Así beneficia la flexibilidad corporal a la esperanza de vida

Con el paso de los años vamos perdiendo flexibilidad y cada vez nos cuesta más movernos, pese a que bien trabajada, podría prevenirnos de muchas lesiones y además aumentar la esperanza de vida de las personas. Así lo ha manifestado una nueva investigación publicada en la revista 'Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports'.

Para llegar a esta conclusión, se han basado en la edad, el índice de masa corporal y el estado de salud de las personas y descubrieron que "los hombres y las mujeres con un 'Flexindex' (índice que mide la flexibilidad) bajo tenían un riesgo de morir 1,87 y 4,78 veces mayor, respectivamente, que los que tenían un 'Flexindex' alto".

Los estudios han demostrado la relación existente entre tener una buena forma física, estar fuerte y tener un buen equilibrio con un índice de mortalidad más bajo. Así que estar flexible te da aporta muchos más beneficios para tu salud.

Beneficios de estar flexible

Mantener una buena flexibilidad reduce el riesgo de lesiones, especialmente en las articulaciones y en los músculos, que son los que más trabajan, por lo que son los que nos van a prevenir de caídas y otros accidentes, sobre todo, en personas mayores.

Gracias a que somos flexibles, podemos tener la capacidad de movernos con más facilidad, lo que quiere decir que vamos a estar más activos y saludables.

Agacharte, girar o incluso alcanzar objetos ya no será un problema porque tus músculos y articulaciones están en buenas condiciones y, por tanto, el movimiento es más libre. Cuando tenemos rigidez muscular y articular, tenemos también más dolores y nuestros movimientos son más limitados. ¿Consecuencia? Nos movemos menos y así entramos en un círculo del que no salimos.

La práctica de actividades que mejoran la flexibilidad, como el yoga, tiene muchos beneficios para la mente como la reducción del estrés y la ansiedad. Esto va a aprejado a que gracias a los ejercicios de estiramiento, que tanto se practican estas disciplinas, mejoran la flexibilidad y, a su vez, la circulación sanguínea, por lo que el sistema cardiovascular está más sano.

Qué podemos hacer para estar más flexibles

Estiramientos regulares: Dedica al menos 10-15 minutos diarios a estiramientos. Algunos estiramientos recomendados son:

• Estiramiento de isquiotibiales: Sentado con las piernas extendidas, inclínate hacia adelante e intenta tocar los dedos de los pies.
• Estiramiento de cuádriceps: De pie, levanta un pie hacia atrás y sujétalo con la mano del mismo lado, acercando el talón al glúteo.
• Estiramiento de la columna: Acuéstate sobre la espalda, lleva las rodillas al pecho y gira ambas piernas hacia un lado mientras giras la cabeza hacia el lado opuesto.

Yoga o Pilates: Estas disciplinas combinan fuerza y flexibilidad. Practicarlas regularmente puede ayudarte a mejorar tu flexibilidad de manera equilibrada y segura.

Calentamiento adecuado: Antes de realizar estiramientos profundos, asegúrate de calentar tu cuerpo con movimientos ligeros como caminar, trotar o saltar la cuerda durante 5-10 minutos. Esto ayuda a preparar los músculos y evita lesiones.

Respiración consciente: Mientras te estiras, respira profundamente. La respiración ayuda a relajar los músculos y a profundizar los estiramientos de manera segura.

Progresión gradual: No intentes forzar los estiramientos. La flexibilidad se gana con el tiempo, así que aumenta gradualmente la profundidad y duración de tus estiramientos.

Hidratación y alimentación: Mantenerse bien hidratado y tener una alimentación equilibrada es importante para la salud muscular, lo que a su vez favorece la flexibilidad.

Descanso y recuperación: Asegúrate de descansar lo suficiente y permitir que tu cuerpo se recupere entre sesiones de estiramiento, especialmente si estás haciendo ejercicios intensos.