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Así se comporta una persona violenta, según la psicología: "Es una forma de protegerse"

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Si llevamos la respiración pausada de manera consciente, podemos llevar a nuestro cuerpo de un estado de activación a la relajación

Silvia Naranjo, psicóloga: "La traición ocurre cuando se ha llegado a un acuerdo y éste se rompe sin previo aviso"

Persona violenta / Freepik

A lo largo del día tratamos con muchas personas que tienen caracteres completamente diferentes, pero si hay alguien que logra modificar nuestro día es el comportamiento de una persona violenta. Cuando una persona actúa de esa manera, muchas veces sin motivo aparente, puede afectar a nuestras relaciones personales y aunque no encontremos la razón que ha originado el enfado en esa persona, esa conducta puede remontarse más atrás en el tiempo, como experiencias vividas en la infancia, y que no tenga tanto que ver con el hecho que ha pasado en el presente.

Cada día, hay muchas personas que reaccionan de manera desproporcionada ante algunas situaciones que, para otras personas, pueden no tener tanta importancia. Nos cuesta entender ese comportamiento y tratar con las personas que se comportan de manera violenta y/o agresiva. Para ello, la psicóloga sevillana, Silvia Naranjo, ha hablado con Diario de Sevilla para nuestra sección de Salud y Bienestar y nos va explicar a lo largo de este artículo algunos aspectos que hay detrás del comportamiento de una persona violenta y de una persona agresiva.

¿Qué rasgos defienen a una persona agresiva?

Empecemos por el principio. "Una persona agresiva es aquella que se relaciona en un conflicto generando miedo, culpa o vergüenza. Lo hace a través de la amenaza, coacción o manipulación. Puede subir el tono de voz y presentar un comportamiento violento". Para poner un ejemplo reciente, recordamos la noticia con la que nos despertábamos hace dos semanas, recién empezado el año, de la muerte de un joven 17 años apuñalado a las puertas de su instituto en Gerena (Sevilla). Pronto empezaron a saltar las hipótesis sobre las causas que pudieron llevar al autor a cometer ese asesinato. También se dio a conocer un audio donde se podía escuchar la amenaza del asesino a la víctima en el cual se puede reconocer a una persona con comportamiento violento, que amenaza con una agresión y que, finalmente, la cumple.

"La persona agresiva funciona así cuando se siente amenazada o en peligro"

Ahora hablemos de la persona violenta. La psicóloga Silvia Naranjo, nos cuenta que "una persona violenta reacciona así porque se siente atacada o en peligro de ser atacada y es una forma de protegerse". Esto llevado a lo que sucede dentro de la persona violenta se explica en que "cuando nuestro cerebro percibe un peligro, activa el sistema nervioso simpático, que funciona de manera autónoma. Se prepara para la lucha o la huida. Acelera el pulso, aumenta la respiración, la sudoración, los músculos se tensan y las pupilas se dilatan. Nuestro cuerpo segrega adrenalina y noradrenalina para darnos la energía necesaria para la acción".

Por eso, cuando estamos alterados se recomienda respirar. En este sentido, la psicóloga manifesta que "la respiración es el único elemento que es automático y también voluntario. Por eso, si llevamos la respiración pausada de manera consciente, podemos llevar a nuestro cuerpo de un estado de activación, a la relajación".

¿Por qué nos volvemos agresivos?

La agresividad y la violencia son dos conceptos aparentemetne iguales, pero no lo son realmente. También se trata de dos comportamientos que hemos aprendido con el tiempo. Por otra parte, tendríamos que hablar de conductas más que de personas, es decir, cuando se trata de violencia, la psicóloga nos explica que "una conducta violenta es aquella que amenaza o daña a una persona o a un objeto" y en la agresividad hay un daño físico o psicológico.

"La persona agresiva funciona así cuando se siente amenazada o en peligro. El problema es que la persona agresiva se siente amenazada muy fácilmente. Pero cuando está tranquila, no es agresiva, puede ser bastante agradable e incluso amable".

"Cuando el cerebro está en modo defensa, está como bloqueado"— Silvia Naranjo - Psicóloga

Entonces, ¿qué hace que seamos más o menos agresivos? Nuestra experiencia de vida. "Nuestro cerebro cuando percibe un estímulo del exterior, lo lleva al hipotálamo que es nuestra biblioteca de recuerdos. Allí, lo compara con nuestras experiencias anteriores y ya decide si eso es peligroso", explica la psicóloga. Lo que sucede es que si hemos crecido viviendo experiencias de violencia o agresividad, estaremos llenos de tensiones y con más tendencia apercibir las situaciones como amenazas. "Nos volvemos más sensibles al peligro, nuestra ventana de tolerancia es más estrecha", apunta Silvia Naranjo.

También podemos ponermos más agresivos por los hábitos de vida que llevamos. Si estamos más estresados, cansados, si hacemos una mala gestión de nuestro tiempo o nos llevamos mal con nuestra propia frustración, también vamos a estar más irascibles y llenos de rabia.

Cómo tratar con personas violentas

Tratar con personas que tienen tendencia a comportarse de manera agresiva y/o violenta puede ser una tarea difícil ya que cuando les está dando "un brote de agresividad", es imposible razonar con ellas y, mucho menos llegar a un acuerdo. "Es mejor alejarse y no seguir discutiendo", recomienda la psicóloga, y una vez que se le ha pasado, intentar tener una conversación.

"Cuando el cerebro está en modo defensa está como bloqueado y no tiene acceso al lóbulo prefrontal, que es donde se desarrolla el razonamiento. Una vez que se ha calmado, sí que se puede hablar perfectamente y puede haber un arrepentimiento sincero. Lo importante ahí, es llegar a un compromiso mutuo donde se contemplen las necesidades de ambas partes. Para ello, los dos deben ceder un poco", concluye la psicóloga.

Fuentes referenciales:

Entrevista realizada a la psicóloga sevillana Silvia Naranjo.

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