Cáncer de ovario: primeros síntomas de esta enfermedad silenciosa
El cáncer de ovario es uno de los más difíciles de diagnosticar y también una de las enfermedades que más desafíos tiene en cuanto a oncología femenina. Le llaman “enfermedad silenciosa” y no es casualidad. En sus primeras etapas, los síntomas pueden ser tan leves que muchas veces pasan desapercibidos o se confunden con otras enfermedades comunes y benignas.
El cáncer de ovario se origina en los ovarios, los órganos reproductores femeninos encargados de producir los óvulos y las hormonas sexuales. Existen varios tipos de cáncer de ovario, y los más comunes son los tumores epiteliales, que se forman en el tejido externo del ovario. Menos comunes son los tumores germinales y los tumores de células estromales, que afectan a otros tejidos dentro del ovario.
Al tratarse de una enfermedad que evoluciona con frecuencia sin síntomas evidentes, muchos casos de cáncer de ovario no se diagnostican hasta que el cáncer ha avanzado y se ha propagado a otras áreas del abdomen o de la pelvis. En estas etapas avanzadas, el tratamiento puede ser más difícil y las tasas de éxito suelen ser más bajas.
Primeros síntomas
Los síntomas iniciales del cáncer de ovario suelen ser sutiles y pueden confundirse fácilmente con problemas digestivos o urinarios, y esto hace que se dificulte su detección. De igual manera es bueno prestar atención a ciertas señales que pueden ayudarnos a identificar la enfermedad en sus primeras etapas. Entre los síntomas más comunes y tempranos del cáncer de ovario están:
- Hinchazón o distensión abdominal.
- Dolor pélvico o abdominal.
- Sensación de saciedad rápida.
- Pérdida de apetito.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Cambios en los hábitos intestinales.
- Fatiga o cansancio.
- Dolor de espalda.
- Pérdida o aumento de peso inexplicable.
Factores de riesgo del cáncer de ovario
Algunos factores aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de ovario, aunque su presencia no significa necesariamente que una persona vaya a desarrollar la enfermedad:
- Edad: La mayoría de los casos se diagnostican en mujeres mayores de 55 años.
- Antecedentes familiares: Mujeres con familiares de primer grado que hayan tenido cáncer de ovario o de mama tienen un mayor riesgo.
- Mutaciones genéticas: La presencia de mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 aumenta el riesgo de cáncer de ovario y también de mama.
- No haber tenido hijos.
- Endometriosis.
- Terapia hormonal postmenopáusica: El uso de estrógenos sin progesterona después de la menopausia se ha relacionado con un incremento en el riesgo.
- Fármacos para la fertilidad.
Aunque tener uno o varios factores de riesgo no garantiza el desarrollo de cáncer de ovario, sí es importante vigilar estos aspectos y mantener una relación de confianza con el médico para realizar los controles necesarios.
¿Cómo detectar el cáncer de ovario?
La detección temprana es clave para mejorar las tasas de supervivencia en el cáncer de ovario, aunque no existe una prueba de cribado concreta para detectar este tipo de cáncer en la población general. En el caso de mujeres con alto riesgo debido a factores genéticos, se pueden realizar controles específicos. Los principales métodos de diagnóstico son:
- Examen pélvico: En esta evaluación, el médico palpa los ovarios y otros órganos para identificar irregularidades en el tamaño o forma.
- Ecografía transvaginal: Una sonda ecográfica que se inserta en la vagina permite al médico examinar los ovarios en busca de posibles masas o tumores.
- Análisis de sangre CA-125: El marcador tumoral CA-125 suele estar elevado en presencia de cáncer de ovario, aunque no es exclusivo de este cáncer, por lo que se usa en conjunto con otras pruebas.
- MRI y tomografía computarizada: Estas pruebas de imagen pueden mostrar la localización precisa del tumor, su tamaño y si afecta a otros tejidos.
- Biopsia: La extracción de una pequeña muestra de tejido permite a los patólogos confirmar la presencia de células cancerosas.
Etapas del cáncer de ovario
Una vez diagnosticado, el cáncer de ovario se clasifica en etapas que indican el grado de avance de la enfermedad. Las etapas principales son:
- Estadio I: El cáncer se encuentra solo en los ovarios o en una trompa de Falopio.
- Estadio II: El cáncer se ha extendido a otros órganos pélvicos, como el útero.
- Estadio III: El cáncer ha alcanzado el abdomen y posiblemente los ganglios linfáticos.
- Estadio IV: El cáncer ha hecho metástasis y se ha extendido a órganos distantes, como el hígado o los pulmones.
Cuanto más bajo es el estadio, mejor es el pronóstico, y las opciones de tratamiento son más efectivas.
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