¿En qué consiste la cetosis y qué le pasa a nuestro cuerpo cuando entra en ella?

La cetosis es un estado metabólico que sucede cuando el cuerpo comienza a utilizar las grasas como su principal fuente de energía en lugar de los carbohidratos. De esta forma, va a obligar al cuerpo a buscar la fuente de energía de otra manera. Cuando la cantidad de carbohidratos que tenemos disponibles en nuestro organismo es baja, el cuerpo recurre a las reservas de grasa para producir energía a través de un proceso llamado betaoxidación que consiste en que los ácidos grasos se descomponen en el hígado, produciendo moléculas llamadas cuerpos cetónicos, que son utilizadas por varios órganos, incluido el cerebro, como fuente de energía.

"El estado de cetosis ayuda a reducir la frecuencia de las convulsiones en muchos pacientes con epilepsia resistente a los medicamentos"— Eric Kossoff - Doctor y neurólogo de la Universidad Johns Hopkins

El proceso de cetosis es fundamental para la supervivencia humana en situaciones de baja disponibilidad de alimentos, ya que permite al cuerpo acceder a sus reservas de grasa con las que poder seguir cumpliendo con sus funciones. La cetosis es una adaptación evolutiva que permite que el cuerpo mantenga la homeostasis energética durante períodos prolongados de escasez de alimentos. Este estado es clave, por ejemplo, en las dietas bajas en carbohidratos, como la dieta cetogénica, en la que el consumo de carbohidratos se reduce distribuidamente, generalmente a menos de 50 gramos al día, para inducir y mantener la cetosis.

¿Qué hace la cetosis en nuestro cuerpo?

Uno de los aspectos más interesantes de la cetosis es su capacidad para reducir los niveles de insulina en el cuerpo. Esto sucede debido a que como los carbohidratos son nuestra principal fuente de glucosa y esta requiere insulina para ser utilizada como energía, la reducción de carbohidratos disminuye la necesidad de insulina, por lo que va influir en las personas con resistencia ella o en la diabetes tipo 2.

"S cree que los cuerpos cetónicos ofrecen una fuente de energía más eficiente y estable para el cerebro que la glucosa"

Según el médico e investigador en nutrición, Stephen Phinney, "la cetosis puede mejorar la sensibilidad a la insulina y estabilizar los niveles de glucosa en sangre", lo que puede ser beneficioso para controlar la diabetes. Los cuerpos cetónicos no solo proporcionan energía, sino que también tienen efectos protectores en el cerebro. De hecho y aunque falta más evidencia científica, en el año 2011, un estudio publicado en la Revista de Neurología, sostenía que la dieta cetogénica puede considerarse como una opción terapéutica para las epilepsias refractarias antes de iniciar otras medidas más agresivas o cuando no era posible la opción de la cirugía.

En este sentido, se ha utilizado la dieta cetogénica como tratamiento para la epilepsia refractaria en niños desde la década de 1920. Según el doctor Eric Kossoff, un neurólogo de la Universidad Johns Hopkins, "el estado de cetosis ayuda a reducir la frecuencia de las convulsiones en muchos pacientes con epilepsia resistente a los medicamentos". Aunque los mecanismos exactos no están completamente claros, se cree que los cuerpos cetónicos ofrecen una fuente de energía más eficiente y estable para el cerebro que la glucosa.

"No todas las personas reaccionan igual a la cetosis"

Además de su impacto en la insulina y el cerebro, hay evidencia de que la cetosis puede promover la pérdida de peso. Cuando el cuerpo utiliza grasas como fuente principal de energía, se aceleran los procesos de quema de grasas almacenadas. Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, las personas que siguieron una dieta cetogénica durante 12 semanas experimentaron una mayor pérdida de grasa corporal en comparación con aquellas que siguieron una dieta baja en grasas. Además, la dieta cetogénica también puede ayudar a reducir el apetito, lo que facilita el control de la ingesta calórica y esto se debe, según la dietista Sarah Hallberg, a que "las cetonas actúan como un supresor natural del apetito, lo que puede ayudar a las personas a consumir menos calorías sin sentir hambre".

Síntomas que aparece

Que el cuerpo entre en cetosis es beneficioso por norma general. Sin embargo, a todas las personas no les sienta bien, ni todas las personas reaccionan de la misma manera, al menos, al principio. Algunas personas experimentan síntomas como la "gripe cetogénica" cuando comienzan una dieta cetogénica entre los que se manifiesta fatiga, dolores de cabeza, mareos o náuseas. Esto se debe en parte a la pérdida de electrolitos y agua que ocurre cuando se eliminan los carbohidratos, pero son síntomas temporales que pueden contrarrestarse aumentando la ingesta de agua y electrolitos como el sodio, el potasio y el magnesio.

Como señala el doctor e investigador en cetosis, Jeff Volek, "la clave para aprovechar los beneficios de la cetosis es lograr un equilibrio adecuado entre la ingesta de nutrientes y mantener una vigilancia sobre los marcadores de salud para asegurar un estado metabólico óptimo".