Investigación y Tecnología
Estos son los ejercicios que debes practicar, si tus puntos débiles son las piernas y los glúteos
Investigación y Tecnología
Todos queremos empezar el año con buen pie. Buscamos ese aire renovado con el que seguir cogiendo aliento para empezar con nuestros propósitos. Pero para mirar al frente y poder avanzar, hace falta soltar la carga, generalmente de pensamientos negativos, que impide seguir adelante.
Cuando acaba un año, queremos dejarlo todo cerrado. Decir adiós, y muchas veces para siempre, sobre todo a las cosas que tienen que ver contigo. Por eso, tiene sentido hacer una lista de propósitos en los que entren esas metas nuevas, una vez que te despediste de las viejas.
Cargas Emocionales. El peso emocional acumulado a lo largo del año puede convertirse en una carga invisible a la vez que poderosa. Para seguir adelante, hace falta liberar el corazón, identificar tus propias emociones y cómo quieres llevarte con ellas. ¿Quieres dejar que los resentimientos, enfados o preocupaciones sigan dominando tu vida y perjudicando tu paz interior? O por el contrario, ¿prefieres perdonarte y liberarte así de las cargas emocionales que están teniendo en ti una influencia negativa? No se trata de olvidar, sino de soltar el poder que esas emociones tienen sobre ti ya que así conseguirás liberarte de las ataduras emocionales y poder empezar el nuevo año con un corazón más ligero y una mente más clara.
Objetos no necesarios. Nuestro entorno físico tiene un impacto directo en nuestro bienestar mental. Antes de que concluya el año, revisa exhaustivamente tus pertenencias y desecha todos los objetos que ya no necesitas, ni aportan nada a tu vida y encima te producen ruido visual. Esta práctica no solo sirve para despejar el espacio mental, sino que tener un ambiente ordenado y limpio te da tranquilidad y te permite enfocarte mentalmente. Así, estarás más receptivo para las nuevas experiencias que se avecinan en el próximo año.
Hábitos destructivos. Los hábitos son poderosas rutinas que, cuando son positivas, pueden impulsarnos hacia el éxito. Sin embargo, también tenemos hábitos destructivos que, por mucho que queramos evitarlo, nos van a acompañar. Así que identifícalos y déjalos que se vayan con el viejo año. Este cambio de mentalidad te dará un impulso positivo para enfrentar el nuevo con determinación y enfoque renovados. No tienes que ponerlo en práctica el 1 de enero porque nada cambia de un día para otro, pero sí puedes hacer espacio para que entre lo nuevo e ir introduciendo los cambios poco a poco.
Miedos e inseguridades. El miedo y la inseguridad son barreras invisibles que pueden limitar nuestro crecimiento personal y profesional. Es normal tener miedos e inseguridades, pero unas veces se manifiestan con más intensidad que otras. Cuando aparezcan y estén intentando frenarte, pregúntate, ¿por qué están ahí? ¿Qué o quién ha podido levantar ese temor, generalmente enterrado, que ha vuelto a ti cuando pensabas que ya estaba superado? Trata de localizar el por qué de ese miedo y te liberarás de las cadenas mentales y abrirte a nuevas oportunidades y experiencias en el próximo año, facilitando el crecimiento personal.
Relaciones tóxicas. Las relaciones desgastantes y tóxicas pueden tener un impacto negativo significativo en nuestra salud emocional. El tipo de relaciones no solo tiene que ver con los demás, sino contigo mismo. ¿Cómo te hablas? ¿Cómo te tratas? ¿Te comprendes? Evalúa las relaciones con los demás y las que tienes contigo. A veces no es fácil liberarte ni de los vínculos tóxicos, ni de lo que piensas sobre ti, pero debes saber que las palabras tienen poder sobre ti. Así que cuida las formas en las que hablas y te hablas.
También te puede interesar
Investigación y Tecnología
Estos son los ejercicios que debes practicar, si tus puntos débiles son las piernas y los glúteos
Andrea Barrios, psicóloga y experta en Trastornos de la Conducta Alimentaria
"Tenemos que hablar más y romper con los estigmas del Trastorno de la Conducta Alimentaria porque no tiene nada que ver con la comida"
Investigación y Tecnología
Este es el órgano más perjudicado por el consumo de mercurio en los alimentos, según la AESAN
Contenido ofrecido por Philip Morris Spain