Consejos para cuidar la garganta en otoño

En otoño comienza a ser frecuentes los dolores de garganta con enfermedades que pueden ser agudas o crónicas. Entre ellas nos encontramos con las amigdalitis que es una inflamación de las amígdalas palatinas y suele darse en la infancia. Por otro lado, tenemos la faringitis que es la inflamación de la mucosa de la faringe.

En cualquier caso, en el otoño entre el 70 y el 80% ocupa los diagnósticos de faringitis, mientras que la amigdalitis lo hace en el 60% de los casos, así que no es raro pasar por un periodo de dolor de garganta en algún momento de esta estación o, incluso, en invierno. Veamos qué precauciones podemos tomar al respecto, según Julio Maset, experto médico de Cinfa, para cuidar nuestra garganta en la medida de lo posible.

Refuerza tu garganta con alimentos ricos en vitaminas

Es importante llevar una alimentación en la que no nos falten las vitaminas, fundamentalmente la C como la que tienen los cítricos, así como otros alimentos como las uvas y la miel las cuales van a contribuir a fortalecer nuestro organismo y, por tanto, a que nuestra garganta esté en buen estado. Además es importante evitar cambios bruscos de temperatura ya que tanto los ambientes muy secos por la calefacción o los demasiado fríos por el aire acondicionado, así como consumir comidas muy calientes o bebidas muy frías, pueden dañar la mucosa.

Así que cuando salgas a la calle convierte a la bufanda en tu mejor aliada durante el otoño e invierno. Esto quiere decir que te abrigues bien antes de salir al exterior, cubre tu garganta con una bufanda o pañuelo, o elige ropa que proteja suficientemente el cuello. Otra manera de hacerlo es manteniéndonos alejados de ambientes contaminados dado que respirar aire con altos niveles de contaminación facilita que los virus y las bacterias ingresen al organismo y provoquen faringitis.

Si te enfermas, descansa

Especialmente si tenemos fiebre, debemos descansar ya que el sueño es crucial para que el sistema inmunológico combata las infecciones. Durante el periodo de convalencia, sobre todo, aunque debe ser más a menudo, hay que evitar las sustancias irritantes como el alcohol y el tabaco ya que agravan los síntomas.

Es muy importante cuando estás enfermo que no falte la hidratación para la eliminar toxinas y recuperar los líquidos perdidos durante la enfermedad, por lo que se debe aumentar el consumo de líquidos, optando por bebidas frías o tibias, y evitando las demasiado calientes, ya que pueden irritar más la garganta.

Alivia el dolor haciendo gárgaras con agua salada. Puedes usar soluciones de agua de mar ya preparadas o realizar gárgaras con manzanilla o agua tibia con sal para calmar la irritación. Facilita, por otra parte, la deglución con una dieta blanda en los primeros días de la enfermedad.

Podemos consumir alimentos como purés, pasta o arroz, si tenemos dificultades tragar debido al dolor y, a medida que este vaya desapareciendo, vamos incorporando gradualmente otros alimentos hasta volver a nuestra dieta habitual.

Y para que tragar nos resulte menos doloroso, el agente de emergencias SAMU del servicio de emergencias y protección civil, Miguel Assal, nos da este consejo en el siguiente vídeo: