba y abajo para señalar las diferentes perspectivas o alternativas. En este sentido, ayuda mucho a dar claridad y estructura al discurso, haciendo que sea más fácil de seguir para los demás.
Este gesto, dependiendo del contexto, puede reflejar diferentes emociones o estados internos. Cuando una persona cruza las manos frente a su cuerpo o entrelaza los dedos, puede estar expresando una necesidad de autocontrol o protección, sobre todo, en situaciones en las que nos sentimos inseguros y necesitamos ponernos una barrera simbólica con la que cerrar el espacio personal y protegerse emocionalmente. En otros contextos, entrelazar los dedos también puede indicar concentración y reflexión, como si la persona estuviera analizando profundamente lo que está ocurriendo.
La palma hacia abajo es un gesto de control y autoridad. Cuando alguien habla con las manos orientadas hacia abajo, está dando una señal de firmeza, a menudo acompañada de un deseo de mantener el control de la situación. Este gesto puede ser usado para calmar o estabilizar una conversación, indicando que la persona quiere bajar la intensidad o poner un punto final a un debate. Por otro lado, colocar la mano en el pecho es un gesto de autoafirmación con la que indica que lo que dice proviene del corazón, es decir, que está expresando algo sincero o personal.
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