La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
El mundo de la cirugía estética y su percepción por parte del público general ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. Con el tiempo ciertas intervenciones han comenzado a ser el pan de cada día y el uso de las redes sociales y la naturalización de ciertos discursos en torno a ellas (ya no es un tabú y la gente cuenta sus experiencias en primera persona) hacen que estas operaciones sean cada vez más demandadas.
Si la llegada al poder de las celebrities de las Kardashian marcaron una etapa con una estética muy marcada (el período de los 'bbl', los 'Brazilian butt lift'), aunque parece que en los últimos meses este canon estético ha comenzado a cambiar de nuevo con la rumoreada vuelta del heroin chic, lo que ha hecho que otras intervenciones estéticas reciban cada vez más atención, siendo una de ellas es la bichectomía.
No se trata de la primera vez que esta operación vuelve a encontrarse en el punto de mira de famosos y no famosos (tanto mujeres como hombres). Celebridades como la modelo Chrissy Teigen fue de las primeras en someterse a esta operación y hablar de ello de forma pública, mientras que hay muchas otras que se sospecha que han pasado por quirófano. Por ejemplo, ha llamado la atención el cambio radical del rostro de la actriz Lea Michele ('Glee') en sus fotos más recientes, que ha avivado el debate sobre esta operación. Una de las últimas en pasar por quirófano para someterse a una bichectomía en España ha sido Mar López, concursante de 'Amor con fianza' y 'Pesadilla en El Paraíso 2', que narró en exclusiva su experiencia a través de la plataforma de Mediaset, Mtmad.
Esta operación, también conocida en inglés como buccal fat removal (es decir, la extracción de la grasa bucal) consiste en extraer las bolsas de Bichat. Estas son unas pequeñas bolsas de grasa que se encuentran en las mejillas y sirven como amortiguador de los músculos faciales que hay en esa zona del rostro.
Se trata de una cirugía ambulatoria para lo que no es necesaria la sedación total del paciente ni que esté ingresado. Para la operación se realizan unas pequeñas incisiones en el interior de la boca y se extraen las bolsas de Bichat, de esta forma tampoco dejan marcas visibles en el rostro.
Con esto se busca tener un rostro con los rasgos más marcados, esculpiendo y estilizando el rostro y, como destacan algunas webs de cirugía plástica, logrando una mayor armonía en el mismo. Aunque esto no es del todo cierto, puesto que, dependiendo del rostro del paciente los resultados pueden ser distintos a los deseados y también puede causar un envejecimiento prematuro.
Sin embargo, se trata de una operación que no tiene marcha atrás. Una vez extraída la grasa del rostro no hay forma de revertirlo. Y además, como toda intervención tiene una serie de riesgos, como la infección de las heridas quirúrgicas en la boca, la cicatrización excesiva, el daño de los tejidos o asimetrías en el rostro.
Por los riesgos que conlleva algunos cirujanos estéticos estadounidenses están comenzando a dejar de ofrecer esta operación entre las posibles que pueden llevarse a cabo en su clínica. Uno de ellos es el doctor Gary Linkov, que explicaba a través de su canal de YouTube sus motivos: los posibles riesgos (que algunos casos puede amenazar la vida del paciente) o la incomodidad que causa a los pacientes. En su vídeo destaca también que se trata de una operación que no queda igual en todas las personas, dadas las diferencias en la estructura facial que tiene cada una, por lo que los resultados varían entre pacientes y no todos podrán tener el rostro esculpido que se busca con la bichectomía.
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