Blanca García-Orea (nutricionista): "Cuando compres canela, fíjate siempre en las etiquetas ya que hay dos tipos de canela"
Investigación y Tecnología
La diferencia está en un compuesto que se llama cumarina, que puede resultar tóxico si se consume en exceso
Miel o azúcar, ¿cuál es más saludable?

La canela es una de las especias más utilizadas en la cocina y en la medicina tradicional de muchas culturas del mundo. Su aroma inconfundible, cálido y dulce, la convierte en un ingrediente recurrente en postres, infusiones, platos salados y productos horneados. De hecho es uno de los ingredientes del dulce estrella de la Semana Santa, las torrijas. Pero detrás de su popularidad y sabor hay diferencias importantes entre los distintos tipos de canela que encontramos en el mercado y no todas ellas son igualmente seguras si se consumen con frecuencia. Aunque la canela tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e incluso puede contribuir a la regulación del azúcar en sangre, conviene conocer mejor sus variedades y cómo afecta su consumo a nuestra salud.
En este contexto, la nutricionista Blanca García-Orea, conocida en redes sociales como blancanutri, nos aconseja lo siguiente: "Cuando compres canela, fíjate siempre en las etiquetas ya que hay dos tipos de canela". Las podemos encontrar en supermercados y herbolarios europeos y son fundamentalmente de dos tipos: la canela de Ceilán y la canela Cassia. A primera vista pueden parecer iguales, pero se diferencian no solo por su origen y sabor, sino sobre todo por su contenido en un compuesto llamado cumarina, que puede resultar tóxico si se consume en exceso. La nutricionista nos advierte de que esta diferencia es especialmente importante en ciertos grupos de población como los niños, mujeres embarazadas o personas con problemas hepáticos. Por eso, es fundamental saber qué tipo de canela estamos consumiendo, leer las etiquetas y ajustar su ingesta diaria según las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
Tipos de canela y contenido en cumarina
La canela de Ceilán, también conocida como Cinnamomum verum o zeylanicum, procede principalmente de Sri Lanka y del sur de la India. Se le conoce popularmente como la "canela verdadera" por su calidad y por su perfil de sabor más suave, dulce y delicado. Además, contiene una cantidad muy baja de cumarina, prácticamente trazas, lo que la convierte en una opción segura incluso si se consume de forma habitual.
En cambio, la canela Cassia, de la especie Cinnamomum cassia, es originaria de China, Indonesia y Vietnam. Es la más común y económica en el mercado europeo y la que suele utilizarse en la industria alimentaria. Su sabor es más fuerte, ligeramente amargo y con un aroma más penetrante. Sin embargo, contiene una cantidad mucho más elevada de cumarina, un compuesto natural con propiedades anticoagulantes y un aroma que recuerda a la vainilla, pero que en cantidades elevadas puede ser perjudicial para el hígado.
La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido que la ingesta tolerable diaria de cumarina es de 0,1 mg por kilogramo de peso corporal. Esto significa que una persona adulta de 60 kg no debería consumir más de 6 mg diarios de cumarina, lo que equivale a aproximadamente 2 gramos de canela Cassia al día (la mitad de una cucharadita de café). En cambio, si se utiliza canela de Ceilán, no hay motivo de preocupación, ya que su contenido en cumarina es insignificante.
Aunque la Unión Europea ha fijado límites de uso de la cumarina en productos alimenticios específicos como postres, productos de panadería o cereales de desayuno, aún no existen límites concretos para el uso directo de la canela como especia. Por tanto, la responsabilidad de un consumo seguro recae en los consumidores, que deben conocer la diferencia entre los tipos de canela y actuar en consecuencia.
Recomendaciones de consumo y precauciones
El consumo ocasional de canela Cassia en pequeñas cantidades no representa un riesgo para la mayoría de personas sanas. No obstante, si se utiliza con frecuencia —por ejemplo, en infusiones diarias, batidos o recetas horneadas caseras—, es recomendable optar por la canela de Ceilán. Esta recomendación cobra especial importancia en niños, mujeres embarazadas y personas con insuficiencia hepática, ya que estos grupos pueden ser más sensibles a los efectos hepatotóxicos de la cumarina.
En estos casos, lo ideal es buscar productos que especifiquen claramente que contienen Cinnamomum verum y evitar aquellos etiquetados simplemente como "canela", ya que en la mayoría de ocasiones se trata de Cassia. En herbolarios, tiendas especializadas o comercios online es posible encontrar canela de Ceilán en rama o molida, aunque suele ser algo más cara. Su inversión, sin embargo, puede valer la pena desde el punto de vista de la salud a largo plazo.
Por otro lado, es importante destacar que la canela no debe utilizarse como sustituto de tratamientos médicos, especialmente en personas con diabetes que buscan controlar sus niveles de glucosa de forma natural. Si bien algunos estudios sugieren que ciertos compuestos de la canela pueden mejorar la sensibilidad a la insulina, aún faltan más investigaciones clínicas sólidas para establecer recomendaciones específicas. Por ello, siempre es aconsejable consultar con un profesional sanitario antes de incorporar suplementos de canela a la dieta.
En definitiva, la canela es una especia deliciosa y con potenciales beneficios para la salud, pero como ocurre con muchos productos naturales, su consumo debe hacerse con conocimiento y moderación. Elegir el tipo adecuado puede marcar la diferencia entre un hábito saludable y un riesgo innecesario.
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