El debate en la crianza: ¿Hasta cuántos años es beneficioso amamantar?
La OMS aconseja que se haga hasta los 6 meses, pero muchas madres tardan años en dar el paso. ¿Conlleva riesgos?
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En la semana de la lactancia materna, que se celebra del 1 al 7 de agosto, Teresa Rodríguez, política de Adelante Andalucía, compartía a través de sus redes sociales la noticia de que finalizaba la etapa de lactancia de su hija tras cuatro años y medio, dos de ellos practicando la lactancia en tándem. Este término hace referencia a la decisión de continuar amamantando a un hijo mientras se gesta a otro. Su anuncio ha provocado un gran revuelo tanto de detractores como de usuarios que han aplaudido este gesto. La lactancia materna es un tema que ha sido objeto de debate durante muchos años. Mientras que algunas culturas tradicionales han practicado la lactancia prolongada durante siglos, otras sociedades modernas tienden a fomentar el destete temprano. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan la lactancia exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé, y continuar amamantando junto con la introducción de alimentos sólidos hasta al menos los dos años de edad o más. Entonces, ¿hasta qué edad es bueno dar el pecho a los hijos?
La decisión de continuar amamantando más allá de los dos años debe ser una elección personal de la madre y el niño, teniendo en cuenta factores como la comodidad y el bienestar de ambos. Algunas madres pueden optar por destetar a sus hijos antes debido a compromisos laborales o personales, mientras que otras pueden continuar la lactancia durante más tiempo si ambos disfrutan y se benefician de ella. ¿Existen riesgos o son más los beneficios? Te lo contamos.
Beneficios
La lactancia materna es una práctica con innumerables beneficios tanto para el bebé como para la madre. Para el bebé, la leche materna proporciona todos los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludables, además de contener anticuerpos que ayudan a protegerlo contra enfermedades e infecciones. La lactancia también se ha relacionado con una reducción del riesgo de alergias, asma, obesidad infantil y síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
Para la madre, amamantar también ofrece ventajas significativas. Ayuda a reducir el riesgo de hemorragia posparto y promueve una rápida recuperación después del parto. La lactancia también está relacionada con una menor incidencia de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de mama y el cáncer de ovario. Además, amamantar crea un fuerte vínculo emocional entre la madre y el bebé, y puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad en la madre.
Asimismo, una de las ventajas de la lactancia prolongada es que la madre sigue siendo una fuente valiosa de nutrientes, especialmente en países donde las condiciones sanitarias o la disponibilidad de otros alimentos pueden ser limitadas. Además, la lactancia prolongada proporciona consuelo emocional y seguridad al niño en momentos de angustia o enfermedad.
¿Riesgos?
No existe evidencia que indique que alargar la lactancia sea perjudicial, esa es la primera premisa. No hay tiempos exactos ni efectos negativos constatados en la salud de la mujer por prolongar la lactancia. Sin embargo, aconseja a las mujeres que opten por esta decisión que consideren la frecuencia con la que se realizan las mamografías y ecografías, ya que estas pruebas suelen posponerse hasta que se detiene la lactancia.
Asimismo, a medida que el niño crece, es esencial que la lactancia se combine con una alimentación complementaria adecuada. combine con una alimentación complementaria adecuada.A partir de los seis meses, los bebés deben comenzar a recibir alimentos sólidos y nutritivos, lo que les ayudará a satisfacer sus necesidades nutricionales en crecimiento. La lactancia prolongada no debe reemplazar una dieta equilibrada y variada.
Otros riesgos asociados pueden ser:
- Dificultades físicas: Amamantar durante mucho tiempo puede causar sensibilidad o dolor en los pezones y senos. También puede aumentar el riesgo de desarrollar mastitis, una inflamación del tejido mamario.
- Demanda de energía: La lactancia materna requiere un gasto calórico adicional para la madre, especialmente cuando se prolonga por varios años. Es importante que la madre mantenga una dieta equilibrada y rica en nutrientes para satisfacer sus necesidades y las del bebé.
- Vínculo emocional: Aunque para muchas madres y niños la lactancia prolongada refuerza el vínculo emocional, en algunos casos, puede generar dependencia emocional excesiva, lo que puede ser un desafío al momento de destetar.
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