¿Debemos desconfiar siempre de las personas con miradas esquivas? Esto es lo que dice la psicología sobre este comportamiento

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En algunas culturas, el contacto visual directo puede ser considerado agresivo o irrespetuoso

Muchas veces apartamos la mirada en mitad de una conversación para tratar de recordar algo

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Dos mujeres hablando / Freepik

Según teorías del lenguaje no verbal, mantener el contacto visual con una persona cuando estás en una conversación es señal de confianza. La comunicación no verbal en psicología es un componente esencial del comportamiento humano ya que nos da mucha información sin necesidad de usar palabras.

A través de gestos, posturas, expresiones faciales, contacto visual, la proxémica (uso del espacio personal), y otros comportamientos corporales podemos identificar o intuir qué nos está comunicando la otra persona sin llegar a usar las palabras.

Uno de los aspectos más estudiados de la comunicación no verbal es el contacto visual ya que la mirada puede transmitir una amplia gama de emociones. Por ejemplo, se dice que las miradas esquivas o la falta de contacto visual directo suele ser síntoma de que la persona oculta algo y, por tanto, no es de fiar. Sin embargo, este gesto es complejo y no siempre un mismo gesto tiene un solo significado, sino que tendrá más dependiendo del contexto en el que se desarrolle.

Situaciones en las que se esquiva la mirada

Las miradas esquivas en psicología pueden interpretarse de varias maneras dependiendo del contexto y de otros elementos de la comunicación no verbal. En este sentido, la evasión del contacto visual puede indicar incomodidad o ansiedad.

Por ejemplo, una persona que se siente insegura o nerviosa en una conversación puede evitar mirar directamente a su interlocutor para reducir su ansiedad. Este comportamiento suele percibirse con mayor regularidad en situaciones de evaluación, como las entrevistas de trabajo o los exámenes, donde la persona puede sentirse juzgada o evaluada.

Otra interpretación de las miradas esquivas es que pueden reflejar un intento de ocultar emociones o pensamientos. En este contexto, se utiliza como un mecanismo de defensa en el que la persona no quiere revelar lo que realmente siente o piensa.

Suele presentarse en situaciones de conflicto o cuando la persona está mintiendo ya que la incapacidad para sostener la mirada de otra persona puede ser un signo de que alguien está tratando de ocultar la verdad o no está siendo completamente honesto.

Sin embargo, las miradas esquivas no siempre tienen connotaciones negativas. En algunas culturas, el contacto visual directo puede ser considerado agresivo o irrespetuoso. Por ejemplo, en ciertas culturas asiáticas, mirar directamente a una persona mayor o a una figura de autoridad puede ser visto como un acto de desafío o falta de respeto. Así que en este contexto, la mirada esquiva, para estas personas, significa respeto hacia la otra persona.

"Practica el contacto visual en situaciones cómodas y con personas de confianza"

Además, las miradas esquivas también pueden indicar una necesidad de procesamiento interno, es decir, que muchas veces apartamos la mirada en mitad de una conversación para tratar de recordar algo que se quiere contar o para concentrarse mejor en lo que está diciendo.

Suele ocurrirles a personas que son más introvertidas o a aquellas que requieren tiempo para reflexionar antes de responder. En este sentido, la mirada esquiva puede ser una señal de introspección más que de evasión.

Así que el hecho de que una persona esquive tu mirada, siempre no está relacionado con la desconfianza hacia ella ya que hay muchos matices que justifican sus razones para hacerlo.

Un comportamiento aprendido

Mirar a los ojos cuando se habla es un comportamiento aprendido, generalmente cultural. Puede ser porque es lo que se percibe en la sociedad en la que vives o porque en tu propio entorno no se le dio el valor suficiente al significado de la comunicación mediante la mirada.

Así que si quieres dejar de tener la mirada esquiva y empezar a tener un contacto visual duradero porque para ti es importante, empieza por observar qué es lo que te incomoda cuando miras a una persona a los ojos y trata de relacionarlo con experiencias pasadas o negativas que puedan estar influyendo en ese comportamiento.

"Si mirar directamente a los ojos te resulta incómodo, puedes enfocar tu mirada en el espacio entre los ojos de la otra persona, como el entrecejo"

Una cosa que puede ayudarte es practicar el contacto visual en situaciones cómodas y con personas de confianza, como amigos, familiares o tu pareja. También puedes hacerlo mirándote al espejo. Empieza por intentar mantener la mirada en un periodo corto de tiempo e ir aumentando gradualmente hasta que te sientas más cómodo.

La postura es otro gesto de la comunicación no verbal. En este caso, le habla a tu mente y le dices que una postura corporal abierta y relajada quiere decir que estás abierto al diálogo y a la conversación. En cambio, los hombros caídos o cruzar los brazos está marcando una distancia invisible entre ambos.

Si mirar directamente a los ojos te resulta incómodo, puedes enfocar tu mirada en el espacio entre los ojos de la otra persona, como el entrecejo. Esto puede ayudarte a sentirte más cómodo mientras aún mantienes una conexión visual.

Por otra parte, si es la otra persona quien está tratando de mantener la mirada, ayúdale y sé paciente a la hora de entender que está haciendo un esfuerzo por tratar de mantener la mirada. Recuerda que mirar a los ojos puede transmitir confianza, interés y sinceridad, lo que puede fortalecer tus relaciones interpersonales.

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