¿Debemos compensar los excesos de Navidad con programas de ayuno? Los expertos tienen la respuesta

Investigación y Tecnología

No se trata de abandonar los hábitos saludables, sino de encontrar un equilibrio

La hierba que alivia la acidez estomacal, la sensación de pesadez y el malestar general por los excesos en Navidad

Comidas de Navida
Comidas de Navida / Freepik

Disfrutar de las comidas navideñas es parte del encanto de estas fechas, pero a veces caemos en el error de compensar los excesos con ayunos o dietas estrictas, lo cual no es saludable. En lugar de castigarnos, lo ideal es volver a una alimentación equilibrada y mantener nuestros hábitos de vida saludable. Comer en exceso un día no debería ser motivo de preocupación, siempre y cuando retomemos nuestra rutina alimenticia habitual sin recurrir a extremos.

Así lo recomienda Lourdes de la Bastida, nutricionista del Hospital Quirónsalud Córdoba y recuerda que "ningún alimento debe eliminarse completamente de la dieta, salvo que exista una condición médica que lo requiera", sino que debemos continuar con nuestra alimentación habitual. En Navidad, es normal encontrarnos la mesa llena de dulces y elaborar platos especiales. "Consumirlos ocasionalmente está bien, siempre que se mantenga un equilibrio en general. También es fundamental mantenernos hidratados, ya que el agua no solo es esencial para la salud, sino que también puede ayudarnos a controlar el apetito", asegura la nutricionista.

Recomendaciones para compesar los excesos

Para una alimentación más saludable durante las fiestas, es recomendable incluir alimentos ricos en fibra como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. En las comidas principales, se puede optar por platos que combinen verdura, hidratos de carbono complejos como patatas o arroz, y proteínas como pescado, carne o huevos. Elegir productos de temporada, como naranjas, mandarinas o verduras frescas, también es una excelente opción.

Planificar los menús con antelación puede ayudarnos a evitar la improvisación y el consumo de productos ultraprocesados. Por ejemplo, los aperitivos pueden incluir opciones vegetales como ensaladas con nueces y granada, cremas de verduras o canapés saludables. Entre comidas, es mejor optar por frutas o frutos secos, que son fáciles de llevar y ayudan a controlar el hambre gracias a su contenido en fibra.

El ejercicio físico no debe quedar en segundo plano. Las actividades como caminar, andar en bicicleta o practicar algún deporte pueden ser una forma divertida de mantenerse activo durante las vacaciones. Además, es clave mantener un buen horario de sueño, ya que descansar bien contribuye a nuestra salud física y mental. "Aunque tengamos muchos eventos y haya más cambios de horarios, debemos mantener un hábito de sueño adecuado, descansar las horas que el cuerpo necesita es un buen aliado para evitar el cansancio y cuidar la salud", apunta la nutricionista.

En definitiva, podemos disfrutar de las comidas navideñas ya que no se trata de abandonar los hábitos saludables, sino en encontrar un equilibrio, comer con moderación, elegir alimentos nutritivos y mantenernos activos.

El riesgo de las 'dietas milagro'

Muchas veces para compensar los excesos de las comidas de Navidad recurrimos a prácticas para perder peso rápidamente como son las 'dietas milagro' ya que suelen prometer esos resultados rápidos y espectaculares, pero detrás de su aparente eficacia se esconden riesgos significativos para la salud.

Estas dietas, al basarse en restricciones extremas de alimentos, así como en la eliminación de grupos enteros de nutrientes, puede originar desequilibrios graves en nuestro organismo. Esto se debe a la eliminación de agua y masa muscular, pero no de grasa, por lo que nos da una falsa sensación de éxito. Además de que el peso perdido se recupera con mucha facilidad una vez que retomemos nuestra alimentación habitual, lo que nos genera el conocido "efecto rebote".

Estas dietas provocan, por otra parte, déficits nutricionales importantes. Al restringir ciertos alimentos esenciales, el cuerpo se queda sin las vitaminas, minerales y nutrientes necesarios para funcionar correctamente, lo que podría causarnos fatiga, debilidad, problemas en el sistema inmunológico y otros trastornos de salud.

Otro aspecto preocupante es el impacto emocional que tiene en las personas ya que se obsesionan por alcanzar resultados rápidos. La mejor forma de alcanzar y mantener un peso saludable no está en las soluciones rápidas, sino en adoptar hábitos alimenticios equilibrados y sostenibles a lo largo del tiempo. Para ello, es importante llevar una dieta variada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y carbohidratos complejos, junto con la práctica regular de ejercicio físico, evitando el riesgo de caer en las trampas de las 'dietas milagro'.

En este sentido, siempre será buena idea consultar con un profesional de la nutrición para recibir asesoramiento personalizado y evitar los peligros asociados con estas prácticas insalubres.

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