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Muchas veces, y sobre todo en esta época del año en la que empieza el frío, los resfriados pueden ser más comunes de lo que pensamos. Es normal pillar un pequeño resfriado de vez en cuando, pero debemos tener en cuenta que debemos cuidar de nuestras defensas para evitar cogerlos. Aunque abrigarse y descansar son cosas importantes que hacer, uno de los métodos más efectivos para ayudar a nuestro sistema inmunológico es a través de una dieta rica en nutrientes clave. Los alimentos que comemos juegan un papel muy importante en la capacidad de nuestro organismo para combatir virus y bacterias, y es especialmente bueno elegir aquellos ricos en vitaminas A, C, D y E, además de minerales como el zinc y el hierro.
Veamos cinco alimentos que pueden marcar la diferencia en la defensa contra resfriados y gripe.
La vitamina C es ampliamente conocida por su capacidad para fortalecer el sistema inmune, ya que ayuda a aumentar la producción de glóbulos blancos, las células encargadas de combatir infecciones. Los cítricos como las naranjas, limones, pomelos y mandarinas son algunas de las mejores fuentes de esta vitamina. Además, contienen otros compuestos beneficiosos, como los betacarotenos en la mandarina, y tienen propiedades antisépticas en el caso del limón.
Sin embargo, los cítricos no son las únicas frutas ricas en vitamina C. El kiwi, por ejemplo, contiene una gran cantidad de esta vitamina y es excelente para variar la dieta. Otra opción interesante son los frutos rojos, como fresas, arándanos y frambuesas, que aportan una dosis moderada de vitamina C y antioxidantes. Puedes mezclarlos con yogur o añadirlos a ensaladas para darle un toque diferente a tus comidas.
El yogur es mucho más que un postre. Contiene probióticos, que son bacterias beneficiosas que habitan en nuestro intestino y ayudan a mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal. Este equilibrio es importantísimo para tener un sistema inmunológico fuerte, ya que gran parte de nuestra inmunidad está en el intestino. Los probióticos ayudan a contrarrestar bacterias perjudiciales y a mantenernos saludables desde el interior.
Para poder tener los máximos beneficios, elige yogures sin azúcares añadidos y naturales, ya que los sabores artificiales y azúcares pueden reducir la efectividad de los probióticos. Si quieres variar, puedes probar el kéfir, que contiene más probióticos que el yogur convencional.
El pescado azul, como el salmón, el atún o la sardina, es una excelente fuente de Omega-3 y proteínas. Los ácidos grasos Omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias que benefician a nuestro sistema inmunológico y contribuyen a la salud de los pulmones, ayudándolos a combatir infecciones respiratorias comunes en invierno. Además, las proteínas son necesarias para crear los anticuerpos.
Puedes comer pescado azul en tu dieta de muchas formas: desde un salmón a la plancha acompañado de arrozhasta un atún mechado o en ensaladas. Es un alimento versátil que, al ser rico en nutrientes esenciales, contribuye no solo a fortalecer el sistema inmune, sino también a mantener el corazón y el cerebro saludables.
Los huevos son otro alimento muy recomendado en una dieta que busque fortalecer las defensas. A pesar de que en el pasado fueron criticados por su contenido en colesterol, hoy sabemos que son una fuente valiosa de proteínas, vitaminas B6 y B12, y minerales como el zinc y el selenio. Estos nutrientes son buenos para el sistema inmunológico y el correcto funcionamiento del organismo.
Hay muchas maneras de consumir huevos sin tener que hacerlos de la misma manera siempre. Desde la clásica tortilla española hasta recetas más creativas como huevos escalfados sobre crema de verduras (tu favorita). Al ser un alimento tan versátil, es fácil incluirlos en las comidas de forma regular.
Las verduras de hoja verde como las espinacas, el brócoli y la lechuga, son ricas en vitamina C y otros antioxidantes, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y a reducir la inflamación en el cuerpo. Estas verduras son especialmente útiles en la prevención de infecciones, ya que contienen fibra, hierro y otros minerales que mantienen al organismo en óptimo estado.
Una receta conocida y nutritiva es el brócoli al vapor con un toque de aceite de oliva o brócoli gratinado con bechamel.
La calabaza, por otro lado, es rica en betacarotenos, que nuestro cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la vista y el sistema inmunológico.
Además de los alimentos que te hemos dicho, hay otros ingredientes que pueden ayudar a reforzar las defensas y mejorar nuestra resistencia ante los resfriados. La cúrcuma, por ejemplo, es un condimento que es un potente antiinflamatorio natural y que, al combinarse con pimienta negra, potencia sus beneficios. Por otro lado, están el ajo y la cebolla, que son considerados antibióticos naturales gracias a sus propiedades antimicrobianas, que ayudan a combatir infecciones.
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