La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Los más jóvenes son conscientes de que pasan demasiado tiempo conectados a Internet. Así se desprende de un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) publicado en 2023, según el cual dos de cada tres encuestados admite que la Red ha tenido efectos negativos sobre ellos. Tomando estos datos como referencia, no es de extrañar que cada vez sean más los que se sumen a una nueva tendencia: el détox digital.
La desintoxicación tecnológica puede llegar a ser realmente necesaria en algunos casos. De media, se estima que los adolescentes pasan entre cuatro y cinco horas conectados al día. El 85% de ese tiempo se encuentran en el mundo virtual de su Smartphone, ya sea para ver sus perfiles sociales o conectarse con amigos y familiares. Ante esto, son numerosos los estudios que, desde hace tiempo, advierten sobre los efectos negativos de la hiperconexión en menores.
Estrés, ansiedad, depresión y adicción son algunos de los principales riesgos a los que conduce el uso excesivo de las aplicaciones digitales. Además de afectar a las relaciones personales que se establecen, dentro y fuera de la Red. Por ese motivo, cada vez son más los adolescentes y jóvenes que se plantean dar un giro de 180º y dirigirse hacia un estilo de vida más saludable. ¿Estaremos ante un cambio inminente en el uso de las nuevas tecnologías?
El 12,2% de la población juvenil ya opta por los llamados ‘dumbphones’. Es decir, terminales que sirven casi exclusivamente para llamar y enviar mensajes, sin la conexión a Internet que suponen los Smartphones. Así lo ha revelado el nuevo Estudio Generacional SPcial, realizado por la empresa de telefonía SPC, en colaboración con Juan Flores, fundador de Pantallas Amigas.
Para llevar a cabo este estudio se han recogido las opiniones de 1.000 jóvenes españoles de entre 18 y 35 años sobre el asunto; y una de las principales conclusiones que se extraen del mismo es que “más de la mitad se plantea realizar un ‘détox digital’ para recuperar hábitos más saludables en torno a la tecnología”. Además, recoge el mismo estudio, “más de la mitad de los jóvenes se ha planteado eliminar sus perfiles en redes sociales, aunque sólo un 12,7% lo ha hecho de forma permanente”.
Asimismo, “un 75,5% se ha propuesto reducir el uso del móvil, aunque sólo un 14,3% afirma haberlo hecho de forma permanente”. Mejorar la calidad de vida y recuperar la salud mental son algunos de los motivos más importantes a la hora de tomar esta decisión. Y lo cierto es que muchas de estas personas han crecido con los teléfonos inteligentes. Hoy en día, incluso los colegios se han sumado a la enseñanza digital, si bien es verdad que con prohibiciones relativas a los Smartphones en muchos casos.
Todo esto, unido a las numerosas tentaciones que les invitan a conectarse en cualquier momento, hace realmente difícil lograr la tan ansiada desconexión. Y, en cierto sentido, la sensación de estar fuera del grupo es con la que más complicado resulta lidiar. Sin embargo, y como revelan estos estudios, cada vez hay un mayor interés por parte de los adolescentes y los jóvenes menores de 35 años que apuestan por una sana relación con la tecnología y una vida sin la adicción de una conexión permanente.
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