Depresión dual: qué es, síntomas y causas que la originan
Día Mundial de la Lucha contra la Depresión
Es un diagnóstico poco frecuente, ya que los síntomas de una pueden ocultar los de la otra, lo que complica llegar a un diagnóstico adecuado
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Depresión y adicción son dos trastornos que van de la mano. De un modo general, es lo que se conoce como depresión dual, un concepto en el que, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, que se celebra cada 13 de enero, la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) ha querido poner el foco en la elevación entre depresión y adicciones. Vamos a precisar más sobre este concepto de patología poco diagnosticada pero que, sin embargo, según la SEPD, afecta entre el 20% y el 50% paralelamente, es decir, que ese intervalo de personas que tiene depresión también suele desarrollar algún tipo de adicción y viceversa.
La depresión dual es una condición en la que la depresión coexiste con otro trastorno mental o de conducta, como una adicción. No se refiere a tener "dos tipos de depresión", sino a la presencia simultánea de un cuadro depresivo y otro problema de salud mental, especialmente aquellos relacionados con el abuso de sustancias o comportamientos adictivos. Esta interacción entre ambos trastornos no es casual, sino que comparten raíces biológicas, psicológicas y sociales, lo que los hace profundamente interdependientes.
Síntomas de la depresión dual
Los síntomas de la depresión dual son complejos y varían dependiendo de cada persona, pero pueden incluir los signos clásicos de la depresión, como tristeza persistente, falta de energía, pérdida de interés en actividades cotidianas, problemas de concentración y pensamientos negativos o suicidas. A esto se suman los síntomas relacionados con la adicción o el trastorno coexistente, que pueden incluir consumo compulsivo de sustancias, cambios bruscos de humor, comportamiento impulsivo o dificultades para controlar ciertos hábitos.
Además, uno de los aspectos más inquietantes de la depresión dual es cómo estos trastornos se retroalimentan. Por ejemplo, alguien con depresión puede recurrir al alcohol o a otras sustancias para aliviar su malestar emocional, lo que a su vez puede empeorar los síntomas depresivos y generar una dependencia. Esto crea un ciclo difícil de romper sin un tratamiento adecuado e integral.
Es común que la depresión dual pase desapercibida, ya que los síntomas de un trastorno pueden enmascarar los del otro. Por eso, es esencial una evaluación completa y especializada que permita identificar ambas condiciones y tratarlas de manera conjunta, por lo que reconocer la coexistencia de estos problemas es el primer paso para ofrecer una atención efectiva y mejorar la calidad de vida de quienes los padecen.
Causas de la depresión dual
Estudios recientes han identificado variantes genéticas comunes que aumentan la predisposición tanto a la depresión como a las adicciones y que afectan a áreas clave del cerebro relacionadas con el sistema de recompensa, la regulación emocional y el control de los impulsos. "Este componente genético, sumado a factores ambientales como el estrés o los traumas en etapas tempranas de la vida, refuerza la importancia de un enfoque integral que contemple las raíces compartidas de ambos trastornos", manifestó Pablo Vega, vicepresidente de la sociedad científica.
Sin embargo, la depresión dual sigue siendo un diagnóstico poco frecuente, ya que, en muchas ocasiones, los síntomas de una condición pueden ocultar o enmascarar los de la otra, lo que complica llegar a un diagnóstico adecuado. Por otro lado, la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) advierte que "los sistemas de salud suelen abordar las adicciones y los trastornos mentales como problemas separados, lo que dificulta la detección de casos en los que ambas patologías coexisten".
Un ejemplo claro es el de un paciente con dependencia al alcohol. En este sentido, lo más probable es que reciba tratamiento para superar su adicción, pero sus síntomas depresivos quedan desatendidos. Esto va a favorecer el riesgo de recaídas tempranas, autolesiones o suicidio, además de agravar el deterioro en sus relaciones familiares, sociales y laborales.
Según Marta Torrens, directora de Adicciones del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Parc de Salut Mar, en Barcelona, "todos los estudios disponibles refuerzan la necesidad de tratar conjuntamente la depresión dual. El fracaso terapéutico se relaciona con el hecho de realizar tratamientos secuenciales, esto es, primero una patología (por ejemplo, la depresiva) y después, la otra (por ejemplo, la adictiva). Esto hace que mientras no se trata una de ellas empeora la otra. Finalmente empeoran las dos. Por eso hablamos de tratamiento dual para la patología dual". concluye.
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