¿Cómo debemos preparar el cuerpo para afrontar el frío con seguridad para nuestra salud?
Investigación y Tecnología
Las bajas temperaturas afectan a nuestro sistema inmunológico, a nuestra circulación y a nuestra capacidad para realizar actividades cotidianas
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El frío se intensifica y son ya muchas comunidades autónomas como Andalucía las que se enfrentan a este ola de frío la cual puede tener repercusiones en nuestra salud, tanto a nivel corporal como mental. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Sevilla se prepara para una ola de frío ya que se prevé que las jornadas del miércoles y el jueves sean las jornadas de más frío llegando a alcanzar los 0º. Las bajas temperaturas afectan a nuestro sistema inmunológico, a nuestra circulación y a nuestra capacidad para realizar actividades cotidianas. Por eso, es fundamental que prepararemos a nuestro cuerpo para resistir el frío extremo y mantenernos saludables. A continuación, exponemos algunos consejos prácticos y efectivos con los que puedes lograrlo.
1. Fortalece tu sistema inmunológico
El frío puede debilitar nuestras defensas y aumentar el riesgo de resfriados y gripes. Por eso, es crucial fortalecer el sistema inmunológico antes de que lleguen las temperaturas más bajas. En este sentido, es necesario llevar una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en vitamina C, como las naranjas, los kiwis y pimientos y vitamina D, la cual podemos obtener de los pescados grasos como el salmón, los huevos y productos lácteos fortificados.
Además, consumir alimentos ricos en zinc, como frutos secos, legumbres y semillas, nos ayuda a la hora de potenciar la respuesta inmunológica. Si la exposición al sol es limitada durante el invierno, consulte con un médico para evaluar la posibilidad de tomar suplementos de vitamina D.
2. Mantén tu cuerpo hidratado
Aunque el invierno no provoca la misma sensación de sed que en el verano, es esencial mantener una buena hidratación. El aire frío puede deshidratar la piel y las mucosas, afectando la barrera natural del cuerpo contra los virus. Beber suficiente agua durante el día y complementar con infusiones calientes que, además de hidratarnos, ayudan a mantener nuestra temperatura corporal.
3. Vístete en capas
La ropa adecuada es una de las barreras más efectivas contra el frío. Opta por vestir en capas, lo que te permitirá regular la temperatura según el ambiente. La primera capa debe ser de material térmico y ajustada para conservar el calor corporal. La segunda capa, de lana o polar, actúa como aislante, mientras que la capa exterior debe ser impermeable y cortavientos para protegerte de las inclemencias del clima.
No debemos olvidarnos de proteger las extremidades, que son las zonas más propensas a enfriarse. Es recomendable el uso de guantes, gorros y bufandas para evitar la pérdida de calor en las manos, la cabeza y el cuello. Los pies también necesitan atención especial, por lo que es una buena opción usar calcetines térmicos y calzado con suelas antideslizantes para evitar caídas en superficies resbaladizas.
4. Haz ejercicio regularmente
El ejercicio es una excelente forma de mantener el cuerpo activo y generar calor interno. Durante el invierno, podemos mantener una rutina de ejercicios adaptada a las condiciones climáticas. Si las actividades al aire libre no son una opción, podemos probar con ejercicios en casa, como yoga, pilates o entrenamientos cardiovasculares.
El movimiento no solo nos ayuda a entrar en calor, sino que también estimula la circulación sanguínea y fortalece nuestro sistema inmunológico, haciéndonos más resistentes a las enfermedades.
5. Cuida tu piel
El frío intenso puede causarnos sequedad y agrietamiento en nuestra piel, sobre todo en la cara y en las manos. Usar cremas hidratantes ricas en ingredientes naturales como la manteca de karité, la avena o el aceite de almendras nos le vendrá bien a nuestra piel. Un elemento esencial que no debemos olvidar aunque sea invierno es el protector solar, ya que los rayos UV pueden dañarnos la piel, especialmente en zonas donde la nieve refleja la luz solar.
6. Adapta tus horarios de descanso
El sueño juega un papel vital en la preparación del cuerpo para enfrentar el frío. Durante el invierno, debemos procurar mantener horarios regulares de descanso entre los que se encuentra dormir entre 7 y 9 horas por noche. El sueño fortalece el sistema inmunológico adecuado y ayuda a que el cuerpo se recupere del estrés del día.
Nos ayudará, en este sentido, crear un ambiente cálido y acogedor en nuestra habitación, utilizar mantas adicionales, pijamas térmicos y, si es necesario, una bolsa de agua caliente o un calentador eléctrico para mantener una temperatura confortable.
7. Consumir alimentos calientes y energéticos
La alimentación es esencial para generar calor corporal. Durante las olas de frío, debemos darle prioridad a los platos calientes y reconfortantes como sopas, guisos y caldos. Los carbohidratos complejos, como los cereales integrales, las legumbres y las patatas, nos proporcionan la energía que necesitamos, mientras que las grasas saludables de frutos secos, aguacates y aceite de oliva ayudan a mantener la temperatura de nuestro cuerpo.
Las especias como el jengibre, la canela y la cúrcuma también son aliados naturales que calientan el cuerpo y tienen propiedades antiinflamatorias.
8. Evita la exposición prolongada al frío
Aunque la preparación es clave, es importante limitar la exposición directa a temperaturas extremas. Si debes salir, asegúrate de hacerlo bien abrigado y refúgiate en sitios cálidos si sientes que el frío comienza a afectarte. Los cambios bruscos de temperatura, como entrar y salir constantemente de ambientes cálidos a fríos, pueden ser perjudiciales para su salud.
9. Escucha a tu cuerpo
Presta atención a las señales que te envían tu cuerpo. Si sentimos escalofríos persistentes, entumecimiento en las extremidades o fatiga extrema, hay que buscar un lugar cálido de inmediato y consulta a un médico si los síntomas no mejoran.
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